Ante la epidemia de sobrepeso y obesidad que está padeciendo México (y muchos otros países del mundo, especialmente los industrializados), se decidió hace una década iniciar una actividad didáctica informal, en la cual se trabajó, de una manera no escolarizada, con un grupo de voluntarios, para desarrollar una forma de enseñar-aprender con percepción directa, en el presente, en donde cada quien es su propio profesor y su propio alumno, y que consideramos ya está lista para pasar a ser formalmente escolarizada. Esta forma didáctica consiste en dialogar y hacer buscando la independencia y la libertad individual y social, como sugiere el artículo no. 1 de la Ley Orgánica del Instituto Politécnico Nacional. Hablando y tratando a la vida como un “diamante”, que se apoya en cuatro columnas, 1- La educación alimentaria, 2- La actividad física 3- Reposo después de la jornada cotidiana, y 4- Salud Mental. Se “enseña haciendo”, es decir si se habla de alimentación, no mencionar solo la teoría, sino enseñar practicando, es decir seleccionando, preparando los alimentos y comiéndolos, explicando simultáneamente los beneficios de cada ingrediente y combinación equilibrada de los mismos. También, se enseña la teoría de la ejercitación física, se realizan los ejercicios físicos, explicando el objetico y los beneficios de cada uno de ellos. Lo mismo ocurre con los beneficios de la relajación, el descanso y el dormir profundamente durante noche. Así mismo, se explica qué es la salud mental. Se parte de la teoría de que se aprende más haciendo que sólo viendo o escuchando, aunque no está demás también ver y escuchar. Así mismo, se parte de la experiencia de que cuando hay motivación y concientización suficiente, es más fácil y permanente el aprendizaje. Se concluye que después de esta experiencia exitosa, ya se está listo para pasar a la etapa de formalizar y escolarizar este tipo de educación, a todos los niveles, desde preescolar, hasta el posgrado.
Palabras clave: Educación activa, Aprender haciendo, Salud Sistémica Sustentable.