Hablar de familias contemporáneas es hablar de diversidad, de cambios y permanencias, y de nuevos retos para la sociedad. No obstante, la importancia de la esfera familiar sigue rigiendo como un bastión social, ya que continúa siendo el núcleo que desempeña funciones esenciales para el desarrollo de los individuos; aún cuando sus estructuras se modifican de forma tan acelerada a través de los años debido a los cambios sociales, culturales, políticos, económicos y demográficos. Dada tal bidireccionalidad entre sociedad-familias, en los últimos años se ha hecho evidente el ejercicio de una parentalidad ausente, que si bien ha existido desde siempre, en la actualidad dicho estilo de crianza se ha hecho más visible. Los horarios de trabajo más amplios, la inserción de la mujer al mundo laboral, la búsqueda de un estatus y satisfacción personal, o bien, la situación económica de nuestro país han orillado a muchas cabezas de familia a alejarse tanto física como afectivamente de sus hijos.
El presente trabajo pretende enfatizar y describir un nuevo estilo de crianza: el estilo parental ausente. En específico, se presta atención a la ausencia física y emocional de los padres y madres de familia, aún cuando viven dentro del hogar, ejerciendo así una parentalidad presente pero ausente. Asimismo, se realiza una interrelación entre dicho estilo, con la violencia ejercida y la compensación económica por parte de los padres. Por ello, se propone que es importante prestar atención a dicha realidad de familias, que impera y aumenta día tras día, pero que en muchas ocasiones es silenciada.
Palabras clave: estilos parentales, padres ausentes, familias contemporáneas