La Revolución Social Mexicana tuvo entre sus principios el reparto de tierras y la educación integral a campesinos. Un antecedente que sustenta el origen del Normalismo Rural y de la Educación Tecnológica Agropecuaria en México, podemos encontrarlo en el gobierno del Gral. Salvador Alvarado en Yucatán. Fue Gobernador y Comandante Militar; entre 1915 a 1918 desarrolló un programa educativo en el cual destacó la expansión y fortalecimiento de las Escuelas Rurales, las Escuelas de Agricultura, de Bellas Artes y la Ciudad Escolar de los Mayas. En la Escuela de Agricultura se planteó que Yucatán debería salir del monocultivo para ser económicamente independiente. Se instituyó la profesión de Agrónomo cuya duración de los estudios fue de cuatro años; las prioridades de enseñanza fueron los ejercicios prácticos y de laboratorio. El requisito de ingreso era solamente haber concluido la primaria completa. En el contexto económico local prevalecía el monocultivo del henequén con un potencial productivo que acaparaba el mercado mundial. En la relaciones de producción, a través de la hacienda como unidad productiva, se encontraba la figura del hacendado como clase dominante y la del peón como mano de obra explotada. En la visión estadista de Alvarado se dimensiona la necesidad de diversificar la agricultura con cultivos alternos, formando profesionistas con el perfil requerido. El proyecto “Ciudad Escolar de los Mayas” fue el antecedente de las Escuelas Normales Rurales, que luego se empezaron a establecer hacia 1922 en todo el país, bajo la gestión de José Vasconcelos como primer Secretario de Educación Pública. Aunque fue un proyecto fugaz y no sostenido, se pretendía preparar a los mejores profesores para las escuelas rurales del interior del estado. Fue de efímera duración por la deserción escolar de los alumnos, afectados por enfermedades estomacales. Fue una Escuela Normal por el Trabajo para formar maestros rurales, cuyos alumnos eran seleccionados como los más destacados de las haciendas henequeneras y pueblos pequeños, quienes regresaban a sus comunidades de origen para enseñar. Es simbólico que en la hacienda, donde hubo explotación humana, haya sido el espacio de liberación ideológica a través de un servicio educativo dirigido a hijos de peones; es el mismo criterio que se adoptó al crearse las Normales Rurales en el resto del país, instituciones destinadas para hijos de campesinos que funcionarían en donde hubieron haciendas. Alvarado se anticipó a Vasconcelos y Yucatán contribuyó al desarrollo histórico de la educación rural en México.
Palabras clave: normalismo, educación agropecuaria, haciendas.