El objetivo de la presente investigación es: Conocer los estilos de aprendizaje en alumnos de educación media superior a través del Cuestionario de Honey – Alonso en una institución pública en el Estado de México. El país necesita ciudadanos comprometidos con el progreso, la tolerancia y la convivencia sin violencia. Las reformas educativas de los últimos años, tanto en la educación básica, como en la superior y media superior, tienen como fin teleológico, la creación y consolidación de un mejor México. Los elementos básicos de transformación de la Educación Media Superior es elevar la calidad del sistema y mejorar el logro educativo, además integrar un sistema nacional de bachillerato, respetando la diversidad, que permitan dar pertinencia y relevancia a los estudios. Así como lograr el libre tránsito de estudiantes entre los subsistemas y contar con certificación nacional. Los actores principales de la reforma son los alumnos y los maestros, en la dinámica y propósitos de enseñanza y aprendizaje que tiene lugar en los espacios áulicos. Sin embargo, es esencial para el éxito de este cambio, conocer de cerca a los alumnos, más allá de nombres y números de cuenta, la indagación de las diferencias individuales en los procesos y estilos de aprendizaje, facilitará y mejorará el logro educativo. Es por ello que se justifica la presente investigación. Los participantes del estudio la integran un total de 130 alumnos, sus edades fluctúan entre 14 y 18 años, con una media de 15.3 años. 42% de los sujetos son mujeres y el resto 58% hombres. El instrumento aplicado detecta cuatro estilos de aprendizaje: Teórico, Activo, Reflexivo y Pragmático. Los resultados muestran que no hay diferencia estadísticamente significativa en la preferencia de los diferentes estilos de aprendizaje, esto es las medias de cada uno de los estilos de aprendizaje son: 30.5 estilo teórico, 29.06 estilo activo, 28.90 estilo reflexivo y 30.6 estilo pragmático. Los datos invitan a los docentes, tutores y orientadores a desarrollar los diferentes estilos de aprendizaje que apoye la formación de los alumnos, que favorezca aprendizajes autónomos. También se calculó la prueba “t” para ver si hay diferencia significativa, entre hombres y mujeres. Los resultados muestran que no hay diferencia estadísticamente significativa en el estilo de aprendizaje en hombres y mujeres. Los docentes de esta institución pueden aprovechar los resultados, para reforzar el estilo de aprendizaje congruente, con el contenido y objetivos de aprendizaje de la asignatura que imparten.
Palabras clave: Estilos de aprendizaje, educación media superior