La comunidad indígena conforma el cinco por ciento de la población mundial, está distribuida en alrededor de 90 países, con más de 5000 grupos, supera los 370 millones de personas y son contados entre las comunidades más desfavorecidas y vulnerables.
Mientras que en la década del 60 de siglo XX, se anunciaba el fin de la civilización amerindia; la década del 90 trajo un renacimiento indígena; con la toma de conciencia acerca de la necesidad de recuperar el lugar que les habían arrebatado durante el período colonial y republicano, alcanzando protagonismo en la formulación de sus demandas y presentación de propuestas y con respaldo en la decisión de la ONU que declaró 1993 como Año Internacional de los Pueblos Indígenas; y en países como Ecuador, México y Bolivia, entre otros; participan activamente en el proceso político nacional.
En Bolivia el porcentaje indígena supera el 60% de la población, con más de 33 grupos étnicos y han pasado de simple movimiento social para convertirse en sujeto activo de la estrategia del poder nacional; logrando que el reconocimiento del derecho a la diversidad cultural forme parte de las negociaciones estatales.
El proceso de reafirmación de la identidad indígena boliviana no ha estado exento de fracasos y limitaciones; pero se destacan los incuestionables éxitos y el dinamismo dentro del panorama político y social, que condujo a la victoria electoral el 18 de diciembre del 2005, del líder aymara Juan Evo Morales Ayma; pasando a ser el primer presidente indígena del país después de más de 175 años de vida republicana.
También a nivel internacional se ha generado una nueva lectura de la cuestión indígena que ha favorecido las corrientes de opinión en este tema, enfatizándose no solo en el tradicional derecho a la tierra; sino también a la educación intercultural.
El problema teórico de la Ponencia se conduce por la necesidad del estudio del desarrollo de los movimientos indígenas en América Latina, en especial en el Estado plurinacional de Bolivia, como requisito para el conocimiento de nuestra realidad política y social y la adecuada valoración del lugar que ocupan actualmente los movimientos indígenas en el desarrollo histórico de los pueblos.
Para el desarrollo del marco teórico hemos transitado por la recopilación de la información, la revisión y análisis de la bibliografía, con la aplicación de la abstracción, concreción y síntesis como procesos cognoscitivos.
Palabras claves: identidad indígena boliviana; proyección nacional e internacional.