Para lograr una educación de calidad se requiere de la identificación, intervención, seguimiento y evaluación de diversos indicadores y acciones que favorezcan al sistema en lo general, y aportar de manera eficaz al cumplimiento del compromiso denominado calidad; para ello la investigación aporta de manera científica y sistemática elementos en los ámbitos educativos y en los actores que participan.
La investigación-acción es una metodología que toma al educador en su contexto natural para que reflexione sobre su práctica, y dónde él es el protagonista de su propio proceso de construcción del conocimiento, con la detección de problemas y necesidades que le permiten la elaboración de propuestas y soluciones.
La presente ponencia tiene como objetivo mostrar la metodología de la investigación-acción como una experiencia desde el ámbito de la Orientación Educativa en el nivel medio superior, desarrollada en el Colegio de Bachilleres del Estado de México plantel 01 Zinacantepec, México.
Dado que la investigación-acción se configura como una espiral de ciclos de planificación, acción, observación y reflexión. Se inició con la identificación de la problemática en donde se detectaron diversas situaciones en el desempeño de la práctica como orientador educativo, la gran mayoría refiere a la falta de tolerancia hacia los estudiantes, poca confianza y paciencia, escasa escucha, falta de convivencia, comprensión, trabajo en equipo con los docentes y orientadores. De estos aspectos se considero prioritarios trabajar la comunicación, la asertividad y la empatía como habilidades sociales a desarrollar.
La intervención se desarrollo a partir del modelo psicopedagógico que incorpora a los Modelos de Programas, Consulta y Clínico (Sobrado, 1990). Las categorías que se incorporaron al programa de intervención se basaron en las habilidades sociales dirigidas a la comunicación, asertividad y empatía.
Como resultado de la intervención educativa, se realizó una resignificación de la práctica reorientando las actitudes y conductas hacia el desarrollo y logro de habilidades de empatía, asertividad defendiendo los derechos como persona, y respeto por los demás.
Se concluye que la asertividad más la empatía dan como resultado la comunicación eficaz, es decir, forman dos pilares que nos permiten una comunicación eficaz, fluida, que se consuma en relaciones interpersonales armónicas que propician mejores ambientes de aprendizaje.
Palabras clave: Habilidades Sociales, Investigación-Acción, Orientación Educativa.