Las humanidades que no pertenecen a las ciencias exactas, hacen difícil de entender su presencia en una carrera de ingeniería en comunicaciones y electrónica. La participación de cualquier ingeniero, diría parte del gremio, consiste en hacer tecnología, preocupándose más por las cuestiones técnicas que por lo humano, dejando de lado el servicio a la sociedad, el enriquecer y conocer sobre la cultura, historia, valores, ética, filosofía y todo aquello que omite la presencia de las humanidades. Esto ha hecho que en ocasiones se culpe a la tecnología de todos los males que afectan a la humanidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1997 hablaba sobre la formación de los ingenieros considerando aspectos como: un espíritu crítico, creatividad y espíritu innovador, sentido de la competitividad, capacidad de comunicarse, formación multi e interdisciplinaria, autoaprendizaje, flexibilidad en el ejercicio profesional, formación ética a través de valores y códigos de ética, respeto hacia el medio ambiente, etc.
Uno de los graves problemas que enfrenta la carrera de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica (ICE) de la ESIME-Zacatenco es el menosprecio por algunos de docentes hacia las materias humanísticas, como parte de la currícula de la carrera. Sin embargo, la presencia de éstas no es cuestión de capricho sino de la necesidad de formar ingenieros integrales.
El presente trabajo pretende mostrar cómo ha sido la presencia de las materias humanísticas en la currícula de la ESIME, su desarrollo y problemática para generar una reflexión y argumentación sobre la importancia de éstas en la formación integral de los futuros ingenieros, ya que las humanidades no entorpecen el desarrollo de la ingeniería, al contrario la enriquecen como profesión.
Palabras clave: humanidades, ingeniería, educación integral.