La Ilustración, cuyos principios se basaban en la razón, la igualdad y la libertad, sirvió de impulso a las Trece Colonias norteamericanas para su independencia y era la corriente de pensamiento vigente cuando inició la Revolución Francesa, ambos ejemplos sirvieron de «trampolín» ideológico para el inicio de la revolución y la expansión de las nuevas ideas ilustradas. En México, estos ideales inspiraron a los ideólogos para iniciar la lucha por la independencia, legando para la posteridad, una ideología que prefigura el acontecer de nuestra época.
Las condiciones actuales en las que vive la sociedad y la crisis con sus diferentes facetas, interpelan llevar a cabo un esfuerzo para alcanzar una interpretación al filo de los hechos que describa el porqué de tales condiciones. La emergencia educativa en México no está exenta de estos acontecimientos, por lo que requiere entrar en un proceso que ayude a contrarrestar el individualismo injustificable y el reduccionismo antropológico de nuestro tiempo. La acción educativa ha de fortalecerse ante este “cambio de época” a fin de llevar a cabo una reflexión teórico-interpretativa sobre sus fundamentos, con el propósito de reorientarla a lo que ha sido la cuestión fundamental de la pedagogía: el crecimiento personal fundado en valores y la transformación social; entrar en un proceso de crecimiento hacia la madurez humana, implicaría desde la persona, ir más allá de la racionalidad y asumir el reto para fomentar una educación desde y para la dignidad humana.
Si partimos de la idea de que la Ilustración está asociada a la crisis de la razón, podemos afirmar que existen elementos afines que caracterizan la forma de pensar y proceder de las personas, producto de una educación recibida que esté asociada a la divisa de la Ilustración. Así como la Ilustración prefigura el acontecer de nuestra época, prefigura también la intención de llevar a cabo una educación que esté al servicio de intereses de producción y mano de obra.
Los informes respecto a la situación por la que transita la educación en México, revelan que en el fondo la intención no es formar para la vida, sino para el servicio. Son de suma importancia los datos duros que mucho nos dicen y no son nada desdeñables, empero, la analogía que se pretende hacer al respecto, inicialmente intenta dar a conocer las características tanto de la Ilustración, como del hombre, producto de la educación en México, pese a los factores que la han configurado, para simultáneamente hacer una reflexión teórico-hermenéutica de la crisis de la educación y lo que se apela atender como emergencia educativa en México.