La educación de enfermería brindada por programas de tipo profesional, ha sido influenciada históricamente los modelos educativos biomédico - tradicionales, desde pedagogías del consenso y del conflicto, que ha marcado el proceso enseñanza- aprendizaje de forma positivista. Para transitar este enorme impacto en la formación de los profesionales de enfermería, el auge y desarrollo de la disciplina y su estado actual, se requiere incorporar una nueva visión desde la educación y el paradigma emergente de la ciencia, relacionarlo con la esencia de su fenómeno disciplinar: el cuidado de la vida y la salud. La intención de la ponencia es presentar una red configuracional de lo que constituye la educación enfermería, su ejercicio, sus sujetos y sus prácticas pedagógicas desde el paradigma de la complejidad y del biocentrismo centrados en el aprendizaje, como nuevas formas de conocer y de comprender el cuidado como un patrón que gira entorno al mantenimiento y desarrollo de la vida.
Las bases de pensamiento sobre las que se desenvuelve el cuidado están presentes en quienes la ejercen a diario y en quienes somos mediadores de aprendientes nuevos, y de allí nuestra responsabilidad de integrar holísticamente el pensamiento, la vida, el cuerpo, las emociones, las acciones y a nosotros mismos, como sujetos cuidadores en la educación; la dimensión estética del cuidar y del mediar el aprendizaje, involucra el cuerpo del que cuida y el cuerpo de quien es cuidado, y se teje en todas sus dimensiones, no escapamos de sus dinámicas, de sus sentires, de sus manifestaciones, de su vivencia permanente. El cuidado y el aprendizaje vivido de esta manera, se convierte entonces en una trama que gira en torno al devenir humano, en permanente cambio, que se mueve entre relaciones de intercambio, que se disipa y se configura en autopoiesis permanente en el caos, que no solo implica orden, sino creatividad y bio céntricamente, poner y rescatar la vida y lo ecológico en favor de la vida misma.
No solo necesitamos cuidar el cuerpo, es imprescindible cuidar los entornos en los que se aprende y se desarrolla; los escenarios en los cuales se crea, recrea y aprende el cuidado, requieren dimensionarse como comunidades cuidadoras, en las que el cuidado y el aprendiente sean lo primordial, donde todos seamos sujetos activos, participantes, en permanente interacción, en los que aprendemos de la vida, por la vida, para la vida y la salud y de sus circunstancias cambiantes, con nuevas miradas, vivencias y prácticas pedagógicas, que permitan desarrollar seres humanos que saben, viven, sienten y practican el cuidado en coherencia con la ética y la vida misma, de la cual son parte.
Palabras Clave: Enfermería, Cuidado, Educación.