El Afrontar es resolver un peligro, problema o situación comprometida y es muy distinto de enfrentar, donde regularmente se busca pelear con el fin de aniquilar, desafiar o competir, por consiguiente no es lo mismo pelear contra la adversidad o alguna situación frustrante, que resolver una adversidad. Son actitudes o respuestas diferentes, pues afrontar, es abordar con éxito una situación difícil o frustrante.
Por otro lado, la frustración es el sentimiento que surge cuando no logramos nuestros deseos, fracasamos en el primer intento de lograr una meta. La base del problema no está en el dolor y la frustración que vivimos, sino en nuestra actitud ante ellos. En el aula, manejar este sentimiento es clave, puesto que los bajos niveles de tolerancia a la frustración originan fatiga emocional y física, desencadenando problemas de autoestima, sensación de fracaso e impotencia y falta de confianza en los alumnos. Para desarrollar este trabajo, se trabajó con 25 alumnos de la carrera de Ingeniería Ambiental de UPIBI, se aplicaron dos encuestas, la primera encuesta tuvo como objetivo determinar los factores principales que inducen en el alumno una baja tolerancia a la frustración, la segunda encuesta que se les aplico, tuvo como objetivo determinar los elementos que les apoyan a afrontar la frustración en situaciones futuras. Los resultados muestran que la gran mayoría de los estudiantes encuentran dentro de las aulas un factor importante que favorece la frustración. Por lo tanto, es necesario que se incluya como parte de la educación superior una formación en competencias emocionales de forma explícita en el currículo, pues, solo en este sentido, estaremos aportando a la construcción de una sociedad más humana, capaz de afrontar y manejar situaciones frustrantes, favorecer mecanismos de autorregulación emocional que apoye al estudiante a afrontar de la mejor manera situaciones académicas adversas.
Palabras Claves: Afrontar, estrategias, frustración, educación, aprendizaje.