Es por demás sabida la complejidad que representa el tema de educación, considerando sus innumerables aristas, las diferentes perspectivas filosóficas, sociológicas, psicológicas y pedagógicas; mismas que tratan de dilucidar la complejidad de cómo aprende el sujeto.
La Teoría de la Actividad, propuesta por Leontiev como paradigma que sienta sus bases en la psicología histórico-cultural, representa una alternativa viable en la formación docente, en un ámbito educativo cada vez más demandante, con una realidad ya no vista desde lo local, una realidad global; de ahí que dicha teoría comprenda procesos específicos que realizan una relación activa con la realidad, en pro de su constante proceso de cambio, y como tal; la formación docente requiere su propia transformación.
En cuanto a la disciplina de las neurociencias, si bien paulatinamente se han integrado al ámbito educativo en la actualidad, una mayor inserción en éste resulta imperativo; en el ámbito de la formación inicial para la docencia, poseer una visión integral del aprendizaje humano, enlazando aspectos biológicos, psicológicos y sociales, contribuirá al fortalecimiento de las competencias para la vida.
En una realidad educativa cada vez más compleja y con un entramado social diverso, surge la necesidad de cerrar las brechas epistémicas entre las perspectivas teóricas emergentes como neurociencias, la teoría de la actividad y su interacción con la formación de docentes; esta interacción está supeditada a la integración de los principios teóricos, los saberes disciplinares y pedagógicos así como las competencias.
En su propia actividad transformadora, transitar de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento, con una visión de trabajo cooperativo, coadyuvará a abordar los problemas educativos de manera integral, de conocer su origen, arribar al punto en el que se gestan, permitiendo el diseño de estrategias y herramientas de enseñanza eficaces; sin embargo el esfuerzo aislado difícilmente logrará tan ambicioso fin.
El trabajo colegiado es esencial para dar a este un sentido interdisciplinario, potenciando la gestión del talento humano en miras de fortalecer el quehacer pedagógico, integrando conocimientos en materia del funcionamiento cerebral, priorizando a partir de esta lógica su aplicación al ámbito educativo, situación que marcará la dinámica de la actividad docente que corresponda a una mirada de la realidad que constantemente se transforma.
Palabras claves: Neurociencias, formación, actividad.