Una de las preocupaciones sociales en la educación reviste al posicionamiento educativo. Por lo tanto, es el docente a quien se le atribuye la responsabilidad social de alcanzar esta meta, y por consiguiente la formación queda en un develamiento de controversias que pueden ser entendidas en la medida que se sitúe en el terreno de la docencia.
La investigación colocada en el territorio educativo reviste su importancia desde que la hace visible, esperanzadora, e inédita, por ser viable de un autodesarrollo profesional de los docentes de Educación Primeria.
Ser docente y como operatorio de enseñanza es al mismo tiempo investigador, a este binomio constituye una modalidad de formación que integra a toda la docencia, sin separación de investigar el propio los hechos que ocurren en el salón-laboratorio, es un autodesarrollo profesional interrelacionado.
Se requiere de desarrollar constantemente nuevos conocimientos en relación a los cambios continuos de la docencia y en relación a la realidad que vive el docente, al mismo tiempo un vínculo estrecho con la sociedad.
La investigación acción es reflexión de las actividades profesionales en situaciones reales que se caracterizan por la naturaleza incierta, inestable, singular y por darse en ellas conflictos de valores, falta de convivencia armónica y de una educación para la paz; por lo anterior se hace una reflexión en la acción, bajo esta categoría epistémica se desataca la reflexión de lo que sucede en la acción:
En este sentido, emerge el posicionamiento de mirar a la docencia para hacer ángulos de miradas, de nuevas situaciones para investigar su propia práctica profesional entre lo que se sabe y deja de hacer con relación a los niños en proceso de formación, que justamente es para ellos el servicio educativo, una donación que bien vale la pena.
PALABRAS CLAVE: Investigación acción, autorealización profesional, reflexión.