En la escuela se da una interacción dialéctica entre alumnos y profesores, en esta relación y en el espacio escolar surgen muchos fenómenos como la deserción, la reprobación, el gusto o las dificultades por aprender, asuntos que a pesar de lo pedagógico, no han podido superarse. En muchos de esos fenómenos se ha detectado que la motivación es un aspecto que incide en ellos. Existe la motivación intrínseca y extrínseca como los motores principales de acción en un sujeto, siendo estos tipos de motivación los que mueven a una persona en todos los aspectos de su vida.
Surgen entonces las siguientes interrogantes: ¿realmente no le gusta estudiar o no le gusta ir a la escuela? ¿por qué no quiere ir a la escuela? ¿le interesa aprender, es decir adquirir los conocimientos que se les proporciona en la escuela? o tal vez ¿sus intereses son otros y por eso no le interesa aprender en la escuela ?. Enfatizo en la escuela porque recordemos que hoy en día las personas tienen un abanico de oportunidades para poder estudiar, las telesecundarias, en línea, de manera semipresencial o presencial, ésta última opción es la que ofrece el sistema escolarizado y al menos en nuestra sociedad es la opción más demandada.
La idea fundamental es que el alumno va a la escuela a adquirir conocimientos, pero hoy en día el estudiante tiene la información a la mano, pero para que esta información sea transformada en un conocimiento tiene que pasar por un proceso de aprendizaje el cual se da cuando el alumno se encuentra motivado, para que esto suceda se tienen que dar las condiciones físicas y psicológicas apropiadas para lograr un verdadero aprendizaje en la escuela y no sólo una simple memorización. En este proceso el papel del docente es crear esas condiciones externas, así como descubrir y potenciar sus motivaciones internas para lograr el aprendizaje en sus alumnos.
Palabras clave: motivación extrínseca, motivación intrínseca, aprendizaje.