Resumen
Uno de los objetivos más importantes de la educación es preparar a los individuos para afrontar y superar lo mejor posible los retos que se presentan cotidianamente. La responsabilidad del educador es brindar a cada individuo las herramientas necesarias para poder cumplir exitosamente las tareas que se le presenten, independientemente (mejor dicho considerando) las características particulares de cada individuo. Esto incluye considerar tanto aquellas características que resultan ventajosas como aquellas que resultan limitantes. Los individuos con Necesidades Educativas Especiales -NEE- tienen el derecho y deben estar tan preparados para afrontar los retos tanto como cualquier otra persona.
El trabajo del educador al atender NEE es amplio y arduo. Va desde la identificación de las necesidades especiales, de las limitaciones para el aprendizaje regular y de las características de cada situación; hasta la comprensión de diagnósticos y la realización de adaptaciones curriculares (de forma, contenido o evaluación) brindando estrategias y herramientas al individuo; incluyendo la evaluación de la eficacia de las técnicas usadas.
La variedad de características que pueden presentar los individuos es tan amplia como la cantidad de individuos. Las limitaciones/necesidades que se pueden presentar son muchas y muy diversas. Dentro de los aspectos físicos podemos mencionar alteraciones anatómicas, fisiológicas, motoras, sensoriales, incluso estéticas. Las alteraciones biológicas se pueden presentar en cada órgano, sistema o función de nuestro cuerpo, incluso en varios al mismo tiempo. En los aspectos psicológicos y sociales la lista es igual de variada y extensa. Las necesidades a cubrir para lograr el aprendizaje son especificas de cada situación. El trabajo es grande al abordarlas pero es posible y es parte de nuestra obligación como educadores.
La gran diversidad de Necesidades Educativas Especiales puede complicar la tarea del educador. Sin embargo las herramientas disponibles son también vastas y múltiples. Contamos con muchísimas herramientas simples y de bajo costo, además la tecnología nos brinda gran cantidad de herramientas que facilitan el trabajo del educador y brindan múltiples posibilidades al individuo. Se debe tener siempre presente que lo más importante no es el material, la actividad, ni el costo; si no el manejo que se haga de los recursos con los que contamos. El trabajo del educador en su interacción con los estudiantes sigue siendo lo más importante. La preparación, disposición y vocación son las herramientas más poderosas con las que contamos los educadores.
Lo que hace la diferencia es que los educadores seamos consientes de que estas necesidades existen y estemos dispuestos a atenderlas. Podemos y debemos estar preparados para dar educación diversa, incluyente e integradora: estudiando, investigando, recibiendo asesoría, compartiendo ideas, explorando materiales y tecnologías.