La familia hoy
Se reconoce a la familia como la célula de la sociedad desde el inicio del siglo pasado, pero ¿cómo será la familia de este nuevo milenio? ¿Cuales son las nuevas funciones con las que cumplen padres, madres y educadores? ¿Qué están haciendo para que surja una nueva sociedad en transformación? ¿Qué está ocurriendo en la familia que comienza a ser una preocupación de los gobiernos?
La sociedad se mueve en su conjunto entre la familia y la política. Actualmente a gobiernos de muchos países les preocupan los cambios de la época. La baja natalidad, el gradual envejecimiento de la población, la aparición de las familias monoparentales, los emparejamientos sin papeles ni regulación, los retrasos para abandonar la casa paterno-materna, el desempleo y las familias homosexuales son solamente algunos ejemplos de la transformación que se está dando en la sociedad y que de inmediato se reflejan en los comportamientos ocurridos al interior de la familia.
¿Cómo se acomoda la familia a las nuevas exigencias de la sociedad y que estrategias adopta ante los cambios sociales? ¿Que esperan las familias de la política o que cambios serían necesarios para que las mujeres puedan relacionarse mas equitativamente? ¿Cuáles son los nuevos retos, obstáculos y dificultades que enfrentan las familias hacia sus propios límites.
Al estudiar la familia resulta imposible separarla del contexto social que le rodea. Está inmersa en la sociedad y es base de la misma. Hoy en día recibe influencia con los cambios que al operar a un ritmo tan veloz, demandan hacia la propia familia una reestructuración permanente.
La problemática social presiona a la familia a tal grado que las dificultades se expresan en la conflictiva de interrelación e interacción que se da entre sus miembros. Al ensancharse la brecha comunicacional entre las generaciones, se atenta contra las bases de la estructura familiar, o sea el valor moral alcanzado por cada persona dentro de la misma. Cuando no hay reconocimiento se debilita toda autoridad moral de los padres hacia los hijos.
Los problemas sociales los sufren las familias quienes los generan. La sociedad está en crisis en varias de sus estructuras, en lo educacional los sistemas no generan el capital intelectual y creativo para auto transformarse, en lo moral vivimos en una doble o triple moral según los valores o anti valores que se adopten. En lo religioso el conflicto se expresa en la oposición de los valores "tradicionales" que han sustentado la conducta humana, contra la gran oferta de iglesias, templos, creencias y ritos que en México van de la tradicional “limpia” a la sofisticada lectura del horóscopo o del Tarot, o bien rituales emergentes hace varios años como son la “Santa Muerte” o las renovadas ofrendas y propósitos del equinoccio de primavera en distintas pirámides del país.
Retos actuales
Hoy más que nunca, la familia enfrenta un desafío: mostrar los valores que constituyen su fundamento y su trascendencia. La tarea de educar a los hijos nunca ha sido fácil. Precisamente por eso la familia requiere de mantenerse continuamente como el eje principal del equilibrio psicosocial. En lo espiritual las familias han de encontrar nuevos estilos y otra normatividad para lograr un futuro más limpio en todo sentido, para sostenerlo son necesarios valores orientados a formar otra cultura.
Durante estos últimos años se ha agravado la situación social porque hay individuos que desconocen los principios morales trascendentes, se dedican a corromper, robar, asesinar. Los principios fundamentales morales y éticos resisten el paso del tiempo y parecieran permanecer inamovibles y más fuertes frente a los cambios que imponen las nuevas condiciones sociales. En los países Latinoamericanos los valores tienden a cambiar muy rápidamente, resulta notable lo fácil que poblaciones enteras se asimilan a nuevos parámetros, en muy poco tiempo el mundo se ha saturado de tecnología, la paradoja es que muy pocas personas utilizan toda la capacidad instalada de su aparatos.
Los jóvenes hoy generan nuevos usos y destrezas, nuevas expresiones y códigos diferentes, se comunican de otra manera y tienen acceso a tantas personalidades como direcciones electrónicas puedan tener, están llenando el mundo de nuevas costumbres y nuevos esquemas para evaluar lo moral de una situación determinada. Ante este panorama resulta imprescindible la unidad familiar. Para generar nuevos valores familiares es necesario que la familia sea un centro de equilibrio entre la salud emocional y la estructura bioética de sus miembros. De la familia, para ellos mismos y para quienes le rodean. Desarrollar esta tarea resulta un imperativo.
En la actualidad la familia está más desprotegida como institución, en algunos casos por aquellos que tienen el deber de hacerlo jueces y servidores públicos. En la Declaración de los Derechos Humanos (artc.16-I) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 23-I) se define a la familia como el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la Sociedad y del Estado.
La familia hoy está expuesta a las fuerzas económicas, políticas y culturales que representan una clara amenaza a la institución familiar. Hay evidentes indicadores de fuerzas destinadas al debilitamiento de su estructura y contra su integridad. En lo económico el desempleo y la desigualdad. El poder adquisitivo muy alto de algunos, pocos contra los muy bajos para una gran mayoría. En México existen tres grandes temas que influyen directamente en la distribución y calidad de la vida familiar, la primera es la pobreza que lleva a la desnutrición y la desesperanza, muchas veces acarrea daños irreversibles. La segunda, el aumento del alcoholismo y la drogadicción, y en tercer lugar el aumento de la violencia homicida. Estos factores son macro sociales o estructurales, ya que es poco lo que individuos particulares pueden hacer bajo la influencia de la pobreza, las adicciones y la violencia sin programas qu apoyen esas pequeñas voluntades.
En estas tres condiciones se requieren esfuerzos gubernamentales coordinados y eficientes. De acuerdo con el reporte ejecutivo del CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social y UNICEF. CONEVAL y UNICEF México mediante la elaboración y el lanzamiento del Estudio “Pobreza y derechos sociales de niños, niñas y adolescentes en México, 2008-2010”, presentado en abril de 2013. Se llevó a cabo en el marco del acuerdo de colaboración entre el CONEVAL y UNICEF México.
“La pobreza en la infancia tiene características específicas que le dan a su atención y reducción un sentido de urgencia: la probabilidad de que se vuelva permanente es más alta que en el caso de los adultos, al igual que la posibilidad de que se reproduzca en la siguiente generación, además de que las consecuencias negativas que ocasiona son irreversibles en la mayoría de los casos, lo que compromete el desarrollo presente y futuro de las niñas, niños y adolescentes que viven en situación de pobreza.” Pp. 4 según el estudio hay otras tres condiciones que tendrían que aumentar para abatir la pobreza, “las condiciones del entorno en el que se desarrolla la vida de las niñas, niños y adolescentes. Un análisis de la pobreza infantil que incorpora el índice de marginación (CONAPO, 2011) revela diferencias muy marcadas entre los municipios de muy alta y muy baja marginación que corresponden con una mayor incidencia de pobreza en los primeros”. Otro factor según el estudio es “la cohesión social.3 El análisis de los datos permite apreciar que en aquellas entidades donde aparentemente existe una mayor cohesión social (mayor apoyo de redes sociales, menor polarización y menor desigualdad), los niveles de pobreza son menores que en aquellas con menor cohesión social”. Pp.10
El país seguirá siendo un mosaico cultural inmenso, por la diversidad geográfica, étnica y social, esta situación agrega complejidad al proceso para revertir la pobreza y elevar el nivel educativo de la población.
Las fuerzas culturales producen cambios observables en la mentalidad de las nuevas generaciones, el primer ejemplo de estos impactos es la tendencia en aumento, del número de mujeres, quienes se proponen ser madres; pero no formar un hogar ni convivir con el padre del niño. Este es un modelo nuevo de organización familiar. La mujer sólo reconoce la participación biológica del padre, necesario sólo para donar su célula fecundante.
Un segundo ejemplo de las presiones sociales recibidas por la familia es el número también creciente de jóvenes que deciden vivir juntos sin legalizar su unión. Previniéndose de una probable separación, no se comprometen cabal y honestamente con la relación. La unión se justifica en pseudo valores o sólo “mientras dure”. Sin saber bien a bien el significado trascendente de la unión de un hombre con una mujer.
Una tercera presión de gran influencia, ha sido el proceso de legalización del aborto. Para concluir dicho proceso se requerirán de varios años para que sea aprobado por todas las legislaturas. La legalización del aborto aceptada por varios países, recibió apoyo de diferentes Movimientos Feministas. No hay duda de la necesidad reivindicatoria del rol femenino, la mujer es aún en muchos sentidos denigrada, sin embargo, el argumento de ser dueña de su cuerpo, parece le hace olvidar que sólo es portadora de una nueva vida individual que merece ser respetada. El aborto es donde se encuentran en franca oposición la cultura de la muerte con la Cultura de la vida.
Una cuarta presión social proviene de la aceptación legal de las uniones homosexuales, éstas pretenden igualarse con las heterosexuales. Este conflicto impacta a la familia con una tendencia también creciente del miedo de saber que sus hijos o hijas se hayan transformando en homosexuales. El activismo Gay es muy dinámico y avanza a nivel mundial a un ritmo y a unos niveles inimaginables, influencian decisiones políticas y gubernamentales. Están cambiando los patrones del ejercicio de la sexualidad. Hoy las comunidades lésbico gay son opciones culturales de turismo, cruceros, hotelería, restaurantes, bares y demás negocios florecen gracias a su dinamismo y compromiso, lo han transformado en un orgullo. El avance de los grupos pro gay desde hace más de dos décadas es alarmante. Lograron suprimir del Manual de los desordenes mentales (DSM-IV) la homosexualidad, la cual era considerada un perturbación de la sexualidad en la mayoría de los tratados de sexología. No detienen su afán de lograr reconocimiento y transformarlo en derecho. Se pretende la adopción de hijos pareciendo no tener en cuenta que quien adopta un niño debe hacerlo para el bien del niño y no para el bien propio. Nadie sabe si éste tipo de adopciones representarán para los niños y niñas una perturbación en el desarrollo de su identidad.
Una quinta presión consiste en el nuevo concepto de “género”, el cual aparece en los programas de educación sexual, se intenta dejar de lado la determinación biológica de lo masculino y lo femenino, de hecho existe el termino LGBTI para referirse a los grupos conforme van apareciendo, en este caso se refiere a sexualidad lésbico, gay, bisexual, transgénero e intersexuales, desde la perspectiva socio cultural se están estableciendo nuevos géneros.
La sexta presión proviene de la ciencia, el descubrimiento del genoma humano, la medicina atómica y molecular junto con los intentos de clonación de seres humanos y el reemplazamiento de órganos por cultivo de células madre ofrece un panorama de una vida mas prolongada. No sabemos como será la familia en el espacio o como serán las parejas cuando la mayoría de sus relaciones sean cibernéticas, ya no habrá necesidad de asistir a una tienda, el refrigerador enviará un mensaje a la tienda de lo que falta y al llegar les estarán por entregar los víveres, las cocinas siempre tendrán café fresco en segundos y varias recetas preferentes programadas. Vivirán de acuerdo a las normas que les impongan las grandes urbes y la política vigente para ese entonces.
La familia como institución está frente otras muchas presiones ideológicas, es necesario actuar en todos los medios para promover proyectos orientados a los padres para facilitar el ejercicio fiel de las funciones que les corresponden. El Estado también ha de ejercer políticas que tomen en cuenta la importancia de velar la integración familiar, es necesario proporcionar orientación a los padres sobre el trato y comportamiento que deben desempeñar en sus hogares con cada uno de sus hijos. Es necesario que los padres ofrezcan mayor información acerca de los cambios de la adolescencia y del peligro del ejercicio de la sexualidad precoz. Toda familia recorre diferentes períodos durante su desarrollo, en cada una de ellos se demanda un aprendizaje específico y una respuesta única. En este proceso de reflexión se precisa replantear las funciones básicas de todo sistema familiar.
La familia amorosa
El amor auténtico vivido en familia debe alcanzar a la sociedad, la familia debe salir de sí misma y compartir esta vivencia profunda del amor entre ellos que es un reflejo del amor en eso consiste su trascendencia. Actualmente las Familias están tan saturadas con el trabajo, la educación de sus hijos y todas las actividades concernientes a la crianza y la manutención que rara vez tienen tiempo suficiente para conversar y convivir, mucho menos para ofrecerse períodos de calidad, y conversar con afecto. Entonces es crucial recomenzar para formar a los hijos en la afectividad y así ayudarlos a desarrollar su capacidad de amar. El amor se transmite en casa. La capacidad de amar es resultado del desarrollo afectivo que ha tenido el ser humano durante sus primeros años de vida, es un proceso continuo y secuencial que va de la infancia, hasta la vejez. El amor en la familia básicamente tiene los siguientes propósitos esenciales:
El compromiso humano de un padre y una madre al convertirse en familia es educar al nuevo ser, educar significa formar, orientar. La pareja tiene donde depositar todo el legado que le antecede. Para los niños, la familia es la primera experiencia formativa en el tiempo de vida de ese nuevo niño o niña, la primera congregación que le asiste son su madre y su padre, son los primeros en aparecer en su espacio social, ésta primera significación dejará su huella durante la vida del individuo. Educar es mirar en cada hijo las potencialidades y las particularidades que le distinguen como persona y apoyarle procurando desarrollar dichas aptitudes. Educar significa cultivar el talento y la curiosidad para alimentar a la mente con conocimiento. No es posible educar a los hijos por igual, cada hijo tiene sus propias capacidades personales las cuales han de tenerse en cuenta durante su formación.
El primer propósito familiar es el Amor, el cual que incluye la presencia de límites claros. El amor real y verdadero a los hijos tiene disciplina. La persuasión amorosa y la vinculación afectiva fuerte permiten un sano desarrollo emocional de todos los integrantes.
El segundo propósito fundamental es la seguridad, los vínculos afectivos familiares deben ser fuente de seguridad y contención. Frente al medio cambiante y confuso, es preciso desarrollar una autoestima sólida y una actitud agradecida entre todos sus miembros, en la familia se facilita la autorrealización y el adecuado crecimiento de cada potencial individual.
El tercer propósito de la familia es lograr en el ejercicio de las funciones que le son propias cumplir con amarse, como eje amoroso representan un centro de bienestar físico, mental y espiritual para todos sus integrantes y con un impacto positivo hacia la sociedad.
Funciones de la familia
En cumplimiento con el primer propósito le corresponde ofrecer la oportunidad de educar en y con valores humanos fundamentales. El crecimiento, desarrollo y mejora constante permite a los niños gozar de un ambiente estable y estimulador. De esa manera propicia situaciones que desencadenan un pensar y una profundidad. Al reflexionar se ofrece el inicio de una vida en superación y autocrítica constante. El amor es reflexión, constancia y profundidad.
El propósito de seguridad se alcanza cuando el esfuerzo colectivo se orienta hacia el amor al trabajo. El esfuerzo es el motor del cambio, para ello se requiere de continuidad y tesón. Ambas cualidades no son posibles sin disciplina y sin conocimiento. Es en la acción y la ejecución donde las obras se replantean las veces necesarias siguiendo un camino de toma de decisiones. Se requiere de mantener el esfuerzo con ánimo dispuesto y permanecer orientado hacia la productividad y el quehacer responsable. Las metas, las estrategias y los planes se trazan trabajando. Esta actitud es crucial en el camino del éxito, la gratitud y la rectitud personal.
El tercer propósito de seguridad se cumple con la función de la convivencia; el amor es ser y estar bien en conjunto. Es en la familia donde se empieza a ser y a estar, dependiendo de cómo se estimule esa potencialidad, la persona modelará su ser y conducirá su estar. Esta integración primaria es la base de la construcción personal, si el ser no tiene lugar donde estar no podrá desarrollarse adecuadamente.
Cuarta función: El amor familiar al trasmitirse a la sociedad genera un esfuerzo colectivo de ser mejores. La continuidad amorosa que da inicio en la pareja trasciende a los hijos y con ellos contribuye a mejorar la sociedad. En la familia se forja la voluntad y el corazón. Sólo de esa manera será posible contribuir en la posibilidad de una sociedad más preparada e íntegra.
Quinta: El amor ayuda a cada miembro que integra una familia, especialmente a los hijos para que desarrollen todas sus capacidades y potencialidades con las que vienen dotados, el estímulo amoroso les impulsa para que logren alcanzar lo más posible sus objetivos en la vida.
Sexta: El afecto estimula el aprendizaje y desarrolla la inteligencia gracias a la sensación de seguridad y confianza que otorga. Si se vive seguro, la individualidad se desarrollará fuerte en la infancia, la niñez y la adolescencia, el resultado será un adulto maduro equilibrado y seguro de sí y de lo que sabe, además de mejorarse a sí mismo, contribuirá a construir una mejor sociedad.
Séptima: La familia amorosa es un centro de intimidad y apertura. En el seno familiar se cultiva todo lo humano, ahí se aprende a sentir y pensar con profundidad. Los sentimientos más humanos son generadores de una actitud compasiva y de servicio.
Octava: El amor necesita disciplina. En la familia se aprende la virtud, el respeto, la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo y la gratitud. Pero todas estas cualidades requieren de orden, constancia y dedicación.
Novena: La familia invita a ser creativos, a cultivar la inteligencia, el ingenio, la voluntad y el corazón. Para ser creativos y cultivar la inteligencia, se requiere de un ambiente flexible y facilitador de situaciones donde se estimulen las capacidades y talentos particulares de cada miembro.
Décima: La familia es la escuela de amor y ese aprendizaje lo transmitimos a la sociedad, es el lugar donde el amor engendra la vida y constituye el ambiente vital primordial que tenemos al venir al mundo. La experiencia obtenida en él, es decisiva para toda la vida y para contribuir a la sociedad con personas íntegras y preparadas.
Onceava: Amar a los hijos no significa evitarles el sufrimiento, quien obra así está sembrando irresponsabilidad y mentira. Amar es otorgar lo bueno y útil para el ser amado y no la complacencia momentánea. Es posible que algunas veces por amor a un hijo le generemos una frustración momentánea que en realidad lo prepara para un bien más grande.
Doceava: Una familia amorosa hace ver y sentir el respeto como guardián del amor. Su base es la honestidad, tanto de honradez en el sentir como de la acción y la palabra, los diálogos y conversaciones contribuyen a fundamentar la reflexión consecuente y con ello generan responsabilidad y generosidad.
La familia mexicana
En el 2005, el Consejo de la Comunicación reveló los resultados de un estudio sobre la familia mexicana, estos datos son una gran herramienta para el mantenimiento y revaloración de la importancia de la familia como núcleo de la sociedad. Este estudio sobre la familia mexicana ofrece resultados reveladores acerca del comportamiento de las familias y sus miembros, así como de sus valores, apreciación de roles y de su papel dentro de la familia. Ciudad de México, a 26 de febrero de 2005.- En el marco de la celebración del Día de la Familia, el Consejo de la Comunicación (C.C.) comprometido con el fortalecimiento de los valores dentro de la familia, realizó un amplio estudio sobre la Familia Mexicana, sus intereses, retos y perspectivas en el nuevo milenio. El estudio fue desarrollado y donado por De la Riva Investigaciones Estratégicas y se compone del análisis de más de 1,500 sesiones de grupo e investigación documental entre 2003 y 2004, que reveló datos contundentes acerca de la situación de las familias en México.
La doctora Gabriela de la Riva, Presidenta de De la Riva Investigaciones Estratégicas, presentó los resultados de este estudio, los cuales revelan cambios en la actitud y el comportamiento de las familias mexicanas en comparación del pasado.
Algunos de los resultados más sobresalientes son los siguientes:
La familia mexicana favorece el apoyo, la unión, la entrega, el amor y la alegría; su fortaleza es que la importancia de ello se percibe tanto en los momentos positivos como en los adversos.
La familia mexicana genera en sus miembros valores comunes, tales como: sencillez, solidaridad, trabajo y esfuerzo, así como el resguardo de la tradición.
Sin embargo, se descubrió que, en especial los jóvenes, reconocen que la familia mexicana no favorece la disciplina, ni una actitud ganadora o de aceptación del éxito: con frecuencia, refuerza una visión conformista y “perdedora” que se refleja a nivel social en conductas inseguras, a veces sumisas.
También se reveló que a las familias en México les falta favorecer en mayor medida los valores de la honestidad, el deseo de sus miembros por superarse y el respeto a las normas comunes (puntualidad, normas sociales, etc.)
Los miembros de la familia reconocen que en México, la familia conserva aspectos positivos con respecto a las del extranjero, como el mantenimiento de costumbres y tradiciones, pasar el tiempo de recreación juntos y demostraciones de cariño.
No obstante, también reconocen factores negativos en la familia mexicana con respecto a las de otros países: existen relaciones opresivas o fiscalizadoras que no fomentan el desarrollo personal y estereotipos en contra de la educación y el desarrollo profesional de la mujer.
La comunicación entre los miembros de la familia es el material de unión y entendimiento. Sin ella, las relaciones intrafamiliares se debilitan en todos los niveles: entre la pareja, de padres a hijos y viceversa, generando fricciones por ruptura del ideal familiar. Al respecto, la doctora Gabriela de la Riva afirmó: “el comportamiento de la familia ha cambiado en las últimas décadas de un esquema más autoritario y poco abierto al diálogo a convivencias más abiertas, democráticas y en las que todos los miembros pueden desarrollarse con libertad”. Y agregó: “es importante reforzar en las familias mexicanas los valores que las mantienen unidas y bien comunicadas para preservar su importante papel como núcleo de la sociedad”.
Al respecto, Salvador Villalobos, Director General del Consejo de la Comunicación, señaló: “el Consejo de la Comunicación, preocupado por la promoción de los valores de la familia y de su preservación como institución básica de nuestra sociedad, buscó documentar la percepción de los mexicanos acerca de la importancia de su familia”; y añadió: “estudios como éste aportan un invaluable eslabón en la construcción y revalorización de la familia mexicana, dando a conocer el sentir de los miembros de las familias de hoy.”
Acerca del Consejo de la Comunicación, A.C.
El Consejo de la Comunicación es un organismo de la iniciativa privada sin fines de lucro, concebido como una forma de participación social de los empresarios. Desde su fundación, hace 45 años, el CC se ha distinguido por realizar campañas de interés nacional a través de los medios de comunicación, orientadas a influir positivamente en el ánimo y los hábitos de la sociedad mexicana. Su objetivo es instituir una mística de comunicación social y promover el esfuerzo en el desarrollo personal que con lleve a una sociedad productiva, solidaria, participativa y justa. Para ello, las campañas del CC trabajan apegadas a las más altas normas de calidad y eficiencia, por lo que esta institución cuenta con el sistema de gestión ISO 9001:2000.
Acerca del Día de la Familia
El Día de la Familia fue instituido por el Presidente Vicente Fox y la sociedad civil para celebrarse todos los años el primer domingo del mes de marzo. Este año el 6 de marzo. El objetivo de la institución de esta celebración es transmitir los valores representativos de la familia, involucrando al mayor número de sectores posible (gobierno, escuelas, universidades, sindicatos, empresas, medios de comunicación, cámaras, organizaciones sociales) fomentando el valor de la familia como núcleo de la sociedad y el mejor lugar para el desarrollo personal.
Referencias:
Estudio Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México:
2008-2010, CONEVAL-UNICEF, disponible en:
http://www.unicef.org/mexico/spanish/UnicefPobreza_web_ene22(2).pdf
CONEVAL/UNICEF (2013). Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México, 2008-2010. México, 2013.
http://www.diadelafamilia.com.mx/
Psicólogo egresado de la UNAM con especialidad en Desarrollo infantil, Diplomado en desarrollo humano y Maestría en Psicología educativa. También cuenta con una maestría en terapia familiar y de pareja, además de participar en diversos diplomados como ponente, conferencista y conductor de talleres en congresos nacionales e internacionales con temas sobre pareja, la familia, sexualidad humana y calidad de vida. Se ha desempeñado en varias Universidades nacionales y en el extranjero como, investigador y director de la carrera de Psicología. Su experiencia profesional se extiende por más de veinte años como terapeuta familiar, individual y de pareja. Actualmente asesora programas de desarrollo y calidad humana para empresas y familias.
AUTORÍA
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• Padres con-ciencia: Psicología de la crianza
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