Resumen

La Educación Integral no debe ser vista sólo como una modalidad de educación, pues también involucra el tiempo que los estudiantes no están dentro de la escuela. En Brasil, la Escuela de Tiempo Integral surgió en el Estado de Bahía, para resolver el problema de falta de servicios de salud, de asistencia familiar  y social  del niño (abandono infantil). La idea de compensación de las deficiencias familiares sobrecarga a la escuela. Se ha constatado que esa idea siempre estuvo presente en la concepción de la Escuela de Tiempo Integral en el Brasil. Diversos factores contribuyeron para que esta propuesta avanzara en América Latina, como la tendencia globalizante que fuerza la inserción de padres y madres al mercado de trabajo, demandando una escuela con función de “protección o guarda” de los niños. Hoy, el tamaño de la Educación Básica en el Brasil, corresponde a 50 millones de matrículas al año, y por lo menos 188 mil escuelas. El Plan Nacional de Educación (2014-2024) apunta a la Meta 06, con la oferta de educación en tiempo integral para un mínimo de 50% de las escuelas públicas y la atención de, por lo menos 25% de los estudiantes de educación básica. Para atender esa meta, necesitaríamos involucrar, aún hoy, 75 mil escuelas, y por lo menos 10 millones de alumnos. Los investigadores han clasificado esta meta como irreal, ya que los recursos para ampliar el número de profesores, o tiempo de clases y los ajustes físicos en las escuelas, son mayores que los disponibles, incluso considerando el presupuesto actual del 10% para educación. El PNE sólo habla de aumentar las horas, pero la educación integral no es sólo ocupar el tiempo de los niños. Es necesario repensar la identidad de la escuela que sume el modelo de educación integral.

El programa Más Educación representa una estrategia del Gobierno Federal para inducir la ampliación de la jornada escolar y la organización curricular en la perspectiva de la Educación Integral. El primer año de adhesión de las escuelas al Programa “Más Educación (2008) contó con 1380 escuelas en todo el país. En 2014, ese número subió a 58651 escuelas. El Ministerio de Educación reconoce que el Programa es una acción inductora, pero no tiene todas las respuestas. La conexión con el Proyecto Pedagógico permitiría pensar la multiplicidad de la escuela de tiempo integral, abordando aspectos cognitivos, afectivos, éticos y de desarrollo humano. Sólo un profesional de la educación con dedicación exclusiva a una unidad escolar específica contribuiría para la transformación de la educación e implantación de la modalidad Tiempo Integral. Eso depende de la carrera y valorización salarial.

Palabras Clave: Tiempo Integral, Más Educación, Oferta Educativa.