Resumen
Las últimas décadas se han caracterizado por incremento de la información disponible, a los estudiantes, por lo tanto a los docentes, nos corresponde enseñar a los estudiantes la aplicación de estrategias para interpretar la información y poder jerarquizar los contenidos encontrados. En la actualidad el proceso enseñanza-aprendizaje requiere reformas profundas sobre todo en el nivel medio superior, no sólo en los contenidos curriculares, sino también decisiones administrativas que tienen que ver con la organización de las instituciones educativas y las nuevas perspectivas de ver la realidad educativa de directivos, profesores y estudiantes.
La transformación en el rol del docente, es necesario proporcionar de estrategias a los estudiantes necesarios para posibilitar aprender a aprender, ya que el mundo actual requiere del papel activo y consciente del estudiante en su propio aprendizaje. Sin lugar a dudas por la etapa de desarrollo en que se encuentran nuestros jóvenes esto no es nada sencilla. Es imprescindible aplicación de estrategias para aprender a aprender requieren de un previo diagnóstico.
El objetivo del presente trabajo es reflexionar sobre el papel docente en educación media superior en generar estudiantes con la capacidad de aprender a aprender.
Mediante el constante trabajo en el aula en la zona desarrollo de la capacidad, para que facilite la capacidad de aprender a aprender, a través de diversas estrategias que nos permitan ampliar continuamente los límites de la zona de desarrollo próximo para lograr niveles de desarrollo del sujeto. Una educación que promueva un potencial en el aprendizaje desarrollador, con lo cual intenta superar las concepciones de la escuela tradicional. Un gran desafío de las instituciones educativas del siglo XXI, de nivel medio superior será comprometerse a la planeación de estrategias que les permitan en el aula formar condiciones dirigidas a estimular a los estudiantes a aprender a aprender, otro papel de la educación, tener como función fundamental es motivar la capacidad de los alumnos de gestionar sus propios aprendizajes, y disponer de habilidades intelectuales y sociales que les permitan un aprendizaje continuo a lo largo de toda su vida. En un contexto social complicado como el que habitamos, es ineludible la progresivo necesidad en que la educación corresponde estar destinada a originar capacidades, competencias y substancialmente a la capacidad de aprender a aprender como núcleo de todo propósito educativo, porque aprender es una capacidad fundamental en el mundo de actualmente estamos viviendo y lo habrá más en el mundo en el futuro.
Palabras clave: Aprender, enseñar y estudiante.
Introducción
Para algunos docentes su labor frente a grupo se limita únicamente a la prescripción de conocimientos en el aula. Sin embargo dejamos de lado el conocer los estilos de aprendizaje que tienen nuestros estudiantes para el desarrollo de habilidades que le permitan lograr un aprendizaje óptimo. Así mismo el empleo de estrategias para utilizar las diversas fuentes de información, como los medios masivos de comunicación y de esta manera también guiarles sobre la adecuada jerarquización el contenidos que se encuentran en la misma.
De ahí surge la necesidad de reflexionar sobre el nuevo rol como docente en relación a la gestión del conocimiento tanto fuera como dentro del aula, frente a los nuevos escenarios que nos presenta el siglo XXI. Con frecuencia nos quejamos que nuestros estudiantes no tienen un perfil deseable. No obstante nuestra práctica docente, no hacemos nada para desarrollar los conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan mejor desempeño en el aula.
En la actualidad nuestros jóvenes en el nivel medio superior cuentan con un sin número de medios masivos de comunicación (internet, chat, televisión, cine, radio entre otras), mismas que proporcionan información que en determinado momento puede ser valiosa el desarrollo de aprendizaje significativo en el aula. De ahí la importancia que el estudiantes aprenda a jerarquizar y a utilizarla de manera permanente y adecuada los medios masivos de comunicación entre otros. El presente trabajo habla sobre la importancia de desarrollar en los estudiantes la capacidad de “aprender a aprender” en el siglo XXI.
Desarrollo:
El siglo XXI, se ha caracterizado por el enorme contenido de información, un crecimiento apresura de la misma y la diversificación de las diferentes ramas del conocimiento, han tenido lugar en las últimas décadas sustancialmente las concepciones teóricas acerca del papel de la escuela y el proceso de enseñanza- aprendizaje.
En los últimos años las perspectivas actuales de los diferentes investigadores en el área educativa, coinciden en señalar la necesidad de preparar a los estudiantes para un aprendizaje independiente de forma que logren, por si solos las tareas de situar el objeto de estudio, diferenciar la información que demandan y perfeccione sus propias concepciones y puntos de vista.
El mundo actual demanda de docentes que motiven y desarrollen en sus estudiantes la capacidad de “enseñar a estudiar” y “enseñar a aprender” de forma continúan siendo elementos definitivos en el mundo de la información. El trabajo del docente está llamado a ser cada vez más tutorial, el profesor como guía de los caminos del saber y el avance humano. Es significativo acentuar que ninguna tecnología conseguirá suplir la función del docente. Ante estas situaciones el trabajo de los docentes es articular la aplicación de adecuadas estrategias a los estudiantes para “aprender a aprender” y alcanzar información significativa para que sea auténtica creadora del desarrollo, intelectual que propicie la producción de aprendizajes y establezcan las competencias que requiere el contexto actual.
A la educación le corresponde ser, anticipadora, que sitúe al estudiante a provocar su desarrollo, parte del nivel aprehendido y para ampliar consecutivamente los límites de la zona de desarrollo próximo y por lo tanto, los crecientes niveles de progreso del sujeto. Una educación que determine el desarrollo del potencial en el aprendizaje, el cual planea distinguirse los conceptos de la escuela tradicional, que le proporcione un legítimo valor en el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes. En el siglo XXI, se originan recursos intelectuales, sin antecedentes en movimiento como en el almacenamiento de información y la comunicación, la cual programará a la educación el transportar, intensivamente y consecuentemente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos que son las bases del futuro.
Es importante constituir el andamiaje en el alumno que le reconozcan no renunciar sumergir o desviar por las grandes cantidades de información, e ingresan en los lugares informativos a los que tienen camino los estudiantes y acumular el rumbo en proyectos el avance particular y compuesto, en el cual universidad tiene una jerarquía vital.
El sentido universal de la educación se ve obligada a ser el rumbo en un universo complejo y dispuesto para poder adherirse por él, porque en la sociedad de la información las instituciones educativas, ya no son la única apertura de conocimientos y ni el principal, para los estudiantes en varios campos del saber. En la actualidad nuestros estudiantes se encuentran movidos de monumental monto de información, por ejemplo en ramificaciones interesantes que nuestros estudiantes, ahora lo que requieren son instrumentos para estar al corriente cómo organizarla e interpretarla, para darle sentido. El enorme aumento de la información a la que se tiene paso sobre el conocimiento científico en sus diferentes ramas, que ha tenido lugar en las últimas década, han transformado esencialmente las concepciones teóricas acerca de la función de la escuela y el carácter del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para superar este reto, la forma de trabajo que se necesita en el nivel medio superior hoy, es desarrollar un papel esencial en el enfoque científico en la solución de los problemas, el trabajo independiente creativo y el trabajo metodológico de los colectivos de profesores. Para lo cual el futuro de la actuación de profesores demandan equipos multidisciplinarios, que investiguen en la solución de a los dificultades a partir de la posibilidad de “aprender a aprender”, para lo cual se hace necesario un estilo de trabajo donde predomine la participación y encomiendas interpersonales positivas.
El gran reto de las instituciones educativas, especialmente de nivel medio superior en el XXI, corresponderán estar administradas a auxiliar a los estudiantes a “aprender a aprender”, otra función de la educación, es promover la capacidad de los estudiantes de gestionar sus propios aprendizajes, y orientar habilidades intelectuales y sociales que les permitan un aprendizaje continuo a lo largo de toda su vida. En un ambiente social complicado como el que vivimos, es ineludible la progresiva necesidad en la educación corresponde estar administrada a originar capacidades, competencias y fundamentalmente a la capacidad de “aprender a aprender” como esencia de todo propósito educativo; porque es una capacidad forzosa y humana en el mundo de hoy y lo será más en el mundo del futuro.
Otra reto de la educación en este siglo convendrá estar ubicada a desafiar los nuevos retos que se muestran, por parte del sistema educativo que excluya buena parte de la función selectiva y programática a la que tradicionalmente han estado dirigidos, para poder adoptar posturas más flexibles, porque el bachillerato no es el sitio donde sólo se pueda aprender, sino es el espacio que le brinde al individuo la posibilidad de continuar su aprendizaje y de desarrollar cualidades positivas de su personalidad; mediante las siguientes técnicas didácticas: las Aprendizaje basado en problemas, Método de casos, Aprendizaje orientado a proyectos y Aprendizaje colaborativo.
Las exigencias formativas en los estudiantes de nivel medio superior en la actualidad deberán explicar, la necesidad de centrarse en el desarrollo de competencias, habilidades y aptitudes que le permita hacer frente al contexto donde vive y ser propositivo. Un individuo competente no sólo porque exteriorice conductas en el plano cognitivo (conocimientos y habilidades) que le permitan resolver de manera favorable los problemas de su entorno, sino también porque reflexione acerca de la necesidad y el compromiso de actuar en correspondencia con sus conocimientos, habilidades motivos y valores. Para que un estudiante se considere competente, no basta lograr un desempeño eficiente, es obligatorio además que actúe con responsabilidad y reconozca por la toma de decisiones, y representación comprometida. Es importante que el docente cuente inicialmente con las competencias profesionales y los sistemas educativos, efectivamente procuren constituir estudiantes integrales que requieren la sociedad presente de nuestro país, corresponden tener vigente los pilares básicos para hacer frente al porvenir con criterio renovador planteados por la Comisión Internacional sobre Educación en el siglo XXI, UNESCO. Estos son:
Aprender a conocer; que significa adquirir instrumentos de comprensión trascender la simple adquisición de conocimientos para centrarse en el dominio de los instrumentos que permiten producir el saber. Apropiarse de procedimientos y estrategias cognitivas, de habilidades metacognitivas, en resumen aprender a aprender y a utilizar las posibilidades de aprendizaje que permanentemente ofrece la vida.
Aprender a hacer; que significa poder influir en el entorno, adquirirhabilidades y competencias que preparen al individuo para aplicar nuevas situaciones en contextos culturales y sociales determinado.
Aprender a convivir; que significa poder cooperar y participar supone el desarrollo de las habilidades de comunicación e interacción social, la tolerancia, la solidaridad y del respeto a los otros.
Aprender a ser; que significa el desarrollo de las actitudes de responsabilidad personal, de la autonomía, de los valores éticos y de la búsqueda de la integridad de la personalidad significa en fin, la síntesis creadora que se aspira en la preparación de las nuevas generaciones. ( Delors, 2002:11)
Retos de los proyectos curriculares para enseñar a aprender a aprender
Es transcendental el rediseño de un currículo que ilustre “aprender a aprender”, tomando en consideración las competencias genéricas de los estudiantes de nivel medio superior, para alcanzar esto se requiere de reformas profundas que afectan no sólo a los contenidos desde el currículo, arrancando decisiones administrativas que tienen que ver con la ordenación de los centros educativos y a las moderaciones de actuar y sentir de los directivos profesores y estudiantes, en la realidad educativa, de una forma mucho más amplia que la deseada.
La acumulación de carencias en el aprendizaje, en los estudiantes, que aumenta de un nivel educativo a otro y se manifiesta en el limitado desempeño de los mismos en la apropiación y uso de los conocimientos, situación que se agudiza en el nivel medio superior. La insuficiente estimulación al desarrollo intelectual y la formación de habilidades y competencias para “aprender a aprender” que en su mayoría trabajan en las aulas de forma limitada, ya en nuestro ambiente que prevalece, en la enseñanza tradicional.
La práctica pedagógica no siempre asegura, el suficiente desarrollo en los estudiantes la independencia, por apegarse a las formas tradicionales, o por el contrario por entender que “aprender a aprender”, requiere una disposición y una preparación pedagógica eficiente por parte de los docentes; ya que en ocasiones cuando solo un docente pretende trabajar en este sentido provocamos un conflicto en el estudiante; ya que él se encuentra acostumbrado a la prescripción de conocimientos. Es imprescindible la atención a las formas de orientación y control de la actividad de aprendizaje, que desplieguen la reflexión de los estudiantes para ejecutar, adecuadamente los procesos de análisis y razonamiento proyectados, sobre lo que tiene que aprender.
La interdisciplinaridad en diferentes ocasiones queda únicamente como un intento, porque incluso en aquellas reformas curriculares, no se han trazado las estrategias investigadas que reconozcan adquirir ese propósito. En la mayoría de las ocasiones los profesores continúan atrapados a la idea de su papel protagónico, esto expone la importancia de la superación sistemática y sobre todo la investigación educativa para la caracterización y progreso de los problemas, con más apertura en los modos de pensar.
Nuestro país demanda de grandes reformas educativas, sociales y un buen inicio es el sector educativo, aunque como todos sabemos las bases son en el nivel básico; sin embargo el nivel medio superior, en el marco de la llamada civilización cognitiva, atribuyen la necesidad a los colectivos de profesores de este nivel a desarrollar cada vez con más profundidad, la investigación en relación con estrategias para enseñar a aprender. Los desafíos del mundo presente demandan profundizar en cómo desarrollar y disponer mejores estudiantes para que puedan evolucionar, reelaborar, reformar los conocimientos que reciben y además identificar y resolver los problemas.
Es imprescindible considerar la necesidad de estrategias de aprendizaje, que tengan que ver con la obtención continua de las fuentes de información y el empleo de las tecnologías como medios de comunicación, con el profesor y los compañeros, el dominio de técnicas de autoaprendizaje y la necesidad de aplicar el contenido con autonomía y creatividad. El desarrollo de estrategias de aprendizaje en estudiantes de nivel medio superior, corresponde tener como característica el abordaje desde posiciones interdisciplinarias, requisito esencial, por lo cual los profesores tienen que flexibilizar cada vez sus posiciones, estar abiertos al trabajo en equipo, al análisis y la crítica colectiva.
No debemos dejar de lado el aprendizaje como un proceso constructivo, y las actividades que se componen transportan a una construcción individual y social de la realidad. Situación que en ocasiones estimula a los docentes a un conocimiento de sus estudiantes, para poder manifestar el restablecimiento personal que instala de forma visible las desigualdades individuales en el aprendizaje, en el aula, estas diferencias están enormemente influidas por las relaciones de reciprocidad y auxilio que se provocan en el marco de las clases, en la producción de tareas y otras actividades que desarrollan en el colectivo los estudiantes; situación que corresponde ser manejada de modo favorable por los docentes.
Reflexiones finales:
Referencias bibliográficas