Resumen
Este trabajo tiene como propósito mostrar cómo la globalización ha dado pauta al establecimiento de retos y desafíos en la educación del siglo XXI, de manera específica en la educación media superior, ya que es precisamente donde se realiza el análisis de estos dos factores. Asimismo, se enfatiza en la Reforma Educativa que ha surgido hace algunos años en los modelos educativos del bachillerato para responder a las demandas de un mundo globalizado donde la participación activa de los estudiantes, que por cierto, son la razón de ser de las escuelas, juega un papel importante.
Desarrollo
Los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos años del siglo XX y en el inicio del siglo XXI, pueden apreciarse en diversos ámbitos de la vida del ser humano, tal es el caso del aspecto político, económico, social, cultural y el educativo; de tal manera que las transformaciones que se viven a diario, son predominantes en el mundo moderno y actual, donde la era digital, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y los avances científicos y tecnológicos, han hecho del hombre un ente en constante movimiento, tratando de adaptarse a circunstancias y hechos que surgen de un momento a otro.
Por consiguiente, aparece el término globalización como resultado de políticas de integración económica y comercial combinadas con el uso de las telecomunicaciones, la transmisión de la información de manera instantánea y usos estratégicos de ésta en distintos ámbitos de la vida del ser humano (Didou, 1998). Al respecto, Gimeno Sacristán (2001) en Vila (2012), afirma que este fenómeno:
“significa el establecimiento de interconexiones entre países o parte del mundo, intercambiándose las formas de vivir de sus gentes , lo que éstas piensan y hacen, generándose interdependencias en la economía, la defensa, la política, la cultura, la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, los hábitos de vida, la forma de expresión, etc.”
Por lo que se considera que la globalización se origina con las primeras civilizaciones, desde el momento en el que se trató de interconectar diferentes puntos en el planeta para interaccionar entre sí, intercambiando productos, conocimientos, formas de organización y de trabajo, vestimenta, cultura, comidas, incluso, llevando y trayendo de un lado a otro enfermedades, adoptando nuevas costumbres y tradiciones, es decir, se globaliza el comercio, la industria, las telecomunicaciones, las finanzas, las políticas, la educación y por lo tanto, se eliminan las fronteras entre países.
Entre tanto, los países desarrollados van a la vanguardia de los grandes cambios, concentrando su interés especialmente en el capital y las tecnologías, en los avances científicos e innovadores y en la implementación de modelos económicos, con una reestructuración en sus procesos de producción regidos bajo el principio de competitividad, primordialmente. Ante esta situación, los países tercermundistas se vuelven más dependientes de las naciones desarrolladas, fragmentando sus referentes morales, e intensificando sus rezagos tecnológicos y científicos, creando abismos impresionantes en su economía y productividad y por lo tanto, en sus finanzas y en su educación.
Ciertamente, esto es una realidad inevitable para las naciones del mundo, algunas desde la postura de los más poderosos y otras tantas como dependientes de los primeros; aun así, es imprescindible contar con el proceso educativo como el detonante de la mundialización, la cual corresponde a la cultura, los valores, los usos y costumbres de los pueblos y sus cambios por efecto de la globalización (Rodríguez, 2007) y cuyo proceso es de interacción entre iguales, en un margen de respeto y donde todo está conectado.
En relación con lo ya descrito, se considera que ante un mundo globalizado es necesario hacer replanteamientos en el ámbito educativo, de tal manera que se busque respuesta o respuestas a la pregunta: ¿cuáles son los retos y desafíos que se deben enfrentar en el siglo XXI para estar inmersos en este proceso de cambio a nivel mundial? A decir verdad, es un tema complicado, que requiere de la identificación de problemáticas antes ignoradas en el ámbito educativo.
Un punto importante es el de adaptar la educación a las demandas de la sociedad del conocimiento tan cambiante en estos días, por lo que los procesos educativos de los diversos niveles escolares en el país, y específicamente del nivel medio superior, deben ser revisados, rediseñados o reestructurados para elevar los niveles de escolaridad de la población mexicana, garantizar el desarrollo nacional y responder a las transformaciones que se suscitan a cada instante y que exigen de los individuos conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores que les permitan insertarse en ambientes mudables y sobre todo, que les ayuden a buscar soluciones a sus problemas, con el propósito de mejorar su calidad de vida.
Por lo tanto, el papel de la educación no se limita al ámbito formativo solamente, sino que también actúa para transformar la realidad de la persona mediante el proceso de enseñanza y aprendizaje; a tal grado que se genera una cultura de aprendizaje, y haciendo de la educación un verdadero proceso histórico, cultural y social.
En la actualidad, la Revolución Digital obliga a la sociedad del conocimiento a tener un tipo de educación especial donde los procesos de pensamiento son relevantes; sin olvidar que el aprendizaje, la educación y la pedagogía son procesos culturales que surgen en las aulas y se extienden a diversos contextos para las transformaciones sociales (Avendaño y Parada, 2011).
Por este motivo, las instituciones educativas del país deben entenderse como herramientas de modernización que apunten a la formación de recursos humanos con alto grado de competitividad y de participación activa y plena en el trabajo colaborativo, en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en el compromiso, la responsabilidad y en el desarrollo de pensamiento complejo, crítico y reflexivo, lo cual conducirá al estudiante de hoy al logro de metas y objetivos definidos, a su participación en intercambios académicos que son posibles gracias el Tratado de Libre Comercio, además de hacerle frente a los puntos negativos de la globalización, tales como la fragmentación y estratificación, que conducen a la marginación y el rezago en el país.
En este sentido, los procesos educativos del bachillerato tendrán que cambiar para responder a las demandas de la sociedad en donde las actividades estandarizadas y repetitivas no tienen lugar, y en donde se pretende que el estudiante desarrolle aquellas habilidades y actitudes para aprender a lo largo de la vida.
Es entonces que la formación del estudiante va enfocada a experimentar con éxito esas transformaciones y un pretexto puede ser la inserción de las asignaturas de Química en el currículo del bachillerato, ya que dada la importancia y relevancia que tienen dichas ciencias en la formación del ser humano; en 1993, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y el ICASE (International Council of Associations for Science Education) impulsaron el Proyecto 2000+ con el objeto de lograr una alfabetización científica y tecnológica en todo el mundo, mediante la participación de asociaciones gubernamentales y no gubernamentales en diferentes acciones educativas.
Actualmente en México, la promoción del alfabetismo científico, que es la capacidad de utilizar conocimientos, habilidades y actitudes básicas para aprovechar el saber de la ciencia en la comprensión del mundo natural y social y para responder favorablemente a los planteamientos teóricos y técnicos que influyen en la forma significativa de la vida cotidiana y por tanto en el mundo globalizado; considera la relación directa entre la ciencia, las preguntas y los problemas propios del ser humano.
Al respecto, la ciencia se debe promover como una actividad cultural holística, que implica, además del método científico, habilidades de observación, análisis, pensamiento creativo y reflexivo que impacte en la vida cotidiana del estudiante, por lo que se requiere la integración de competencias para interpretar hechos no sólo naturales, sino sociales también, a través de la participación activa de éste en su propio proceso de aprendizaje.
Por lo que las formas tradicionales de transmitir el conocimiento, no son suficientes para emprender los retos y desafíos que plantea la globalización, antes bien se deben buscar estrategias tanto de enseñanza como de aprendizaje para desarrollar en el estudiante los esquemas lógicos que plantea la ciencia para reconocer, explorar y resolver los cuestionamientos, considerando el enfoque educativo por competencias para que el estudiante se apodere de herramientas que puede utilizar cuando se enfrente a un problema de su vida diaria.
El nuevo modelo de educación basado en competencias integra conocimientos, habilidades y actitudes que apoyan la solución de problemas reales, lo que en las ciencias, es de gran utilidad en el manejo del lenguaje y los esquemas científicos y en la comprensión de las repercusiones de la ciencia en los individuos, la sociedad y por supuesto, para actuar en cualquier ámbito de la vida. Es primordial considerar que no se puede separar el saber científico de la vida, sus aplicaciones, sus implicaciones en ésta y sobre todo, de su significado en relación con otras materias.
En el inicio del siglo XXI, en México, tuvo lugar la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), la cual conduce a la creación de un Sistema Nacional de Bachillerato (SNB), que responde a las exigencias de la globalización que se suscitan en estos tiempos. Dicha reforma contempla la construcción de un Marco Curricular Común (MCC) con base en competencias; ya que mediante el desarrollo de éstas, se logra en el estudiante de nivel medio superior un perfil de egreso que lo ayuda a aprender para la vida y no sólo para aprobar un examen o una asignatura. Por el contrario, le permitirá insertarse a los ámbitos social, laboral y educacional, con conocimientos, habilidades, actitudes, destrezas y valores para lograr el éxito.
El nuevo modelo educativo le permite a la Universidad Autónoma del Estado de México enriquecer su esencia e identidad en un contexto de globalización, interconexión y complejidad, evitando cualquier posición estática que le impida evolucionar (CBU, 2009); asimismo, contribuye a tener una educación a nivel nacional que atienda y solucione los problemas de cobertura, calidad y equidad a través de estrategias como la utilización de nuevos métodos pedagógicos, y de la puesta en marcha de estrategias didácticas que abonen al logro de competencias, mismas que se volverán punto clave en el mejoramiento del aprendizaje hasta que éste sea significativo y por lo tanto, en el incremento del rendimiento académico que logre el estudiante.
Por otra parte, con el cambio que se vive en el nivel medio superior y atendiendo a los requerimientos de la RIEMS, el docente requiere de capacitación para contribuir al desarrollo de competencias, para propiciar ambientes de aprendizaje diferentes al tradicional, diseñar y planear estrategias y secuencias didácticas, elaborar material didáctico, así como proponer la forma de evaluar experiencias de aprendizaje, y diseñar instrumentos para llevar a cabo la evaluación.
Los docentes, deben ser mediadores y guías capaces de comprometerse con el proceso educativo ante un mundo globalizado, utilizando diversas estrategias de enseñanza y aprendizaje e introduciendo el trabajo colaborativo y las nuevas tecnologías a dicho proceso. Debe buscar la actualización de conocimientos en forma constante así como crear nuevos ambientes de aprendizaje donde tenga lugar el aprendizaje significativo.
En términos generales, la globalización es un fenómeno que exige la adaptación de los sistemas educativos a los requerimientos del orden económico mundial, de tal manera que a través de la educación se prepare capital humano de calidad con el fin de lograr una mayor competitividad en el escenario mundial (Gorostiaga, Tello y Martiné, 2008), independientemente del país en el que se suscite alguna experiencia de intercambio académico y/o laboral.
Así que el trabajo del docente frente a grupo, debe abonar a las expectativas de la globalización, de tal manera que a partir de las estrategias didácticas que se suscitan en el aula y fuera de ella, y que actualmente se han convertido en un reto para el facilitador del nivel medio superior, se tendrá que responder a las demandas de la sociedad tan cambiante; es decir, la interacción estudiante profesor, los medios y recursos didácticos y los escenarios de aprendizaje, se consideran elementos relevantes en el uso de estrategias, tanto de enseñanza como de aprendizaje, en las asignaturas de química específicamente para hacerle frente al fenómeno de la globalización, preparando al estudiante para la vida, y cumpliendo en gran medida con el perfil de egreso marcado para el bachillerato.
Conclusiones
La globalización ha alcanzado al país a pasos agigantados, por lo que se debe responder a este fenómeno mediante los procesos educativos de calidad, adoptando modelos en la educación que favorezcan la inclusión del estudiante en la sociedad del conocimiento tan cambiante y haciendo frente a otro fenómeno denominado mundialización, que precisamente se diferencia del primero, porque tiene que ver no sólo con la interacción entre países, sino con su cultura, el conocimiento y el acceso a la información, con el afán de interaccionar con individuos de otros países “de igual a igual”.
Por otra parte, en respuesta a los desafíos que la globalización trae consigo, y en respuesta a la Reforma Integral de la Educación Media Superior, llevada a cabo hace apenas unos años, la Universidad Autónoma del Estado de México, adopta el Modelo educativo con un enfoque por competencias, el cual, pretende preparar al estudiante para afrontar los cambios en diversos ámbitos de su vida a fin de buscar soluciones a problemas de su entorno; de tal manera que a partir de conocimientos, habilidades, actitudes, destrezas y valores, se pueda llegar a la formación de capital humano competitivo.
Además, con la inserción de las asignaturas de Química al currículo del bachillerato, se pretende desarrollar pensamiento crítico, reflexivo y complejo que le brinde al estudiante la capacidad de actuar ante un mundo globalizado y cambiante de manera favorable. Por lo que el docente tiene un gran compromiso con el proceso educativo para lograr aprendizajes significativos en sus estudiantes, así que el uso de estrategias didácticas de enseñanza y aprendizaje deben ser pensadas en favor de ellos, para formar personas capaces de hacer frente a la problemática local, nacional y mundial.
Finalmente, se puede afirmar que los retos y desafíos de la globalización en el ámbito educativo son impactantes, sin embargo, es un buen momento para comprometerse con la realidad educativa de estos días, donde los estudiantes deben transitar de lo pasivo a lo activo en su propio proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo, el docente es figura importante, toda vez que en la medida en la que se prepare y asuma su papel de guía y facilitador, los resultados serán favorables, quizás no en este momento, pero sí en un futuro no muy lejano.
Referencias consultadas
Avendaño, C. W. y Parada, T. A. (2011). Un modelo pedagógico para la reproducción y transformación cultural en las sociedades del conocimiento. Núm. 2. pp. 398 – 413. Universidad del Norte. Colombia.
Cruz, L. A. Hacia un concepto de globalización. n.d. Hacia un concepto de globalización. Consultado el 2 de noviembre de 2014. Página web: http://www.ejournal.unam.mx/rca/195/RCA19504.pdf
Didou, S. (1998). Globalización, Integración Macroregional y Políticas de Internacionalización en el Sistema Mexicano de Educación Superior. México. IPN.
Gorostiaga, J. et. al. (2008). Globalización y reforma educativa en América Latina: Una discusión inacabada. Artículo arbitrado. Universidad Nacional de San Martín. Buenos Aires, Argentina.
Rodríguez, F. (2007). Globalización vs Mundialización. Efectos en los pueblos del mundo. [Versión electrónica] Universidad Anáhuac.
UAEM. (2010). Currículo del Bachillerato Universitario 2009. Toluca: Gaceta Universitaria.
Vila, M. E. (2012). Globalización, educación democrática y participación comunitaria. Artículo de la Revista Iberoamericana de Educación. Universidad de Málaga. ISSN: 1681-5653.