Resumen
El término deserción escolar se define como “el abandono de las actividades escolares antes de terminar algún grado o nivel educativo (Secretaria de Educación Pública, 2005). El estudio de la deserción escolar es de gran importancia debido a que en la actualidad este fenómeno afecta a todos los países y también al sistema educativo mexicano y de acuerdo a datos estadísticos en los últimos años ha aumentado considerablemente. Por otra parte la deserción escolar está vinculado con las conductas de riesgo definidas por la Secretaria de Seguridad Pública (2011) como todo aquel comportamiento contrario a mantener la integridad física, emocional o espiritual de la personas y que puede incluso atentar contra su vida. Actualmente se sabe que estas conductas de riesgo se presentan con mucha más incidencia en los jóvenes de educación secundaria ya que es en este nivel donde los alumnos se encuentran en la etapa de la adolescencia y es propio de la edad que quieran experimentar todo tipo de comportamiento. Existen diversos estudios sobre la deserción escolar desde diversos enfoques, sin embargo, se desconocen y hacen falta estudios sobre las principales conductas de riesgo que detectan los docentes en los jóvenes antes de desertar. Por lo anterior se tuvo como objetivo describir las conductas de riesgo que observan los profesores en alumnos desertores escolares en el nivel secundaria a través de un estudio cualitativo de tipo transversal, se trabajó con 40 docentes de secundarias públicas, mediante un muestreo de tipo intencionado. Analizando los datos mediante estadística descriptiva y porcentajes de ocurrencia de las conductas de riesgo. En los resultados se identificó que las conductas más frecuentes que presentaban los alumnos desertores de escuelas secundarias públicas son pandillaje, embarazo no deseado y consumo de drogas.
Se concluye con la necesidad de crear programas de capacitación y orientación dirigidos a los docentes y padres de familia que incluyan una serie de acciones que se deban de tomar para detectar a tiempo las conductas de riesgo en los adolescentes y así favorecer a que el alumnado concluya de manera satisfactoria su educción secundaria.
PALABRAS CLAVE: Deserción escolar, conductas de riesgo, nivel secundaria, adolescencia
La deserción escolar es un fenómeno que afecta a todos los países y también al sistema educativo mexicano, pero diversos autores hablan de esta problemática incluyendo ciertos aspectos específicos por ejemplo las conductas de riesgo en adolescentes, por tal motivo se hará una mención de la definición desde diversas concepciones teóricas.
La Secretaria de Seguridad Pública (2011) define las conductas de riesgo como “todo aquel comportamiento contrario a mantener la integridad física, emocional o espiritual de las personas y que puede incluso atentar contra su vida” (p. 11).
Por otra parte la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) en 1998 define a las conductas de riesgo como la “forma específica de conducta de la cual se conoce su relación con una susceptibilidad incrementada para una enfermedad específica o para un estado de salud deficiente” (p. 29).
También se pueden considerar como “todas aquellas acciones voluntarias o involuntarias, realizadas por un individuo o comunidad que puede llevar a consecuencias nocivas” (Corona y Peralta, 2011, p. 70).
De manera general se define a las conductas de riesgo como todo aquel comportamiento que atenta contra la integridad del individuo, ya sea de forma voluntaria o involuntaria y que incrementa la posibilidad de afectar su salud fisica, mental o espiritual, llevandolo a consecuencias nocivas (Secretaria de Seguridad Púbica, 2011; OMS, 1998; Corona y Peralta, 2011).
Hablar de adolescencia es hablar de una serie de transformaciones y cambios. Para muchas personas es hablar de cosas negativas como conflictos, peligro, rebeldía, delincuencia, drogadicción, alcoholismo y de enfermedad; y para otras es hablar de cambios positivos como potencialidad, desarrollo, reforzar valores, fortalezas y crecer como personas para adentrarse en un nuevo mundo.
La Organización Mundial de la Salud en 1996 define a la adolescencia como la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, paralelamente clasifica bajo el concepto de juventud el periodo que comprende entre los 15 y 24 años y finalmente concibe como gente joven a quien tiene de 10 a 24 años de edad.
La adolescencia es una etapa de la vida con múltiples cambios que todos los seres humanos enfrentamos, unos con un grado mayor o menor de dificultad en algunos aspectos y esto se debe al contexto en que el joven se encuentra inmerso.
De acuerdo a Papalia, Wendkos, y Duskin (2011) “La adolescencia es una transición del desarrollo que implica cambios físicos, cognoscitivos, emocionales y sociales, y que adopta distintas formas e diferentes escenarios sociales, culturales y económicos” (P.354).
De acuerdo a Pineda y Aliño, se pueden englobar las siguientes características que presentan los adolescentes:
(a) Crecimiento corporal dado por aumento de peso, estatura y cambios de la forma y dimensiones corporales. Al momento de mayor aceleración de la velocidad de crecimiento en esta etapa, se le denomina estirón puberal; b) Se produce un aumento de la masa muscular y de la fuerza muscular, más marcada en el varón; (c) El incremento de la velocidad de crecimiento, los cambios en la forma y dimensiones corporales, los procesos endocrino-metabólicos y la correspondiente maduración, no siempre ocurre de manera armónica, por lo que es común que presenten torpeza motora, incoordinación, fatiga, trastornos del sueño, que puedan generar trastornos emocionales y conductuales de manera transitoria; (d) El desarrollo sexual está caracterizado por la maduración de los órganos sexuales, la aparición de los caracteres sexuales secundarios y el inicio de la capacidad reproductiva; (e) Los aspectos psicosociales están integrados en una serie de características y comportamientos que en mayor o en menor grado están presentes durante esta etapa y van desde la búsqueda de sí mismo, hasta la formulación de un proyecto de vida (p. 17).
En la adolescencia se puede iniciar una amplia gama de conductas de riesgo que afecten la salud biopsicosocial, posibilidad que varía según la etapa de la adolescencia que esté pasando (Corona y Peralta, 2011, p. 69).
Hein clasificó los diversos comportamientos de riesgo en 4 grandes grupos: abuso de alcohol y drogas; relaciones sexuales no protegidas; bajo rendimiento, fracaso o deserción escolar y delincuencia, crimen o violencia (2004, pp. 3-4). A continuación se describe cada uno de ellos:
a) Uso y abuso de alcohol y drogas
Durante la adolescencia se suele experimentar con una gran variedad de drogas legales, ilegales o controladas. El consumo de drogas se asocia a una amplia gama de variables individuales y contextuales de riesgo. Entre los factores que protegen contra el consumo de drogas se cuentan los controles personales tales como creencias religiosas o buen auto-concepto, y controles sociales como el apoyo social y estilos parentales adecuados (Hein, 2004, p. 4).
El consumo de sustancias toxicas afecta de manera considerable la vida del individuo tanto en el ambito academico como personal y familiar ya que que muchas veces afecta en tal grado de manifestar poco interes en las actividades que realmente son importantes.
Por tal motivo los adolescentes que consumen alcohol y tabaco tienen un menor desempeño académico; pero también, los que han abandonado procesos escolares presentan mayor proclividad a presentar estas pautas de consumo (Secretaria de Seguridad Pública, 2011, p. 12).
b) Relaciones sexuales no protegidas o precoces
El que los jóvenes tengan relaciones sexuales precoces o riesgosas se asocia a variables cognitivas tales como actitudes poco claras hacia la maternidad adolescente, actitudes de rechazo hacia normas sociales convencionales y estrés emocional. También se han asociado a ellas variables biológicas, como vivir una pubertad temprana, y de comportamiento, como el oposicionismo y los trastornos de conducta. Ciertas características familiares como la baja preocupación y una estructura familiar autoritaria han sido asociadas con este comportamiento de riesgo (Hein, 2004, p. 4).
Actualmente el embarazo en las jóvenes adolescentes presenta un alto porcentaje y trae como consecuencia la interrupción de los estudios en muchos casos ya no regresan a clases porque se enfrentan a una serie de responsabilidades.
El censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estimó que uno de cada seis nacimiento acontece en jóvenes de 15 y 19 años equivalente al16.1 % (como se citó en Secretaria de Educación Pública, 2012, p. 15).
c) Bajo rendimiento, fracaso y deserción escolar
Actualmente se considera que la permanencia escolar es el factor que más influye en el mejoramiento de las posibilidades futuras de inserción social y desarrollo personal pleno. La deserción escolar se ve influida por factores de riesgo como pobreza, bajo apoyo social para el aprendizaje, dificultades cognitivas, falta de motivación, necesidad de aprobación por parte de pares con problemas, estilos parentales inadecuados, y, finalmente, características de la malla curricular y una estructura poco atractiva de clases (Hein, 2004, p. 4).
d) Delncuencia, crimen y violencia
Los problemas en los que se pueden ver envueltos los jóvenes, y uno de los que tiene mayor preocupación y temor por parte de la opinión pública es la delincuencia y la violencia. Se han estudiado un sin número de variables de riesgo que anteceden al desarrollo del comportamiento delictivo como factores sociales, familiares, las influencias de los pares, y ciertas características cognitivas (Hein, 2004, p. 4).
De acuerdo a Peñaherrea (1998) los adolescentes tienen que hacer frente a una variedad de situaciones estresantes de tipo biológico, psicológico y social que los ubica frente a algún elemento de riesgo como son el deterioro de la autoestima, la interrupción del rendimiento escolar y una probabilidad mayor de que incrementen los comportamientos que comprometan su salud integral, especialmente durante la adolescencia temprana (p. 267).
Por todo lo mencionado anteriormente es común que los adolescentes que experimentan conductas de riesgo pierdan interés en las actividades escolares, por lo cual es necesario conceptualizar y caracterizar la deserción escolar, tema que se abordará en los siguientes párrafos.
La Secretaria de Educación Pública (SEP) en el 2005 define “la deserción como el abandono de las actividades escolares antes de terminar algún grado o nivel educativo” (p.35).
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1987 define a la deserción escolar como “dejar de asistir a la escuela antes de la terminación de una etapa dada de la enseñanza, o en algún momento intermedio o no terminal de un ciclo escolar” (p. 210).
De acuerdo a Perassi (2009) “La deserción hace referencia al abandono del sistema educativo sin haber concluido el mismo. Abandonar la escuela suele ser una decisión que corona una historia previa de alejamiento paulatino (p. 69).
La mayoría de las definiciones coinciden al señalar que la deserción escolar se refiere a dejar de asistir a la escuela sin haber concluido un grado de estudio iniciado, esta puede ser primaria, secundaria, bachillerato o universidad, el cual se puede manifestar de manera temporal o definitiva, temporal quiere decir que el alumno abandona por un lapso de tiempo sus estudios pero vuelve a retomarlos, o ya sea definitivo cuando el alumno deja totalmente de ir a la institución educativa sin idea de regresar.
Desde la década de los setenta en países como estados unidos y Alemania se han producido estudios desde diversas perspectivas y enfoques sobre este problema. Mientras que en países como Chile el tema de la deserción aparece a finales de la década de los cincuenta, en México se registra por primera vez en 1979 bajo el concepto de “abandono” (Ogarrio, 2012, p. 45).
Existen multiples factores que intervienen en la desercion esoclar, a continacion se emncionaran alguno de ellos.
De acuerdo a Espíndola y León, la deserción escolar es el resultado de un proceso en el que intervienen múltiples factores y causas, alguna de los cuales son característicos de los niños y jóvenes y de sus situaciones socioeconómicas (factores extraescolares), y de otros más asociados a las insuficiencias del propio sistema educativo (factores intraescolares) (2002, p. 53).
Por tal motivo González menciona que en la deserción “el individuo rompe con toda aquella relación que de alguna forma lo mantenía ligado a la escuela, para dedicarse a realizar actividades distintas a las académicas” (2002, p. 11).
Generalmente los alumnos que dejan de asistir a la institución educativa es por ingresar al campo laboral, ya que uno de los principlaes factores que genera que un alumno deserte es el bajo nivel socioeconomico que presenta su familia.
Por otra parte Abril, Román, Cubillas, y Moreno, (2008) mencionan que las razones de abandono escolar son factores económicos, que incluyeron tanto la falta de recursos del hogar para enfrentar los gastos que demanda la asistencia a la escuela, como el abandono que se produce para trabajar o para buscar empleo. Igualmente se encuentran los problemas familiares, aquellos asociados a la falta de interés, incluida la valoración virtual, no real, que hacen de la educación los padres y las madres; y los problemas de desempeño escolar: bajo rendimiento, problemas de conducta y otros asociados a la edad (p. 13).
Es importante recalcar que los problemas de conductas y otros asociados a la edad, se presentan con más frecuencia en el nivel secundario, como bien se sabe en este nivel los alumnos se encuentran en la etapa de la adolescencia y es propio de la edad que presenten conductas inadecuadas.
Los datos estadísticos que se conocen sobre la deserción escolar son de gran importancia ya que a través de esto y de los estudios previos se puede conocer que tanto ha disminuido y que estrategias se han implementado para poder combatir esta problemática que a todos los países aqueja.
En siete países (Bolivia, Brasil, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela), entre 40% y más de 70% de los estudiantes abandonan antes de completar el ciclo primario. En otros seis (Chile, Colombia, México, Panamá, Perú y Uruguay), en cambio, entre el 50% y 60% se produce en el transcurso de la secundaria y, con excepción de Chile, en todos ellos la deserción se concentra más en el comienzo que en el final del ciclo. En cinco países (Argentina, Costa Rica, Ecuador, Honduras y Paraguay) más de la mitad y hasta el 60% de los que abandonan la escuela lo hacen al finalizar el ciclo primario (Espíndola Y León, 2002, p. 46).
La tasa de deserción total en el ciclo escolar 2010/2011 fue de 0.7% en educación primaria, 5.6% en educación secundaria y 14.9% en educación media superior, lo cual confirma lo expuesto en otros indicadores: cuanto más se avanza en el sistema educativo, existe mayor riesgo de abandonar la escuela. La desagregación del indicador en sus dos componentes muestra que el mayor abandono escolar ocurre durante el transcurso del ciclo escolar y no en la transición entre ciclos (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, 2013, p. 329).
Los factores considerados como reductores de la deserción escolar en los 90´s en países de Latinoamérica fueron:
Aumento de la cobertura de la matrícula de preescolar, la introducción en algunos países de sistemas de promoción automática durante la enseñanza primaria, la iniciación, ampliación y mayor focalización de los programas y subsidios orientados a mejorar retención escolar, el mejoramiento de la infraestructura escolar y una mayor valoración por parte de los padres y de los propios estudiantes de la educación como principal o único capital capaz de mejorar las oportunidades de acceso a los empleos urbanos (Espíndola y León, 2002, p.48).
En México se realizó un estudio denominado desempeño académico y conductas de riesgo en adolescentes; el objeto de esta investigación fue conocer las diferencias en las conductas de riesgo (consumo de alcohol, tabaco y drogas, conducta sexual, intento de suicidio y conducta antisocial) de adolescentes con un alto y bajo deseñpeño académico. Participaron en el estudio 1000 jóvenes estudiantes de bachillerato, 485 hombres y 515 mujeres, con un rango de edad entre 14 y 22 años. Para medir el desempeño académico se considero el promedio académico, el número de materias reprobadas y ser alumno regular. Las conducats de riesgo se midieron a través de instrumentos que han sido aprobados en estudios previos con poblacion mexicana.Los resultados mostraron que existen diferencias sgnificativas entre adolescentes con alto y bajo desempeño escolar, es decir los adolescntes con bajo desempeño académico presentan mas conductas de riesgo (consumo de sustancias adictivas, relaciones sexuales, intento de suicidio y conducta antisocial) en comparación con los jóvenes de alto desempeño escolar (Palacios y Andrade, 2007, p. 5).
Se conocen algunas propuestas para combatir las conductas de riesgo en los jóvenes como como el enfoque integral de desarrollo humano propuesto en el marco conceptual de la OPS es una estrategia de promoción de salud, y que invertir en adolescentes supone un ahorro futuro para los países. De esta manera, el gran desafío de los próximos años será utilizar este marco para desarrollar programas integrales, recolectar información desagregada, mejorar el acceso a los servicios, mejorar el ambiente donde viven, comprometerse con la promoción de salud, mejorar el vínculo entre escuelas, familias y comunidades, apoyar la transición a la edad adulta, utilizar un enfoque de género en los servicios, fomentar la participación juvenil y promover la articulación interinstitucional (Maddaleno, Morello, y Infante, 2003, p. 137).
El objetivo general de esta investigación fue describir las conductas de riesgo que observan los profesores en alumnos desertores de secundarias públicas del estado de Oaxaca a través de un estudio cualitativo de tipo transversal, se trabajó con 40 docentes de secundarias públicas, mediante un muestreo de tipo intencionado. Se tomaron como criterios de inclusión a los docentes que aceptaron participar en la encuesta hasta terminar el proyecto y entregaron de vuelta el cuestionario asignado, se excluyó a los docentes que durante el transcurso de la aplicación decidieron no continuar, o fueron transferidos a otra institución educativa o no regresaron el cuestionario.
Para el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva a través de porcentajes de ocurrencia de las conductas de riesgo.
Los resultados obtenidos se puede observar en la tabla 1.1 que la conducta más observada por los docentes en los alumnos desertores fue que alguna vez fueron parte de una pandilla o banda, así mismo también observaron un comportamiento antisocial en los jóvenes, según los resultados los docentes dicen que todos os alumnos inscritos si asisten a la escuela pero esto no coincide que el mismo porcentaje menciona que no todos los alumnos que están inscritos asisten a la institución educativa y ellos consideran que la deserción escolar se debe a las conductas de riesgo.
Tabla 1.1
Porcentajes de respuestas de docentes respecto a conductas de riesgo.
ITEMS |
SI |
NO |
1.-Alguna vez observó que sus alumnos hayan fumado un cigarrillo de tabaco, aunque no lo hayan terminado. 2.-Alguna vez vio a un alumno fumando un cigarrillo de tabaco en las instalaciones escolares. 3.-Alguna vez observó a uno de sus alumnos fumando cigarrillos regularmente, es decir, por lo menos un cigarrillo por día durante más de 30 días. |
15% 5% |
85% 95% 100% |
ITEMS |
SI |
NO |
4.-Observó alguna vez a los alumnos presentarse alcoholizados aunque haya sido en una sola ocasión. 5.-Alguna vez observó que sus alumnos portaran una aguja para inyectarse una droga. 6.-Usted sabe si algunos de sus alumnos desertores alguna vez haya sido parte de una pandilla o banda. 7.-Actualmente sabe si alguno de sus alumnos desertores forma parte de una pandilla o banda. 8.-En los últimos 12 meses, ¿observó a los alumnos enfrentarse en una pelea con otros jóvenes. 9.-En alguna de estas peleas se utilizó algún tipo de arma, como cuchillos, armas de fuego, etc. 10.-Durante los últimos 30 días, ¿observó que algún alumno llevara consigo algún tipo de arma como cuchillos, armas de fuego, etc.? 11.-En los últimos 12 meses, ¿observó a un alumno o alumna con maltrato físico. 12.-Alguna vez uno de sus alumnos desertores estuvo en un centro de detención de jóvenes, en la cárcel o en una prisión por haber cometido un delito. 13.-Alguno de sus alumnos desertores estuvo sin hogar o vivía en la calle. 14.-Usted observó un comportamiento antisocial en alguno de sus alumnos desertores. 15.-Actualmente todos los alumnos que están inscritos asisten a la escuela. 16.-Usted considera que la deserción de alguno de sus alumnos se debió a causa de una conducta de riesgo. |
30% 3% 68% 30% 33% 3% 28% 10% 18% 58% 50% 45% |
70% 97% 32% 70% 67% 100% 97% 72% 90% 82% 42% 50% 55% |
(continua)
Al preguntarle a los docentes que mencionaran que droga había visto consumir a sus alumnos desertores alguna vez, se puede observar en la gráfica 1.1 que el 65% ignora saber si sus alumnos consumieron alguna droga, un 17% menciona que marihuana o hachís, un 9% inhalación de pegamento o cemento, latas de aerosol o sprays; el 7% observó drogas de tipo medicamentosas (como analgésicos, estimulantes, antidepresivos, etc.); un 2% mencionó que otro sin especificar cuáles.
Figura 1.1 Porcentaje de algunas drogas que se vio consumir a los alumnos.
En la figura 1.2 se observa que el 32.5% de la población afirma que algunas de sus alumnas desertoras definitivamente sí estuvo embarazada, pero el mismo porcentaje de la población menciona que no sabe si las alumnas estuvieron embarazadas cuando desertaron, un 15% mencionó que probablemente sí estuvieron embarazadas, pero el mismo porcentaje indica que definitivamente no estuvieron embarazadas, el 5% mencionó que sus alumnas desertoras probablemente no estuvieron embarazadas cuando desertaron.
Figura 1.2. Porcentaje de alumnas embarazadas desertoras.
En la gráfica 1.3 se muestra que al preguntarle a los docentes sobre las conductas de riesgo que observaron en sus alumnos desertores; el 36% afirmó haber observado pandillaje, el 26% menciono que embarazo no deseado, el 16% observó consumo de drogas, el 15% manifestó que consumo de alcohol, y el 7% otra conducta de riesgo no especificada.
Figura 1. 3. Porcentaje de las conductas de riesgo observadas en los alumnos desertores.
En la pregunta abierta que se le realizó a los docentes sobre las conductas de riesgo que consideran la mayor causante de la deserción escolar, el 31% de los docentes manifestó que la deserción está asociada con la desintegración familiar, por otra parte el 24% menciona que es debido al pandillerismo, 12% menciona que es la falta de comunicación con los padres, el 9% está asociado con la adicción a las drogas y el mismo porcentaje comenta que es por el desinterés hacia el estudio, el 6% menciona que es debido al embarazo en las adolescentes y el mismo porcentaje señala que es por la violencia y finalmente un 3% de los docentes encuestados comenta que la deserción es debido a la reprobación.
Gráfica 1.4 Porcentaje de las conductas de riesgo en los adolescentes
De manera general en el estudio se puede observar que la conducta de riesgo que más detectan los docentes en los jóvenes escolares es pertenecer a una pandilla o banda, Hein en el 2004 señala que “las conductas se presentan debido a que durante la adolescencia, más que en cualquier otra etapa de la vida, las personas exploran y experimentan diversos comportamientos” (p.4). Llama la atención que en las preguntas de opción múltiple el 68% de los docentes manifestó que el pandillaje es la conducta más frecuente entre los jóvenes de educación secundaria. Además resalta el hecho que de que al preguntarle de manera abierta a los docentes que mencionara que conducta de riesgo considera la mayor causante de la deserción en los jóvenes el 31% de los docentes manifestó que la deserción está asociada con la desintegración familiar, y el 24% coinciden que es el pandillaje. En relación a esto Meschke, Bartholomae y Zentall 2002 nos menciona que los factores que protegen al adolescente para que no presenten este tipo de conductas, se pueden señalar las relaciones positivas del adolescente con su familia, citado en (Palacios y Andrade, 2007, p. 6).
Los resultados son congruentes con los encontrados en la literatura, específicamente coinciden con los estudios desarrollados por la Secretaria de Seguridad Pública, pues en ellos se encontró que las pandillas se conforman en promedio por 11 jóvenes que han abandonado la escuela en sus diferentes etapas, y que en 2008, había en Monterrey un total de 2 mil pandillas, en Guadalajara 605, y en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal, 30; lo que corresponde a casi 29 mil adolescentes involucrados en actividades que han crecido de manera sostenida en los últimos años y que comprenden robos, asaltos, adicciones, daños en propiedad ajena, lesiones y riñas.
Es probable que los resultados obtenidos puedan ser atribuidos a la zona donde se realizó el estudio, de hecho existen algunos estudios que han explicado esta situación a partir de un hecho comprobado que los niños y jóvenes pertenecientes a clases sociales bajas tiene una tasa más alta de delincuencia que los pertenecientes a las clases media y alta. Principalmente cometen delitos con más frecuencia y con daños más graves en las personas y en las cosas (Vázquez, 2003, p. 19).
Sería conveniente desarrollar futuras investigaciones en las que se estudiaran las conductas de riesgo en los jóvenes desertores, especialmente la conducta de pandillaje o pertenecer a cierto grupo y cómo afecta el rendimiento académico de los alumnos, tanto en el nivel secundaria como medio superior ya que es en estos niveles donde los alumnos aún se encuentra en el proceso de la adolescencia. Respecto a la metodología sería conveniente realizar otros estudios en los que se haga énfasis en la observación directa de estas conductas de riesgo tanto en zonas marginadas como rurales. En cuanto al instrumento se sugiere aplicarlo directamente a los alumnos para obtener resultados enriquecedores y tener una perspectiva diferente.
El valor principal de los datos obtenidos se encuentra en el terreno de describir las principales conductas que presentan los jóvenes en educación secundaria, sin embargo, aún no es posible determinar porque los docentes no logran detectar a tiempo dichas conductas y llevar a cabo acciones para prevenir la deserción escolar.
Los datos recabados nos permiten tener un referente o base para futuras investigaciones, así mismo tomar medidas preventivas para disminuir las conductas de riesgo en los jóvenes y lograr que continúen con su formación académica. Pero no son concluyentes respecto a si el docente es capaz de detectar a tiempo las conductas y que hacer en caso de detectar dichas conductas.
El estudio se planteó como objetivo describir las conductas de riesgo que observan los profesores en alumnos desertores de educación secundaria, en ese sentido se logró dicho objetivo en virtud a que los resultados presentados fueron precisos para determinar cuáles son las conductas de riesgo más frecuente entre los adolescentes. Por otra parte, los datos nos permiten aceptar la hipótesis debido a que la conducta que más detectan los docentes es que los jóvenes pertenecen a una pandilla o banda.
Por lo anterior sería conveniente crear programas de capacitación y orientación dirigidos a los docentes y padres de familia que incluyan una serie de acciones que se deban de tomar para detectar a tiempo las conductas de riesgo en los adolescentes y así favorecer a que el alumnado concluya de manera satisfactoria su educción secundaria.
Finalmente es importante recalcar que la prevención de las conductas de riesgo nos lleva a que los alumnos puedan terminar su educacion academica y llegar a tener una profesion con lo cual podran tener una mejor calidad de vida, asi mismo seran la base de las posibles decisiones que tomen sus hijos sobre su formacion academica ya que en la sociedad que actualmente vivimos nos exije cada vez mas preparacion academica.
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