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La tutoría con apoyo de las TIC en IES de Veracruz

Mariana Hernández Alcántara, Genaro Aguirre Aguilar y Jorge Arturo Balderrama Trápaga

U. Veracruzana

Resumen

La presente propuesta de comunicación surge del trabajo de investigación en construcción dentro del Doctorado en Sistemas y Ambientes Educativos que oferta la Universidad Veracruzana en México. Esta comunicación muestra algunos fundamentos para el diseño de un modelo tutorial de carácter psicopedagógico con acompañamiento virtual, que pueda complementar el trabajo presencial que comúnmente llevan a cabo las instituciones educativas de nivel superior. Dicho interés surge de la necesidad de promover entre las universidades de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, un modelo que facilite la incorporación de las tutorías con apoyo de las TIC como parte de su oferta educativa.

Es oportuno señalar que las mayoría de universidades particulares no incluyen en su modelo educativo la figura de la tutoría, aún cuando registran altos índices de deserción escolar debido a diferentes factores que bien podrían atenderse por medio de la tutoría. De la misma forma se rescata, de la información obtenida en universidades públicas, que incluyen la tutoría como parte de su programa educativo, empero el proceso de tutoría en este contexto se limita al trabajo presencial, lo cual restringe el tiempo y espacio de interacción entre tutor y tutorado, además de que dichas universidades contemplan grupos extensos de trabajo que limitan el acercamiento y compromiso individual con cada estudiante y sus necesidades específicas; por lo que la tutoría individual, queda abandonada en el quehacer del tutor y el interés del tutorado, situación que se espera mejore al desarrollar un modelo de tutoría psicopedagógica individual que se apoye en el uso de las TIC, con el fin de ampliar los medios de interacción entre tutor y tutorado lo cual  puede permitir generar una comunicación de forma asincrónica más eficaz y efectiva, para de esta manera, fomentar el acercamiento, interés y compromiso con la tutoría por medio del acompañamiento virtual, que bien puede darse a través de diversos recursos on line: blogs, foros de trabajo colaborativo, materiales de apoyo hipermediales.

Antecedentes Generales de la Tutoría

El acompañamiento escolar dirigido a estudiantes en proceso de formación universitaria, se ha hecho presente desde la edad media, en donde casos como la Universidad de Oxford, se le otorgaba seguimiento a los escolares, que eran hombres jóvenes, admitidos en la institución para ser formados como hombres de carácter, conocimiento y religión. Lo que implicaba que se les inculcaba el comportamiento, las reglas de vida y las ideologías propias de los hombres prominentes de la Inglaterra Medieval como refiere Ariza & Balmes (2005), situación que limitaba la formación de los estudiantes en otros rubros, mismos que sin duda obedecían a un contexto histórico cuyo principios pedagógicos obedecían a las circunstancias propia de aquella Britania del medioevo. Si aquellos saberes formativos se contrastan con los de hoy,  se observan cambios sustantivos, puesto que, situaciones como la educación religiosa y la formación del carácter, han quedado desplazadas por el actual interés en la formación de conocimientos o destrezas orientadas al desarrollo de una serie de competencias entre los estudiantes, en donde existe imperioso interés en enseñar al estudiante a aprender a aprender y ser responsable de ese proceso, además de fomentar entre ellos, la capacidad de ser autodidacta y autocrítico de su formación. En esta perspectiva, es posible decir que así como ayer orientación tutorial, ha desempeñado un importante papel en la formación o capacitación de los estudiantes, por lo tanto las funciones de quien se desempeña como orientador o tutor, ha sido clave en esa tarea de formar seres humanos.

Sin embargo, sería hasta el siglo XIX, cuando más específicamente el tutor se relaciona de forma directa con los estudiantes, dejando a un lado la postura moralista que se vivía en la edad media, y tomando una postura académica, como refiere Doherty, citado por Ariza & Balmes (2005), cuya actividad principal era enseñar a los estudiantes cómo desarrollar sus capacidades de aprendizaje. Es el tutor el que apoya al tutorado enseñándole cómo pensar, y no necesariamente qué pensar, por lo que rompe su postura directiva y totalmente activa, cediendo el papel activo al estudiante.

El desarrollo de la Tutoría en el contexto educativo Mexicano

La tutoría dentro de las Universidades e Instituciones de Educación Superior (IES) en México, tiene un antecedente en la década de los 40, en donde se hizo presente por primera vez en el nivel de posgrado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posterior a ello y tras una pausa prolongada sobre el tema de tutoría en la educación, en 1970 la Ley General de Educación establece en el artículo 7º que la educación debe contribuir al desarrollo integral del estudiante para fomentar el desarrollo pleno de las capacidades de cada individuo; asimismo, establece la necesidad y obligación de las instituciones educativas de ofrecer orientación educativa a los estudiantes que permita mejorar su experiencia educativa, sin embargo, esta propuesta tiene tintes administrativos.

Como quiera que sea, a partir de aquella Ley General de Educación de 1970, diversas instituciones educativas de nivel superior incorporan la orientación educativa dentro de la formación profesional del estudiantado matriculado; siendo la UNAM una de las primeras instituciones en trabajar con el esquema de tutoría  en 1972, cuando inicia el Sistema Universidad Abierta (SUA) y ofrece dos esquemas de tutoría, la individual y la grupal.

Por otra parte, en la década de los setenta el modelo de Educación Basada en Competencias (EBC) hace presencia en América en países como Estados Unidos de Norteamérica y Canadá a consecuencia de la crisis económica que impactó el sector educativo en diferentes países (Sesento, 2008), con el fin de capacitar de forma efectiva a los trabajadores en relación a las necesidades reales del contexto laboral. El modelo rescata la importancia de desarrollar capacidades, habilidades, conocimientos y valores en los estudiantes de los diferentes niveles educativos, con el fin de “aprovecharlos” y aplicarlos en su formación académica y en su vida diaria; para que en el caso específico del nivel superior, la formación profesional se diga debe ser congruente con las necesidades laborales actuales,por lo que se espera se realice  a través del acompañamiento de un profesional en el área, quien debe orientar al estudiante en relación a la demanda de la industria dentro de un contexto social.  

           

Sería a partir de mediados de la década de los noventa, cuando la educación en México observa una cambio a nivel estructural tras la Reforma Educativa de 1993 en el nivel básico educativo, el modelo de educación basado en competencias se aplica en escuelas primarias piloto, un año después se aplica el modelo EBC en la educación básica del país. Posteriormente el modelo se implementó en el nivel superior,  para que más tarde también se implemente en el nivel medio superior, con el fin de desarrollar y retroalimentar competencias académicas, personales, profesionales y laborales en los estudiantes, las cuales permiten desarrollar habilidades que fomentan el aprendizaje de forma autónoma, a través de la filosofía de aprender a aprender, misma que permite romper con limitantes de tiempo y espacio en la construcción de nuevos conocimientos y la comunicación de los mismos.

Posteriormente y a partir de la adopción y aplicación del modelo de Educación Basado en Competencias (EBC), correspondiendo al Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica en 1994  se da inicio  a la educación profesional técnica (CONALEP, 2013), para lo cual se contó con apoyo de países extranjeros especializados en el modelo EBC, cuyo objetivo fue, formar profesionistas con competencias profesionales que se adecuen a las necesidades reales del contexto laboral en el país, y no solo con un cúmulo de conocimientos teóricos, cómo se desarrollaba el proceso de enseñanza aprendizaje en el modelo tradicional del país.

Dentro del modelo EBC, se hace presente la figura de la tutoría, planteada desde un contexto académico, figura que permite al estudiante contar con un acompañamiento, el cual puede desarrollarse de forma individual o grupal, cuyo fin es dotarlo de recursos académicos para encaminar al joven en su quehacer como estudiante en el contexto de mejora, como refiere Badillo (2010)

En educación básica, por ejemplo, si bien no ha existido la figura de tutor como tal, la actividad tutorial ha venido desempeñándose desde hace varias décadas: la existencia de los departamentos de orientación educativa o de los psicopedagógicos es una clara evidencia de ello. En estos espacios, existe un profesor (o en el mejor de los casos, un grupo de profesores) que apoya a los estudiantes en aspectos diversos: prevención y atención a problemas de aprendizaje, así como canalización a apoyo psicológico; de esta manera, se favorece el buen desempeño y la atención a problemas durante la trayectoria escolar, con el propósito principal de prevenir la deserción escolar (p. 168).

Sin embargo, en diversas ocasiones la tutoría se ha confundido con las asesorías académicas, y por ende, pierde su fin dentro de las instituciones educativas.

Sería para el año 2001, cuando la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) hace evidente la necesidad de generar un programa que normatice las características de la tutoría en el nivel superior, que a su vez, sirva como parámetro para la inclusión de la tutoría en las Universidades, por lo tanto se genera el Programa Institucional de Tutorías, el cual es aprehendido por las instituciones de nivel superior en el país y a partir del mismo se establecen programas de acción en pro del acompañamiento y seguimiento de estudiantes cuyos propósitos, como menciona Badillo (2010) “... varían en las diferentes instituciones, aunque todas toman como principal objetivo la permanencia escolar y la mejora de los indicadores de rendimiento escolar, así como la superación del rezago educativo y el evitar la deserción de los estudiantes” (p. 168-169).

Construcción teórica de la tutoría psicopedagógica

En el contexto actual, se requieren adecuaciones en la organización institucional y en el desarrollo del currículum, que permitan mejorar la calidad educativa a través de una nueva organización de la práctica docente y la inclusión efectiva de las TIC, con el fin de promover prácticas educativas innovadoras que beneficien el aprendizaje (Andrea Guzmán, 2011), donde los profesores con vocación, interés y compromiso, desempeñen un papel efectivo como acompañantes del proceso de formación académica, para lo cual, es necesario que adopten el rol de facilitadores y motivadores, con una actitud de aprendizaje continuo, para enseñar de forma efectiva y competente, facilitando el aprendizaje a través de la innovación por medio  del uso de las Tecnologías de Información y Comunicación que faciliten encaminar esfuerzos, además de fomentar acercamientos y disminuir tiempos al interactuar con el estudiante (García, 2008) y que sirvan como herramienta complementaria a la formación académica, de uso voluntario y sin estímulos extrínsecos como el equivalente a una calificación. Igualmente, deberán contemplarse, las buenas prácticas educativas en las que el estudiante se vuelva un agente constructivo, reflexivo y dinámico.

El modelo de Educación Basado en Competencias, propone la formación educativa holística, es decir, dirigida a contemplar la totalidad de roles y  situaciones que están inmersos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en la relación docente-estudiante, así como en la relación existente entre el estudiante y su contexto social, que permite involucrar los aspectos del día a día que resultan significativos para el estudiante dentro de su proceso de formación, con el fin de abarcar situaciones y hechos que faciliten la concentración de esfuerzos en la adquisición y construcción de nuevos aprendizajes.

En esta visión holística de la educación, se deben contemplar aspectos de carácter personal del estudiante, que intervienen en su proceso de formación académica de forma positiva o negativa, según sea el caso, tales como los roles sociales que desempeña en su cotidianeidad, aquellos que están inmersos en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve, por ejemplo, la familia, los amigos, la pareja, los compañeros laborales, escolares, etc., que si bien pueden servir como motivadores, también pueden fungir como distractores para el estudiante. Estos aspectos que inundan su vida, marcan de manera significativa su ser y hacer, que finalmente se ve reflejado en su desempeño escolar.

Wenger (2001) manifiesta que se deben reflexionar e indagar las maneras de hacer la educación de hoy holística, integral e inclusiva, tomando en consideración los contextos de los estudiantes y diseñando las sesiones de enseñanza-aprendizaje basándose en estos contextos, en donde se visualiza al docente como un mediador, facilitador en la generación de interrogantes para promover la discusión y solo responda dudas no resueltas entre los estudiantes; y donde el joven se presente con actitud activa en la generación de preguntas y respuestas, retomando la construcción del rol del tutor del maestro de la antigua Grecia, concretamente en la mayéutica socrática, como refieren Ariza. & Balmes.  (2005) y Guzmán (2011).

Con el interés de contemplar e integrar estos aspectos personales que influyen en el desempeño escolar del estudiante, se han generado acercamientos y acompañamientos por parte de docentes a estudiantes que así lo requieren, o se considera que lo necesitan, acompañamientos que se han nombrado tutorías, las cuales se han aplicado a partir de las necesidades específicas de la institución educativa, puesto que en muchos casos, se desconocen los objetivos verdaderos de la tutoría y se adaptan acompañamientos en diferentes ámbitos de formación del estudiante.

Son pocos los autores que hacen referencia dentro de sus investigaciones, a la necesidad de integrar los factores de carácter personal para con ello incidir en el desempeño escolar del tutorado, y escasos aún, quienes dentro de sus investigaciones aplicadas a la educación superior en el país, hagan referencia a la necesidad de implementar el uso de las TIC en el proceso de tutoría psicopedagógica. Si bien es cierto que Narro & Arredondo (2013) retoman la primera postura, al mencionar que la tutoría se debe centrar en la persona, más allá del estudiante, en donde es pertinente reconocer que los jóvenes no son sólo estudiantes, por lo que su formación debe ir más allá de la adquisición de conocimientos académicos, disciplinarios o profesionales.

En tanto que tutoría es considerada por Vázquez, García, & Oliver (2008) como un proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes, que se concreta mediante la atención personalizada a un estudiante o a un grupo reducido de ellos por parte de académicos competentes y formados para esta función. Sin embargo, la realidad en las Universidades públicas del país es otra, puesto que aquellas universidades que cuentan con la tutoría dentro de la formación profesional, asignan grupos extensos de estudiantes a tutores que poco han sido capacitados sobre las funciones que habrán de desempeñar en el rol de tutor; de la misma forma, se carece de espacios de trabajo que faciliten el acercamiento entre tutor-tutorado, y si a ello se suman las múltiples funciones que desempeña este académico dentro de la institución educativa, esto reduce el tiempo de atención y en algunos casos la calidad de la misma (Badillo, Huerta, & Romero, 2010).

La descripción de los hechos desencadena el interés por diseñar un modelo de tutoría psicopedagógica con apoyo en la virtualidad, que contribuya, a partir del uso estratégico de plataformas virtuales y recursos digitales, a mejorar las condiciones de la tutoría psicopedagógica individual dentro de las instituciones educativas, es decir, encontrar en las TIC la oportunidad para desplegar recursos educativos y orientadores que contribuyan al trabajo que desempeña el tutor como la propia institución para apoyar integralmente a sus estudiantes. Al respecto, no se puede olvidar que puede desempeñarse desde diferentes contextos, a partir del establecimiento de objetivos y finalidades precisas, sin embargo pareciera que la incorporación del trabajo tutorial a los proyectos educativos, dista mucho de generar esas condiciones, por lo que quienes escriben, piensan que las TIC representan un potencial para ampliar el concepto de tutoría que pueden llegar a tener las propias instituciones educativas, centrada preferentemente en lo académico o vocacional sin colocar en el centro de este trabajo de gestión académica al estudiante en su completud.

Sanz (2010) rescata la influencia de las tutorías que se practican actualmente en la Universidad, en donde comenta que estas se limitan a aspectos escolares, en donde se trabajan espacios de asesoría con el fin de resolver dudas de contenido de las materias, lo que se conoce como “tutorías burocráticas”, por lo que se propone que las universidades deben modificar esta visión y proponer un modelo de tutoría que abarque de forma más razonable, apremiante y representativa los aspectos de la vida del estudiantado, más allá de lo estrictamente académico, ya que el estudiante dentro de su construcción social, es más que una matrícula dentro de una institución educativa, puesto que está acompañado de todo un bagaje social, que contempla diversos roles que desempeña en los contextos sociales a los cuales pertenece, tales como familiares, amistosos, laborales, de pareja, entre otros, por ello la importancia de ver, comprender y atender al estudiante, dentro del espacio de la tutoría, dentro de una visión integral.

Contexto actual de la tutoría en las IES de la zona conurbada Veracruz – Boca del Rio

La figura de la tutoría, como se ha revisado a lo largo de la presente aportación, se ha hecho presente en el contexto educativo superior del país desde la década de los 40, sin embargo la utilización que se le da a la tutoría dentro de las IES es diverso, pues un estudio realizado por Badillo, Huerta & Romero (2010), muestra que la tutoría es utilizada como un recurso académico, que permite mejorar el desempeño escolar, sin embargo se limita a trabajar con cuestiones educativas, dejando a un lado el contexto social del tutorado y por ende también su dimensión psicológica.

Algunas de las instituciones educativas de nivel superior en la zona Veracruz – Boca del Río en donde se realizó un primer sondeo en relación a la tutoría, argumentan trabajar con el modelo de educación basado en competencias (EBC), en donde aparece la figura de la  tutoría como parte del proceso de formación de los estudiantes; de igual forma se puede observar que son los docentes los encargados de dar vida a la tutoría. Los directivos asignan a un coordinador de tutoría, que en muchos casos también es un docente de la institución y es seleccionado a partir del perfil en el área de humanidades, y en algunos casos por la carga de horario que tiene asignado dentro de la institución. Este coordinador de tutoría, revisa la plantilla docente con la que cuenta la institución, y con ello el perfil académico con el objetivo de identificar aquellos que pudieran fungir como tutores. Sin embargo en la gran mayoría de casos, el rol de tutor es asignado por la institución educativa, y no es una función seleccionada por el docente; por lo que en muchas ocasiones la tutoría es apreciada por el nuevo tutor, como una actividad que debe hacer dentro de sus funciones, más que como una actividad que quiere hacer.

Limitantes de la tutoría en el contexto educativo del país

Como se refiere, la tutoría se entiende como el proceso de acompañamiento personalizado que se ofrece dentro de las IES a los estudiantes, con el fin de dar seguimiento y orientación a su proceso de formación profesional y personal, sin embargo en la actualidad se observan diversas situaciones que limitan la tutoría entre los cuales se mencionan:

·     Inclusión de la tutoría a las IES, puesto que no todas consideran un departamento de tutoría dentro de la institución.

·     Asignación de grupos extensos, a un número reducido de tutores, por lo general docentes de tiempo completo.

·     Falta de espacios físicos de interacción, al contar con grupos numerosos de atención, los tutores carecen de espacios para trabajar de forma personalizada con sus tutorados.

·     Falta de capacitación de los Tutores en relación a los alcances que tienen dentro de la tutoría, con el fin de no desvirtuar los fines del proceso.

·     Recursos limitados, los tutores no cuentan con los recursos adecuados para llevar a cabo sus funciones, puesto que en ocasiones solo reciben manuales de trabajo, pero no existen herramientas digitales que faciliten su proceso.

·     Tiempo de interacción T-T, en el tenor de la asignación de grupos extensos, los tutores no son liberados de carga académica para atender situaciones de tutoría, por lo que se reducen los tiempos de interacción con tutorados. (Badillo, et al. 2010)

·     Interés por parte de tutorados, al contar con poca información sobre los beneficios de la tutoría, los estudiantes se limitan al trabajo académico, o a buscar al tutor con los mismos fines; la mayoría de casos, los estudiantes son canalizados con el tutor, cuando se han convertido en casos de riesgo de deserción académica.

·     Compromiso de Tutores,

·     Difusión de los beneficios de la tutoría.

           

A continuación se presenta una gráfica que muestra la periodicidad en que los estudiantes acuden a Tutoría durante un semestre.

Gráfica 1. Sesión de tutoría por estudiante al semestre en la UV. (Badillo, et al., 2010, p. 194).

En la gráfica 1 se observa que los estudiantes en promedio asisten de forma presencial a tres sesiones de tutoría al semestre, si a ello se le agrega que al tutor se le asigna un promedio de 20 a 30 estudiantes tutorados, los cuales debe atender en un solo día asignado por la universidad como “día de tutoría”, en un total de 6 horas, se puede comprender la dificultad para que la tutoría cupla con el requisito de individual, especializada y personalizada, situación que puede mejorarse si se cuenta con un acompañamiento semipresencial.

Por otra parte, la investigación documental permite visualizar los índices de ingreso, egreso y titulación de las IES representativas de la zona conurbada Veracruz – Boca del Río a partir de la matrícula de estudiantes que tienen en comparación con otras universidades en la zona. A continuación se presenta parte del Anuario Estadístico 2011-2012, realizado por la ANUIES (2012) en donde se observan a las instituciones educativas de nivel superior en la zona conurbada Veracruz-Boca del Rio.

Tabla 1. Datos estadísticos de ingreso, Egreso y Titulación de IES representativas en la zona conurbada Veracruz – Boca del Rio. (ANUIES, 2012).

A través de la investigación por medio de las TIC y en algunos casos por medio de visitas y entrevistas directas, se rescata que la mayoría de las  Instituciones educativas privadas que se visitaron, no cuentan con programa de tutoría, sin embargo expresan su interés por incluirlo dentro de su programa educativo, pues consideran que puede apoyar en mejorar el desempeño escolar y aumentar la eficiencia terminal.

En el caso de las instituciones educativas públicas y algunos casos de universidades privadas, la tutoría se ejerce de forma presencial, la cual se restringe a un tiempo y espacio específico, en donde contemplan grupos de tutoría extensos que limitan el acercamiento y compromiso individual con cada estudiante y sus necesidades específicas, por lo que la tutoría psicopedagógica individual queda abandonada en el quehacer del tutor y el interés del tutorado;  de ahí la importancia de este estudio, el cual propone, desarrollar un modelo de tutoría psicopedagógica individual que integre el uso de las TIC, con el fin de ampliar los medios de interacción entre tutor y tutorado, que permita a su vez, generar mayor comunicación de forma asincrónica, y de esta manera, fomentar el acercamiento, interés y compromiso con la tutoría con apoyo de las TIC, que bien puede darse a través de blogs, plataformas y foros de trabajo virtual.

En el contexto educativo las instituciones educativas se basan principalmente en el supuesto de que aprender es un proceso individual, que tiene un principio y un final, que es mejor separarlo del resto de las actividades que se generan día con día y que es el resultado de la enseñanza; sin embargo abandona aspectos de carácter personal del estudiante, que influyen de forma significativa en su desempeño académico, por ello el interés de diseñar y aplicar un Modelo de tutoría psicopedagógica con apoyo en la virtualidad, que pretende romper con el modelo de tutoría académica tradicional, que esté a cargo de personal con vocación, interés y compromiso con el rol de tutor y por supuesto con el estudiante; en donde el tutor será capacitado para construir o retroalimentar herramientas eficaces y puntuales en el acompañamiento de estudiantes con problemas académicos, alternando las sesiones presénciales con las no presenciales a través de un medio virtual, que facilite el acercamiento de los tutorados y la adquisición de herramientas que permitan mejorar su desempeño académico. En este sentido, es oportuno señalar que contar con este tipo de servicio, permitirá también ampliar la cobertura, la atención como el tipo de servicio que el propio diseño de la plataforma tenga.

TIC como recursos que faciliten el proceso de tutoría psicopedagógica

Con se ha hecho evidente, la tutoría psicopedagógica no vislumbra en los contextos educativos de nivel superior en la zona conurbada Veracruz – Boca del Río, por lo que se propone el diseño de un modelo de tutoría psicopedagógica con apoyo de las TIC, que permita dar frente a las necesidades del contexto educativo de la zona, permitiendo a  su vez, atender los factores que no tienen connotación académica, pero que influyen el desempeño de los estudiantes.

La Ley General de Educación en el artículo 7º, hace mención de fomentar actitudes que estimulen la investigación y la innovación científicas y tecnológicas, por lo que se genera la necesidad de incluir las TIC en el contexto educativo. Al incluir el uso de las TIC dentro de la tutoría se permitirá romper con limitantes de tiempo, espacio e interacción, a través de la adaptación de los ambientes virtuales de aprendizaje (EVA), en donde los tutorados (estudiantes) serán protagonistas en el programa tutoría semipresencial, pues en ellos girará el proceso de acompañamiento, el tutor será una guía, un andamio (Bruner) que facilite estrategias y herramientas que sirvan de forma significativa al tutorado.

En el contexto de la tutoría, los ambientes virtuales servirán para gestionar espacios de comunicación e interacción, que faciliten el acceso a recursos digitales, así como herramientas virtuales para desarrollar el trabajo efectivo y puntual de la tutoría. La Universidad Autónoma Metropolitana define los EVA como “el conjunto de entornos de interacción, sincrónica y asincrónica, donde, con base en un programa curricular, se lleva a cabo el proceso enseñanza-aprendizaje, a través de un sistema de administración de aprendizaje”. (párr. 1)

El acompañamiento a través de medios virtuales, requiere necesariamente, la implementación del uso de las TIC, lo que resalta la importancia de generar competencias digitales que permitan la correcta manipulación de las mismas y por ende, la correcta aplicación y funcionamiento de los acompañamientos virtuales dentro de la tutoría individual, tanto por parte del profesorado como del estudiantado; por lo tanto, también demandará como estrategia un acompañamiento asistido para aprender a emplear la plataforma como sus recursos. De tal suerte, como parte de este programa, se piensa en un proyecto integral que vaya desde el diseño, a la capacitación, a la inducción, a la tutoría autogestiva; para ello, recursos como los tutoriales on line, los chat, las video tutorías síncronas, las preguntas frecuentes, los materiales didácticos y las lecturas, podrán ser parte de esos medios a través de los cuáles favorecer este tipo de tutorías.

Se espera que el modelo de tutoría psicopedagógica apoyado en las TIC sea una herramienta que apoye de forma efectiva a los estudiantes, con el fin de reducir índices de reprobación en el nivel superior de formación académica, a través de herramientas digitales que pueda utilizar y aplicar en el contexto de mejora académica.

Reflexiones finales

Brindar un apoyo al estudiantado, que contemple el trabajo de aspectos que van más allá de los académicos, permitirá generar un acompañamiento holístico que atienda las necesidades reales de los mismos, situación que resulta de interés, puesto que las IES del país no solo están interesadas en los problemas académicos que se presentan en la actualidad, sino contemplan situaciones emergentes que influyen en el desempeño escolar de los estudiantes, por lo que han generado un fuerte compromiso en establecer, aplicar y evaluar estrategias que permitan reducir los índices de deserción escolar, el rezago estudiantil y aumentar los índices de eficiencia terminal.

Propuestas como la presente, ofrecen una alternativa de atención, seguimiento y acompañamiento personal con apoyo de las Tecnologías de la Información y Comunicación. De forma puntual, con la propuesta presentada se piensa en facilitar un espacio de formación, reforzamiento y solución de conflictos de carácter personal del estudiante en su proceso de construcción de aprendizaje, a través de espacios virtuales que generen acercamiento entre un tutor y un tutorado; que a su vez, permita encaminar esfuerzos en la solución de problemas personales que influyen en el desempeño académico del tutorado,  que repercuten en su formación profesional y lo coloquen en una situación de riesgo.

Sin embargo, para que el modelo de tutoría psicopedagógica con apoyo de las TIC resulte funcional, es necesario fomentar su necesidad de uso, y motivar el interés, así como el compromiso por parte de tutores y tutorados, pues, así como otros proyectos escolares, no solo depende de su diseño, sino en la calidad de capacitación de utilización, la gestión de recursos para su aplicación, el compromiso constante por parte de autoridades educativas, tutores y estudiantes, en mayor medida en estos últimos, pues son el eje central del modelo de tutoría y del modelo educativo vigente en el país.

Referencias

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