Resumen
El trabajo presenta un instrumento para conocer la autoestima y autoconcepto de niños/as con capacidades diferentes, así como la autoconciencia de su condición. El fin último de la investigación es que la información obtenida ayude en la intervención psicológica y educativa de los niños y sus familias. El instrumento denominado: Cuestionario de Autoconciencia y Autoestima-concepto en niños con Capacidades Diferentes (CA3CD) contiene 3 apartados. 1. Autoconcepto y autoestima; 2. Conciencia del padecimiento y 3. Percepción de la familia, maestros. La información se obtiene tanto con preguntas directas como con material gráfico. Para obtener información del primer apartado se cuenta con apoyos gráficos: 1. Rompecabezas de niño y niña y 2. Caritas tipo emoji de expresiones básicas: felicidad, tristeza, preocupación, sorpresa y enojo. Para el apartado dos se utilizan preguntas concretas, por ejemplo: ¿Sabes por qué vienes a esta escuela? ¿Qué te han dicho tus papás? Se aplica dentro de una Entrevista Semiestructurada, cara a cara y en forma lúdica. Se trabaja en tres sesiones de 40 minutos. El instrumento quedó conformado después de pruebas piloto con cinco niños sin capacidades diferentes y dos niños con una condición diferente, en edades entre los 5 y los 12 años. La creación de un cuestionario de apoyo para indagar los aspectos de autoconcepto, autoestima y conciencia del padecimiento en niños con capacidades diferentes representa todo un reto, entre muchas otras cosas, porque los métodos convencionales difícilmente permiten acceder a estas experiencias. Se insta a las/os investigadores para seguir construyendo instrumentos para conocer más, qué piensan, cómo perciben y sienten los/as niños/as con capacidades diferentes.
Palabras Clave: cuestionario, autoestima-autoconciencia, capacidades diferentes, niños.
Introducción
Las capacidades diferentes, son aquellas condiciones en la persona que presenta alguna deficiencia o dificultas que abarca aspectos físicos, intelectuales, mentales y/o enfermedades crónicas. La Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (UNICEF, 2013) define la discapacidad como un término genérico que abarca deficiencias, limitaciones de la actividad y restricciones a la participación. De acuerdo con la Organización Mundial de la salud (OMS, 2010) se entiende por un ambiente de discapacidad a la interacción entre las personas que padecen alguna enfermedad (por ejemplo parálisis cerebral, síndrome de Down, depresión, entre otras) y factores tanto personales como ambientales (por ejemplo actitudes negativas, transporte y edificios públicos inaccesibles y un apoyo social limitado).
Se calcula que más de mil millones de personas están aquejadas por la discapacidad en alguna forma. Tienen dificultades importantes para funcionar entre 110 millones (2,2%) y 190 millones (3,8%) personas mayores de 15 años, sin embargo las tasas de discapacidad están aumentando debido en parte al envejecimiento de la población y al amento de la prevalencia de enfermedades crónicas (OMS, 2010).
De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010, 5 millones 739 mil personas en el territorio nacional declararon tener dificultad para realizar al menos una de las siete actividades evaluadas: caminar, moverse, subir o bajar (en adelante caminar o moverse); ver, aun usando lentes (ver), hablar, comunicarse o conversar (hablar o comunicarse); oír, aun usando aparato auditivo (escuchar); vestirse, bañarse o comer (atender el cuidado personal); poner atención o aprender cosas sencillas (poner atención o aprender); limitación mental; es decir, son personas con discapacidad. Cifra que representa 5.1% de la población total del país (INEGI, 2013). De estas cifras el 3.2 representa a niños, donde el 1.8% son niños y 1.4% niñas.
Desde la perspectiva centrada en la persona, la discapacidad es un término que elimina la posibilidad de ser un “todo”, puesto que al suprimir un elemento esencial el individuo queda limitado en sus capacidades, quizá aprenderá a vivir con ello pero nada más. Las capacidades diferentes dan la oportunidad de contemplar al sujeto como un ser único, y como tal, cada individuo posee capacidades y habilidades distintas a otro ser humano, animal o cosa. En una visión global y siguiendo este plano, todos tenemos capacidades diferentes y eso no nos hace más ni menos que los demás, al contrario, mediante eso podemos complementarnos como seres sociales que somos. En este caso, se pretende llamar la atención para a aquellas personas que poseen características que les impiden o dificultan ser considerados como “sanos” en un sentido estricto de la palabra y que además son personas que tienen capacidades que pueden llegar a desarrollar de manera óptima para insertarse en el ámbito social de manera funcional.
Por su parte, el INEGI (2013) en el censo de Población y vivienda de México 2010, para determinar la condición de discapacidad, se adoptaron los siguientes dominios: movilidad, funciones sensoriales y estructuras del ojo y oído, aprendizaje y aplicación de conocimientos, autocuidado y comunicación. Se modificaron algunos conceptos en relación con encuestas anteriores a fin de disminuir los prejuicios personales y sociales de declararse persona enferma o con deficiencias.
En virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, todos los niños y niñas tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2013), que implica además de la salud física, la salud mental, que los niños en general deberían gozar, sin embargo llegan a tener limitaciones que les impide llevar una vida plena emocionalmente, ya sea por condiciones sociales, familiares o individuales.
Ante este panorama podríamos creer que no queda mucho por indagar en el tema, sin embargo al hacer una búsqueda más exhaustiva sobre él nos encontramos que aún quedan muchas cosas por explorar y entre ellas está presente el conocer cómo se sienten los niños realmente ante alguna condición limitante física o mental. De esta manera se genera una propuesta para crear un instrumento que nos permita conocer cómo se perciben los niños con capacidades diferentes ante su padecimiento y el ambiente cercano que le rodea, como parte fundamental para ayudar al niño en un tratamiento multidisciplinario, ya que el estado emocional influye en todos los aspectos en los que se desenvuelve, principalmente por la edad en la que se encuentran influirá en su autoconcepto futuro y en la manera en cómo interpreta la información que recibe, ya sea en el ámbito educativo o social o personal.
La investigación aborda la percepción que tienen los niños con capacidades diferentes, de su autoestima, autoconcepto, relación con personas cercanas y conciencia de su padecimiento. Se aboca a la creación de un instrumento que permita la conocer la autoestima y autoconcepto de niños/as con capacidades diferentes, así como la autoconciencia de su condición y cómo perciben la relación con las personas más cercanas con el fin de que la información recabada ayude en la intervención clínica, psicológica y educativa. La mayoría de los estudios se centra en el padecimiento mismo más que en la vivencia y emociones del niño(a) quien la padece. No hay suficiente material que nos permita saber la percepción desde la propia vivencia de los niños con capacidades diferentes, los instrumentos de valoración que hay para la autoestima, autoconcepto y autoconciencia están diseñados para niños y niñas “normales” es decir sin capacidades diferentes, por lo que el trabajo presenta instrumento para conocer la autoestima y autoconcepto de niños/as con capacidades diferentes, así como la autoconciencia de su condición y contexto familiar.
Método
La construcción del instrumento se hizo para recoger información sobre Autoconciencia, Autoestima, Autoconcepto y relación con su contexto familiar en niños con alguna capacidad diferente.
El instrumento se pensó para niños de entre 6 y 12 años con las siguientes capacidades diferentes: Parálisis cerebral, Discapacidad intelectual, Déficit de Atención, Problemas de aprendizaje. Los criterios de inclusión: poder expresarse mínimamente de manera verbal y comprender el contenido del instrumento. Se diseñó el nuevo instrumento tomando en cuenta las condiciones presentes en los niños ya que no existen suficientes instrumentos que abarquen los aspectos que se toman en cuenta en la investigación El instrumento es un cuestionario que consta de una entrevista semiestructurada de tipo cualitativo basada en otros instrumentos. Para su elaboración se revisaron varios instrumentos de autoestima y autoconcepto para niños. Entre ellos: el Inventario de autoestima de Coopersmith para niños validado en población mexicana por Cantú, Verduzco, Acevedo y Cortés (1993); la Escala de Autoconcepto de Piers-Harris (Gorostegui, 1992; Piers y Harris, 1969) y la Escala de la conciencia: un instrumento para mejorar la conciencia de enfermedad en pacientes con daño cerebral adquirido (Caballero, García y Renau, 2007).
La elección de las preguntas y de las instrucciones se adaptó a la edad del niño para que reflejen las fases del desarrollo evolutivo de sus capacidades; por ello que se eligieron una serie de preguntas adecuadas al lenguaje de los niños y que pudieran comprender con mayor facilidad, mismas que sirven de guía para el aplicador siendo que si lo considera necesario puede modificar en la sintaxis.
La guía de entrevista se estructuró de la siguiente manera: 1) Autoconcepto y autoestima; 2) Conciencia del padecimiento; 3) Percepción y relación del niño con familia, maestros o personas cercanas. Está acompañada de dos apoyos gráficos: 1) Rompecabezas de niño y niña; 2) Caritas tipo emoji que reflejan expresiones básicas. La forma de aplicación es de manera presencial, en tres sesiones de treinta a 40 minutos aproximadamente por sesión. Las sesiones pueden ser continuas si el aplicador así lo considera por el tiempo disponible y condiciones del ambiente.
Coopersmith (1957) considera que la autoestima es la evaluación que el individuo hace, y constantemente mantiene en relación a sí mismo; expresa una actitud de aprobación o de rechazo e indica el grado en el cual el individuo se siente capaz, significativo, exitoso y valioso, es un juicio individual que un individuo comunica a otros a través de reportes verbales y otros comportamientos. Para Sullivan (1953), el “Yo mismo” emerge de la interacción social. También identificó la autoestima como una organización de experiencia educativa llamada ser, por la necesidad de evitar o minimizar accidentes de ansiedad. Al elaborar esto, notó que el niño internaliza esos valores y prohibiciones que facilitan el logro de satisfacción en formas que son aprobadas por otras personas importantes. Los subsistemas de aprobación o desaprobación son organizados dentro de un merco de trabajo de “Yo el bueno” y “Yo el malo”. En cuanto a las definiciones de autoestima y autoconcepto evidencian que éstos no pueden ser separados, ya que forman parte de un continuo que involucra la evaluación y la definición de sí mismo en relación a diferentes aspectos como el social, los ideales y desde luego el amiente en el que la persona se desenvuelve, llámese trabajo, escuela, casa, deporte, etc. (Baeza, 2013).
Para la evaluación de esta área se emplea el rompecabezas con una figura de niño y otro de niña que se aplican de acuerdo al sexo del evaluado. El rompecabezas tiene definidas las partes del cuerpo y está dividido en ocho partes donde cada parte abarca en su mayoría una parte esencial del cuerpo humano. El material gráfico se apoya de una base semiestructurada de preguntas para hacerle a los evaluados durante el juego con el rompecabezas.
Se aplica de la siguiente manera: se presenta al niño o niña un rompecabezas con el dibujo de un niño o niña según el sexo del evaluado, éste está dividido en ocho piezas y tiene definidas las partes de cuerpo. Las instrucciones: “Mira lo que tengo aquí, es un rompecabezas ¿qué te parece si jugamos con él?”. Durante el juego se le irán haciendo preguntas basadas en una guía previa, como por ejemplo: “¿Mira el cabello del niño, te gusta? ¿Crees que su cabello es más bonito que el tuyo?” Se seguirá esta dinámica hasta abarcar la mayoría de las partes del cuerpo.
En el ámbito de las neurorehabilitaciones, el modelo holístico de actuación sobre los déficit de conciencia de enfermedad consta de tres niveles de intervención bien diferenciados y de adquisición progresiva: 1) Percepción de los déficit; 2) Conciencia de las repercusiones funcionales que dichos déficit implican; 3) Capacidad de adaptación al futuro en función de las limitaciones individuales de forma realista. De acuerdo con esta definición, la recuperación de la conciencia de enfermedad exige el empleo de herramientas que, además de instruir sobre los déficit y sus implicaciones funcionales, contemplen la competencia social (interacción social, habilidades sociales, etc.) como parte del proceso (Caballero, M. Ferri, J. García, M. Chirrivella y J. Renau, O., 2007).
Para conocer si los niños tienen conciencia de lo que padecen se realizan una serie de preguntas que a manera de juego con imágenes se desarrolla la entrevista. Como ejemplo de preguntas están las siguientes: ¿Sabes por qué vienes a esta escuela? ¿Qué te han dicho tus papás? ¿Qué viene a tu cabecita del porqué te traen aquí? ¿Vas a otra escuela aparte de ésta? ¿Cuál? ¿Te gusta estar aquí? ¿Por qué? ¿Has ido al doctor? ¿Mucho o poquito? ¿Qué te dice cuando vas? ¿Te gusta ir al doctor?
Para este apartado se presentan al niño seis caritas que representan algunas de las emociones básicas: felicidad, tristeza, llanto, indiferencia, sorpresa y enojo. Primero habremos de asegurarnos de que el niño o niña identifique las emociones correctamente: “¿Qué ves en esta carita? Esta es una carita de felicidad”. Posteriormente el niño o niña tendrá que decirnos con qué caritas identifica más a los miembros de su familia y a sí mismo(a), primero el evaluador dará un ejemplo: “Ahora me vas a decir cuál de éstas caritas tienes siempre. Por ejemplo yo tengo ésta (felicidad) y ésta (sorpresa) casi siempre”.
Prueba Piloto.
Se llevó a cabo una prueba piloto con 7 niños entre 5 y los 12 años. Cinco niños sin capacidades diferentes y dos niños con una condición diferente (parálisis cerebral y deficiencia intelectual) de once y doce años de edad respectivamente.
Las adaptaciones que se hicieron al cuestionario inicial después de estas aplicaciones fueron tanto en contenido como en los gráficos. En algunos niños se pudo observar que les es difícil identificar las emociones expresadas en las "caritas" cuando éstas son similares, es por ello que se redujeron en número a seis caritas con las expresiones: felicidad, tristeza, indiferencia, enojo, sorpresa, llanto.
Para analizar el apartado de autoconcepto y autoestima se decidió aplicar en conjunto la guía de preguntas con el rompecabezas como material de apoyo para que de esta manera no resulte tedioso para el niño, para que no sólo el niño responda a las preguntas o diálogo y se convierta en un juego.
Para que resultara más práctico, se modificó el diseño inicial del cuestionario para comodidad del aplicador, ya que el trabajar con niños con capacidades diferentes requiere de mucha atención y puede resultar un distractor realizar muchas anotaciones
Resultados
Se presenta a continuación el Cuestionario.
CUESTIONARIO DE AUTOCONCIENCIA Y AUTOESTIMA-CONCEPTO EN NIÑOS CON CAPACIDADES DIFERENTES (CA3CD)
Instrucciones
1. Autoconcepto y autoestima. Presentar al niño(a) el rompecabezas de niño o niña de acuerdo a su sexo. Platicar con el niño previamente para establecer rapport, posteriormente decirle que jugaremos con un rompecabezas y preguntarle si podría ayudarnos a armarlo. Mientras el niño está armando el rompecabezas el aplicador deberá preguntar sobre las partes del cuerpo en las que se está deteniendo y relacionarlas con el cuerpo del niño. Ejemplo: "Mira las piernas del niño ¿para qué le servirán? ¿qué puedes hacer con las tuyas?"; "Sus ojos son bonitos ¿no crees? ¿los tuyos te gustan?". Marcar las observaciones de sus respuestas en la silueta que se muestra en la hoja de anotaciones, ya sea con una "X" en las partes del cuerpo que probablemente le desagraden y con una "/" en aquellas donde no hay conflicto o le agradan.
También está otra guía de ítems que permiten conocer más lo que piensa el niño sobre sí mismo y sobre los que lo rodean. Marcar en la casilla correspondiente su respuesta para posterior análisis.
2. Conciencia del padecimiento. Mostrar las imágenes de escuela, doctor y maestra. Mientras se muestran realizar la entrevista con las preguntas guía, el aplicador deberá contemplar que pueden surgir muchas más preguntas de las que están en la hoja de anotaciones.
3. Percepción y relación del niño con personas cercanas. Enseñar al niño las "caritas", éste deberá reconocer las emociones que presentan, de no ser así el aplicador ayudará a que las reconozca e identifique la emoción que expresan.
Comenzará el niño por decir qué caritas están frecuentes en él, para esto deberá elegir tres de ellas y explicar porqué las eligió. Si el niño o niña tiene problemas para comprender la instrucción el aplicador puede dar el primer ejemplo con sí mismo. Ejemplo: "Yo por ejemplo casi siempre estoy feliz, sorprendida y de vez en cuando triste." Si pide tomar más de tres caritas o menos caritas dejar que lo haga y hacer las respectivas observaciones.
Hacer la misma dinámica con los padres y hermanos de los niños sólo si viven con él/ella o en su defecto, preguntar con quién viven y utilizar la opción de "otros", ya que puede ser parte de una familia extensa o compuesta.
AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA
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Sí |
No |
Tal vez |
Observaciones |
Eres feliz |
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Tienes muchos amigos |
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Estás triste |
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Te portas mal |
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Tu cara es bonita |
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Eres fuerte |
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Eres buen niño/a |
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Haces cosas malas |
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Molestas a otros niños |
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Los demás te molestan |
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Eres buen amigo/a |
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Eres un niño/a obediente |
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Tus papás te quieren |
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Te gusta cómo eres |
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Te gustaría ser diferente a como eres |
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Te gusta venir a la escuela |
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Te gusta jugar con otros niños |
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Quieres a tus hermanitos |
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Lloras mucho |
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Si fueras otros niño/a te gustarías más |
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Hay cosas que haces mejor que otros niños |
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Vales más que otros niños |
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CONCIENCIA DEL PADECIMIENTO
Enseñar imágenes mientras se hacen las preguntas (pueden surgir más dudas durante el proceso).
¿Sabes por qué vienes a esta escuela?(Explorar si sus papás, tutor o maestros le han dicho algo respecto a su condición)
¿Vas a otra escuela?
¿Te gusta estar aquí? ¿Por qué?
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¿Has ido al doctor? ¿Mucho o poquito?
¿Qué te dice cuando vas?
¿Te gusta ir al doctor?
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¿Cómo te sientes con tus maestros?
¿Qué piensas de los maestros?
¿Te tratan bien?
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¿Quieres mucho a tu mamá?
Mamá te trata bien.
Mamá te dice que te quiere
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¿Quieres mucho a tu papá?
Papá te trata bien
Papá te dice que te quiere
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¿Tienes hermanos?
¿Quieres mucho a tus hermanos?
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Que viene a tu cabecita del porqué te traen aquí.
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PERCEPCIÓN Y RELACIÓN DEL NIÑO CON PERSONAS CERCANAS
Conclusiones
La creación de un cuestionario de apoyo para indagar en los aspectos de autoconcepto, autoestima y conciencia del padecimiento en niños con capacidades diferentes representa todo un reto, sobre todo si no se puede evaluar al niño(a) satisfactoriamente con otro instrumento de evaluación cuantitativa o si se desea conocer más a fondo la parte subjetiva de su condición. Se requiere de la experiencia y conocimiento del aplicador sobre los aspectos evaluados por lo que es necesario que sea una persona calificada para la evaluación ya que muchos aspectos pueden resultar proyectivos en el niño(a). Así como también al ser un cuestionario semi-estructurado permite la adaptación al contexto y/o situación diversa que se presente con los niños evaluados y su aplicación.
Los resultados obtenidos ante la aplicación del cuestionario serán utilizados para los fines que mejor convenga en el tratamiento psicológico, educativo o personal del niño, garantizando más que nada la inclusión social, educativa y familiar.
Todos los niños son y piensan diferente, el tener una condición distinta a lo denominado normal no garantiza que están mal o bien. Como todos podemos sentirnos de una u otra forma y percibir las cosas distintas, así es con ellos. La diferencia reside en que no siempre podremos aplicar los métodos convencionales para conocer lo que piensan, por ello, al contar con un material que nos permita tener esta información, nos ayudará a comprender más sobre su condición y por ende llevar un plan de intervención adecuado a sus necesidades. Se insta a los y las investigadoras para seguir construyendo instrumentos para conocer más, qué piensan y cómo perciben y sientes los/as niños/as con capacidades diferentes. Esta perspectiva, además de dar una visión más amplia de las capacidades diferentes, brinda la posibilidad de estructurar, crear y/o mejorar las estrategias de intervención, tanto dentro de la psicología clínica como educativa.
Referencias bibliográficas
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Caballero, M. Ferri, J. García, M. Chirrivella, J. Renau, O. (2007). Escala de la conciencia: un instrumento para mejorar la conciencia de enfermedad en pacientes con daño cerebral adquirido. Rev Neurol 44(6): 334-338
Cantú, A; Verduzco, A; Acevedo, M; Cortés, J. (1993). Validez y confiabilidad del inventario de autoestima de Coopersmith, en población mexicana. Revista Latinoamericana de Psicología, 25(2), 247-255
Coopersmith, S. (1957). The antecedents of self-esteem. San Francisco: W. H. Freeman
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2013). Niñas y niños con discapacidad. UNICEF. Disponible en: http://www.unicef.org/sowc2013/
Gorostegui, M. (1992). Escala de autoconcepto Piers-Harris; adaptación para Chile. Castalia: Revista de Psicología de la Academia, 7, 80-97.
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014). Discapacidad y salud. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs352/es/
Piers, E. V. y Harris, D.B. (1969). The Piers-Harris Children's Self-Concept Scale. Nashville, Tennesse: Counselor Recording and Tests.
Sampieri R., Fernández C., Baptista P. (2010). Metodología de la investigación. Perú: Mc Graw Hill
Sullivan, H. S. (1953). The interpersonal theory pf psychiatry. New York. Norton