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Evaluación de la enseñanza aprendizaje y la medición educativa

Rocío Evelin Martínez Bautista y Silvia Ramírez Parada

Centro de Actualización del Magisterio en el Distrito Federal - CAMDF

Resumen

En este trabajo se analizan las diferencias fundamentales entre los conceptos de Evaluación y Medición sus características y bases de comparación, es importante destacar que en su acepción tradicional e incluso en la práctica docente, suelen confundirse. Por esta razón es conveniente, hacer la referencia sobre los conceptos, muy utilizados pero casi nunca aclarados.

Se considera en el desarrollo del trabajo las siguientes preguntas esenciales para llevar a cabo  el proceso de evaluación: ¿Qué evaluar? ¿Cómo evaluar?  ¿Para qué evaluar? ¿Cuándo evaluar? ¿Con qué evaluar? ¿Quién va a evaluar?  Que permiten lograr la calidad en el proceso enseñanza-aprendizaje, para determinar el logro alcanzado por el docente en su práctica diaria y el logro de los alumnos.

La medición y la evaluación educacional constituyen procesos claves vinculados al proceso de enseñanza-aprendizaje y representan herramientas fundamentales para la toma de decisiones al interior de una institución educativa.

Conocer los referentes de la Medición y Evaluación de Aprendizajes es una respuesta a la necesidad concreta detectada en nuestro país, principalmente en el ámbito educativo, de formar equipos de profesionales preparados para desarrollar instrumentos de medición válidos, confiables, relevantes y pertinentes, y para utilizar adecuadamente los resultados de las mediciones para promover el aprendizaje de los estudiantes y evaluar la efectividad de las acciones pedagógicas implementadas.

En México se han observado debilidades en competencias como: construir y aplicar correctamente instrumentos o metodologías de evaluación y retroalimentar a los alumnos y su propia práctica a partir de las evaluaciones Es por ello que tenemos que tener en cuenta lo siguiente asegurar la calidad de nuestras formas de medición educativa.

Palabras claves: Evaluación, Medición Aprendizaje.

INTRODUCCIÓN

La medición y la evaluación educacional constituyen procesos claves vinculados al proceso de enseñanza-aprendizaje y representan herramientas fundamentales para la toma de decisiones al interior de una institución educativa.

A través de estos procesos es posible conocer el grado de logro de los objetivos de aprendizaje establecidos y la eficacia de las acciones realizadas (Rodríguez, 2013).

Los procesos de evaluar y medir no son sinónimos. Existen relaciones y diferencias notables entre ellos, aunque muchas veces los utilizamos indistintamente.

Los dilemas político-teóricos que dan origen a la reforma educativa de nuestros días nos obligan a reflexionar e inquirir sobre el significado, la adopción y uso de estos términos.

Según Schiefelbein (2011), el aprendizaje puede definirse como un cambio en el comportamiento del educando por efecto de la acción educativa. Tal cambio, no se produce en la misma cantidad y calidad en todos los educandos; si no que, los logros que implica el nuevo comportamiento se dan en diferentes niveles de rendimiento. La evaluación educacional tiene como propósito determinar en qué medida se ha producido el cambio esperado.

Se entiende por evaluación al proceso de recopilación de información que analizado e interpretado a la luz de un marco referencial posibilita la emisión de juicios de valor que conducen a la toma de decisiones institucionales.

La definición apuntada permite, en primer término, establecer una distinción entre la evaluación y la medición. La medición no es evaluación, es sólo una parte de ella asociada al proceso de recopilación de información. La información recopilada, si es cuantitativa, puede ser objeto de medición lo que permitirá mayor precisión en la presentación de datos y la construcción de indicadores y parámetros comparativos.

La evaluación resulta un proceso influido por los restantes elementos del proceso educativo global y, además, es esencialmente distinta a la medición (González, 2010)

Evaluación y medición.

La evaluación educacional ha sido, y hasta cierto punto sigue siendo, un proceso más bien estancado de pruebas estandarizadas, calificación, colocación, certificación y acreditación, que sirve para mantener pautas normativas. La definición de la evaluación como medición se limita evidentemente, sólo a aquellas cosas que pueden ser medidas con pruebas estandarizadas.

Pero entremos en materia la medición es el proceso de asignar u obtener expresiones numéricas de las propiedades o atributos de los objetos o personas siguiendo unas reglas específicas. Las expresiones numéricas no son sólo numerales sino también letras u otros símbolos.

Según Calderón (2012).Para la mayoría de los docentes, evaluar es realizar pruebas o aplicar exámenes, revisar los resultados y adjudicar calificaciones. El propósito que se le da por lo regular a la "evaluación" es el de probar el aprendizaje, a fin de otorgar calificaciones, representadas generalmente con números que describen el monto o volumen de lo aprendido. Al multiplicar el número de pruebas o exámenes a lo único que conlleva al maestro es a aumentar el número de calificaciones y determinar luego un promedio y con ello medir el aprovechamiento escolar.

La calificación así obtenida por más justa que sea, indica únicamente "cuanto sabe" el alumno pero no nos dice: qué sabe, qué no sabe, cómo lo sabe, y lo más interesante gracias a qué sabe lo que sabe, por lo tanto no nos es útil para lo sustantivo que es el mejoramiento de la enseñanza. Es por eso que esas calificaciones sirven poco desde el punto de vista educativo y no nos orientan en el mejoramiento de la enseñanza.

Sí en vez de mecanizar la operación hasta la adjudicación de calificaciones analizamos junto con los alumnos los resultados, podremos enjuiciar y valorar distintos aspectos y momentos del proceso de enseñanza- aprendizaje, incluida nuestra propia actuación como educadores.

Para verdaderamente operar con calidad de indicadores, reguladores y promotores del aprendizaje, los errores y fracasos, al igual que los aciertos y éxitos deben ser además de medidos, identificados, ubicados, explicados y enjuiciados operación que verdaderamente corresponde a evaluar. "

¿Qué es la evaluación del aprendizaje?

La definición que escribimos a continuación recoge los conceptos clave de la tarea evaluativa: La evaluación en un proceso educativo es un conjunto de acciones intencionadas y sistemáticas, consustanciales a aquél, que permiten recoger información confiable de los resultados parciales y finales del proceso, a fin de apoyar con fundamentos la toma de decisiones necesaria para su retroalimentación y mejoramiento.

Según González (2011) Esta definición implica los siguientes elementos de juicio acerca de la evaluación:

Se puede decir que la evaluación permite la correcta toma de decisiones en la medida de que pueda emitirse juicios de manera informada y con base en evidencias confiables en cuanto a si una determinada persona ha logrado o no desarrollar los aprendizajes en el nivel deseado y si la metodología ha resultado eficaz para ello, tanto durante como al final del proceso educativo.

Para responder a las preguntas ¿Para qué y cómo evaluar el aprendizaje? Es necesario recurrir a los modelos pedagógicos que "son representaciones ideales del mundo de lo educativo para explicar teóricamente su hacer.  Esto es porque, según el modelo pedagógico que se plantee como marco de referencia, es como será entendida la evaluación. Analicemos a detalle esta relación:

Retomando a Manzi (2009) La forma de entender la evaluación se ha ido modificando a lo largo de la historia de la educación, según los diferentes modelos pedagógicos que se han instaurado en los sistemas.

Dentro del modelo pedagógico de corte academicista o tradicional, la evaluación tendía hacia la memorización y repetición de conceptos. De esta manera, los significados y conocimientos previos que los alumnos y alumnas pudieran portar no eran mayormente valorados y de ello se deriva que la evaluación no contemplara una apropiación de los conceptos por parte de ellos. Dentro del mismo modelo, además, la evaluación se entiende como equivalente a calificación (toda evaluación implica una nota) y como observación de un producto. Esto último quiere decir que no se está contemplando el proceso de aprendizaje de los estudiantes, sino que se está simplemente corroborando la acumulación de conocimientos lograda en un determinado periodo de tiempo.

Junto con el modelo academicista, se instala el conductismo como práctica pedagógica. Así, el aprendizaje se entiende como la automatización de secuencias estímulo-respuesta: el estudiante repite tantas veces una misma operación, que terminará respondiendo automáticamente frente un estímulo determinado. En el marco de este modelo, la evaluación sigue siendo entendida como producto y como equivalente a una calificación, pero a ello se agrega el uso de preguntas que solamente apuntan a la ejercitación automática y memorística del alumno o alumna. De esta época provienen las denominadas preguntas "cerradas" u "objetivas".

Solamente a partir del año 1967, en el cual Michael Scriven crea el concepto de evaluación formativa, se rompe con la idea de evaluación como equivalente a medición. Esta nueva noción implica comprender la evaluación como parte del proceso de aprendizaje, ya que el docente puede utilizarla para entregar información a los estudiantes acerca de aquello en lo que están fallando y, a la vez, tomar decisiones pedagógicas adecuadas de acuerdo a los problemas detectados. De esta manera, la evaluación deja de ser necesariamente una calificación y se transforma en un indicador de avance en el proceso de aprendizaje.

Esta noción se instala más tardíamente, en tanto sus principios están anclados en los modelos pedagógicos cognitivo y constructivista, la evaluación se entenderá desde el primero como proceso (avance desde las habilidades mentales más sencillas a las más complejas) y de acuerdo al segundo como una construcción dialógica (el estudiante no se limita a repetir lo aprendido, sino que se apropia de ello, lo reelabora)

¿Cómo evaluar el aprendizaje?

La evaluación del aprendizaje de los alumnos, por lo general, permite valorar el grado de cumplimiento de los objetivos educativos; diagnosticar errores conceptuales; destrezas, habilidades y actitudes; el proceso y manera en que los alumnos las desarrollan. Se evalúan también para analizar las causas de un aprendizaje deficiente y tomar las medidas oportunas. Rodríguez (2013)

Es necesario utilizar más de un instrumento o técnica para evaluar, ya que la calificación o evaluación no pueden explicarse a partir de un solo examen. En el plan de trabajo, se establecen los objetivos de aprendizaje o en su caso, las competencias que debe alcanzar el estudiante. Debe haber un instrumento para los diferentes tipos de aprendizajes o desempeños que serán medidos. Todo esfuerzo del estudiante debe ser medido y evaluado.

Actualmente existen una gran variedad de instrumentos y técnicas de evaluación que pueden recoger información de contenidos declarativos, procedimentales o actitudinales, o en su caso, de competencias.

Es fundamental que la evaluación sea capaz de valorar de forma efectiva el aprendizaje integral y no busque estimar la mera memorización. Más importante que la memorización es desarrollar las habilidades de reflexión, observación, análisis, el pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas. Bellido (2001)

La nueva evaluación del aprendizaje: evaluar por competencias.

La evaluación actual ha sido pensada para evaluar competencias. Este nuevo enfoque se sustenta en las siguientes ideas:

La evaluación actual mide el desarrollo de capacidades para pensar, participar (trabajo colaborativo) y problematizarse, no se enfoca en un solo tipo de conocimientos, sino que pretende ir abarcando o integrando diferentes aspectos del saber, saber hacer y saber ser.

La evaluación actual –al igual que la constructivista- no es la aplicación mecánica de instrumentos de evaluación, sino que busca valorar la formación del alumno.

CONCLUSIÓN

Conocer los referentes de la Medición y Evaluación de Aprendizajes es una respuesta a la necesidad concreta detectada en nuestro país, principalmente en el ámbito educativo, de formar equipos de profesionales preparados para desarrollar instrumentos de medición válidos, confiables, relevantes y pertinentes, y para utilizar adecuadamente los resultados de las mediciones para promover el aprendizaje de los estudiantes y evaluar la eficiencia y eficacia de las acciones pedagógicas implementadas (Manzi, 2009).

En México se han observado debilidades en competencias como: construir y aplicar correctamente instrumentos o metodologías de evaluación y retroalimentar a los alumnos y su propia práctica a partir de las evaluaciones (Hein, 2010). En consecuencia el presente trabajo permite obtener conocimientos teóricos y diferencias sobre la medición y evaluación directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es por ello que debemos tener en cuenta lo siguiente:

A partir del modelo tradicional se evalúa con:

Examen Oral, Escrito y Expositivo.

De acuerdo al modelo en competencias: Lista de Cotejo, Mapa Conceptual, Mapa Mental, Portafolio de Evidencias, Trabajo Colaborativo y autoevaluación.

El proceso de evaluación del desarrollo de competencias se lleva a cabo con base en instrumentos cuantitativos y cualitativos, para corroborar el nivel de logro alcanzado, dicha información nos conduce a tomar decisiones acertadas respecto al aprendizaje del alumno.

Referencias.

Bellido, Esmeralda (2001). Plan evaluación del proceso enseñanza aprendizaje. Trillas México.

Calderón Gerardo Gabriel (2012). Algunas reflexiones sobre la evaluación. Punto de Encuentro, México

González Halcones, Miguel Ángel; Pérez González Noelia (2010). La evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Fundamentos básicos

González, Roberto y Sun, Yulan (2011). La Evaluación Docente. Editorial Balam. México.

Guerrero Pedro (2011) Evaluación del aprendizaje. Trillas, México.

Hein, A. & Taut, S. (2010). El uso de información evaluativa externa con fines formativos en establecimientos educacionales. Graó, España

Manzi, Jorge. (2009). La evaluación educacional: mediciones nacionales e internacionales”. Trillas, México.

Rodríguez Irlanda (2013) Medición y Evaluación del aprovechamiento académico, Editorial Librotex, Buenos Aires.

Schiefelbein, E. (2011). Análisis del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación, sugerencias para mejorar su impacto en la calidad. Ediciones Umbral, México.

Para obtener información de contacto de los autores, favor de escribir a info@transformacion-educativa.com.