Resumen
La educación aunque imposible decía Freud, constituye un espacio de inapreciable valor para los procesos de formación, en ellos miramos la dimensión subjetiva de la relación educativa, circunstancia necesaria y veiculizadora de todo proceso de formación, desarrollada solo a través del vínculo entre aquellos sujetos que se exponen a la alteridad implicando procesos subjetivos como los deseos, las fantasías, las emociones y las tensiones que guían, potencializan y/u obstaculizan el proceso enseñanza-aprendizaje. La relación educativa, como dice Anzaldúa A., “es el eje central del proceso enseñanza-aprendizaje, pues mediante ésta dicho proceso se organiza y se lleva a cabo” (2004, p. 27). Esta relación humana crea importantes entramados de significaciones y representaciones reflejadas en el devenir socio-histórico, no obstante ha sido escasamente atendida.
En nuestro país se ha atribuido el mayor peso de la problemática educativa al docente, nosotros lo reconocemos central en la escena formativa pero no el único que interviene y menos de quien dependen las respuestas resolutivas de la crisis educativa. Si pretendemos nuevas formas de ver y hacer la práctica docente es preciso buscar otras miradas desde donde conceptualizar su papel como agente de mediación social.
Partimos de la tesis freudiana sobre la determinación inconsciente de nuestros actos, participando también en el aula educativa, a través de relaciones transferenciales y contratransferenciales que derivan de una emergencia fantasmática, por lo tanto la forma en que el formador se relaciona con el ser en formación y con el saber, está mediada por las fantasías inconscientes que lo habitan. Esto es corroborado en la experiencia grupal de docentes que compartieron sus experiencias educativas construyendo un material discursivo que nos dio acceso a las fantasías de docentes en educación básica. Aparecen en esta elaboración aquellas asociadas al poder maternal de quien pende la vida del infante, al poder del dios creador que da la vida y la forma, a la omnipotencia y omnisciencia de la posesión divina reservada a los dioses pero concedida a algunos mortales, es este el resultado de la gran inspiración de Eros en los formadores, pero ello no ocurre sin el encuentro simultaneo con Tánatos que precipita a los sujetos a la violencia, la destrucción y el sufrimiento, trastocando la formación en el riesgo de tender hacia la deformación.
Palabras clave. Formación, relación educativa, fantasía.