Resumen

Los desarrollos tecnológicos de las últimas décadas han transformado la vida humana y modificado de manera sustancial el aprendizaje y la generación de conocimiento, pues la tecnología altera nuestros cerebros y las herramientas que utilizamos definen y moldean nuestro pensamiento. Como respuesta a dichos cambios surge desde la filosofía la tesis de la Mente extendida (Clark, 2011), la cual sostiene que los procesos cognitivos deben entenderse como situados y orientados hacia el logro de objetivos concretos. Dichos procesos se desarrollan en la vida cotidiana y están íntimamente ligados al ambiente material que les rodea, siendo entonces la propuesta de la mente extendida; que en las interacciones del organismo, el cerebro, el cuerpo y el mundo se coordinan para hacer que la mente se extienda sobre el mundo exterior, situación que obliga a dejar de señalar a la piel o al cráneo como límites cognitivos. Para el presente trabajo, se pretende hacer una reflexión sobre cómo el uso cotidiano de ciertas aplicaciones y herramientas tecnológicas actuales, altera y extiende los procesos cognitivos en los seres humanos, ya que podemos plantear como lo menciona Bartra (2011), que el ser humano se modifica debido a su “fusión” con dispositivos electrónicos, pues éstos pasan a ser exocerebros, lo cual en su conjunto conforma un sistema ensamblado compuesto de biología y tecnología. Situación que aunada a la interconectividad imperante en la nuevas tecnologías de la información y comunicación, indudablemente supone una nueva forma de pensar y estudiar el aprendizaje.

Palabras clave: mente extendida, tecnología, exocerebro.