Resumen
PALABRAS CLAVE: Docente, Investigación, Saberes.
La Universidad Tecnológica de Tlaxcala es una institución de educación superior tecnológica, cuyo formato de instrucción es el Modelo por Competencias Profesionales (MCP). Mucho se ha hablado a favor y en contra de este modelo, y más que un debate acabado, éste está vivo y actuante con la intención de dar respuesta a su falta de metodología clara, búsqueda de certeza que le confiera la solidez que requiere para abandonar el fantasma de la incertidumbre, que a más de un educador, le crea desconfianza y duda sobre la parte humanista que lo alienta.
Pero más allá de la estructura del modelo comentado, existe una problemática en el desarrollo del mismo. El docente declara que el enfoque por competencias profesionales es muy difícil de lograr en el abordaje de contenidos de algunas carreras profesionales impartidas, y que, si bien su trabajo está basado en las competencias profesionales, ha sido muy difícil evaluarlas en profundidad, pese a la paleta de posibilidades que brindan los instrumentos diseñados para ello, por lo que es muy difícil precisar la manera en la que los estudiantes construyen sus saberes.
En el modelo de las universidades tecnológicas se considera como personal académico a aquel que, bajo la responsabilidad de la institución, ejerce funciones y actividades de docencia, vinculación, difusión, y realiza estudios o presta servicios tecnológicos; organiza investigaciones sobre problemas de interés regional, estatal, nacional e internacional; desarrolla actividades orientadas a extender los beneficios de la ciencia, la técnica y la cultura, y participa en la coordinación de las actividades mencionadas, así como en aquellas otras que las autoridades educativas le encomiendan, de acuerdo con los planes y programas oficialmente establecidos. Pese a estas pretensiones tan amplias en las que el docente se ve rebasado en muchos de los casos, la construcción de saberes en los estudiantes queda como el imaginario de la instrucción en el aula. Tanto los docentes de tiempo completo, como aquellos que atienden algunas horas-clase, parecen no dejar evidencias sobre experiencias exitosas logradas durante el semestre impartido en cuanto a la construcción de saberes de los estudiantes en el aula. Esto a nivel profesional y en una Institución de Educación Superior Tecnológica, hoy día es inconcebible, pues por un lado deja al docente como una persona que se dedica a transferir procesos, ideas y pautas de conocimientos preconcebidos en un esquema repetitivo, sin considerar que en donde no se hace investigación sobre lo que se instruye, no se están generando conocimientos nuevos.
Lo bondadoso que pudiera ser el MCP en el trabajo docente, se desagrega del posicionamiento y maduración que pudiera tener a la fecha. Ningún docente pregunta a otro docente ¿Cómo estás transitando entre las etapas establecidas por el MCP en la construcción de saberes? ¿En qué etapa de operacionalización del modelo en las aulas de la UTT te encuentras? ¿Has llegado al arribo instruccional del modelo en su nivel de investigación respecto a la construcción de saberes?
Las posibilidades de avance en el dominio del modelo, pueden ser potenciadas si proyectamos al docente, en un primer momento, a iniciar el trabajo de investigación en el aula, planeando, desarrollando y recuperando experiencias exitosas derivadas de un trabajo de investigación adjetivo sobre la construcción de saberes, que si bien responda teórica y metodológicamente, no sea su intención probar hipótesis o predecir hechos, sino aprovechar las bondades del modelo para impulsar el trabajo de investigación en el aula por el docente, transformando la visión actual de la figura del docente en un docente-investigador. Su experiencia exitosa en la observancia de la construcción de saberes en sus estudiantes, se asentaría en un reporte al término del semestre impartido ante la comunidad académica de la Universidad y podría ser susceptible de ser consultado, por su importancia y apego a la realidad, en la biblioteca de la institución por docentes y público en general.
Las necesidades básicas de atención del docente en el aula, desde la perspectiva de la inteligencia práctica, requiere que el MCP sea un proceso de adaptación al contexto, un proceso de maduración progresiva que transita hasta arribar a la puesta en escena de la figura del docente-investigador, esto, como corolario al dominio pleno del MCP.
El éxito de la consolidación teórica del MCP estriba en el hecho de configurar en su esquema de asociación progresiva, la observancia de las inteligencias múltiples observada en los estudiantes, y que el docente debe saber aprovechar para potenciar el desarrollo académico de aquellos en la construcción de saberes, sin dejar de lado los desempeños comprensivos que le confieren a la práctica docente, apego contextual en una transversalidad enriquecida por el conocimiento de la comunidad estudiantil en donde se desenvuelve el docente.
Desde esta perspectiva, el aula universitaria es un espacio que va más allá de la simplicidad de impartir clase en una relación docente-estudiante, puesto que se establecen en la misma, relaciones bidireccionales, donde la participación e interacciones irrumpen en lo saberes compartidos, por lo que deben de caracterizarse por ser democráticas, permitiéndose la expresión en la pluralidad de las ideas sin señalamientos, que al mismo tiempo deja la solidaridad al descubierto, la socialización, el trabajo en equipo y el compartir experiencias.
Hoy día los métodos de enseñanza están centrados en el estudiante y en la construcción de saberes; saber y conocimiento se consideran sinónimos, el saber es un cúmulo de conocimientos adquiridos y almacenados en la mente respecto a un objeto; con el saber, el individuo pude emitir explicaciones y relacionar situaciones poseedoras de características comunes o divergentes, infiriéndose de esta manera que al saber algo, se posee una cognición, conocer es algo más profundo, ya que implica conocer al objeto a profundidad.
Por lo anterior, en la construcción de saberes a través de la investigación en el aula, cuyo actor principal es el docente-investigador, éste toma consciencia de que él mismo no es un conocimiento acabado, además, toma conciencia de que tampoco es poseedor de la verdad absoluta, la cual está sujeta a cambios, en constante evolución y crecimiento, y que ésta seudo-verdad, se mueve en entornos complejos, y cuya visión y tratamiento de las situaciones objeto de estudio, deben ser también complejas y sistemáticas.
En este trabajo se trata de potenciar al pensamiento crítico como posibilidad de llegar a profundizar y procesar la información circundante, en donde se permite que quien tiene por tarea la enseñanza aprenda, comprenda, practique y aplique la información, generando con ello capacidades específicas de atención, y se convierta en un escéptico constructivo. Es decir, que siempre genere desconfianza o dude de la verdad que textos y escritos presentan como tal, como un conocimiento acabado. Es escéptica aquella persona que no cree a ciegas en determinadas cosas, y por tanto, tiene que seguir indagando, encontrando otros caminos, como lo establece la pedagogía, investigando y verificando; es un pensar en donde la racionalidad debe certificar lo que uno sabe y aclarar lo que uno ignora. Lo anterior conduce al desarrollo de tres dimensiones: el perfeccionamiento del pensamiento: familiaridad, comprensión y aplicación del MCP; los elementos del pensamiento: el análisis y síntesis del MCP y los dominios del MCP: la investigación en el aula.