Resumen
En el contexto actual postmodernista, la evaluación de la docencia sigue siendo utilizada en las instituciones educativas con fines administrativos, legales y laborales, instrumentada a través de instrumentos genéricos y cuantitativos que responden a una racionalidad positivista, y en cuyo diseño, monitoreo, instrumentación y valoración, los docentes no han sido convocados a participar, lo cual le ha restado credibilidad, validez y confiabilidad por parte de los mentores y derivando en situaciones de conflicto, pues a través de los mecanismos de evaluación vigentes, se pretende identificar, discriminar y castigar a los mentores cuyo desempeño no responde a las expectativas del sistema o del centro educativo; y de paso, responsabilizándolos de la calidad de la educación, aun cuando esta depende de otros factores. Esto nos hace reflexionar en torno a la urgente necesidad de hacer de la evaluación de la docencia no sólo un medio para incentivar la reflexión y la autogestión de los docentes hacia el mejoramiento de sus desempeño, sino también aportar los elementos necesarios para hacer de los procesos, los instrumentos, los indicadores y los criterios de valoración del ejercicio docente, medios para impulsar el respeto a los derechos humanos de los docentes, sobre todo la dignidad, la equidad, el derecho a la información y a la educación, lo que indudablemente impactará en una convivencia escolar más justa, respetuosa y equitativa al interior de las escuelas.
Palabras clave: Evaluación, docencia, derechos humanos.