Licenciada en Psicología, maestra y doctora en Psicología por la Pontificia Universidad Católica de Campinas — Brasil. Profesora senior de la Facultad de Educación de la Universidad Estadual de Campinas-Unicamp, Departamento de Psicología de la Educación, Miembro del Grupo de Investigación DiS-Grupo de Estudios e Investigaciones Diferencias y Subjetividades en Educación: estudios sordos, racismo, género e infancia. Vicepresidente de la ABEP-Asociación Brasileña de Enseñanza de Psicología; expresidente de ALFEPSI-Asociación Latinoamericana para la Formación y Enseñanza en Psicología. Miembro del Consejo de Honor de ALFEPSI. Tiene experiencia de investigación y docencia en las áreas de Psicología y Educación, trabajando principalmente en los siguientes temas: representaciones sociales, relaciones raciales y de género, formación en psicología, formación docente y escuela. Actualmente se dedica al estudio de la Psicología Africana. En 2012 recibió el Premio de Reconocimiento Docente a la Dedicación a la Docencia de Grado, otorgado por la Universidad Estadual de Campinas; en 2015 recibió la Medalla Fuerza de la Raza, por sus aportes a la educación para las relaciones étnico-raciales; en 2017 recibió el diploma al Mérito Darci Ribeiro, otorgado por el Ayuntamiento de Campinas, por sus aportes a la educación en el municipio de Campinas. En 2018 fue homenajeada por la FENPB-Fórum de las Entidades Nacionales de la Psicología Brasilenã, por sus aportes a la Psicología; en 2023 recibió la Medalla ALFEPSI, otorgada por la Asociación Latinoamericana para la Formación y Enseñanza de la Psicología, por sus aportes al desarrollo de la Psicología Latinoamericana.

Participación en el congreso

Educar en la época contemporánea: retos y posibilidades

Vivi­mos en una épo­ca en la que la vida care­ce de valor. Nos guían el mer­ca­do, el pro­duc­ti­vis­mo, la meri­to­cra­cia y los dog­mas del capi­ta­lis­mo que nos des­hu­ma­ni­zan y nos redu­cen a per­so­nas-máqui­nas. En todo el mun­do, hemos pre­sen­cia­do las diver­sas capas de vio­len­cia que han mar­ca­do nues­tras vidas: gue­rras, masa­cres, geno­ci­dios, ham­bre, femi­ni­ci­dios, racis­mo, sexis­mo y LGBT­fo­bia, que resue­nan en las micro­vio­len­cias coti­dia­nas den­tro y des­de las escue­las. En nues­tros paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos, las escue­las repro­du­cen un mode­lo com­pe­ti­ti­vo y pro­duc­ti­vis­ta que alie­na a docen­tes y estu­dian­tes. Un pro­fe­so­ra­do sobre­car­ga­do, limi­ta­do por eva­lua­cio­nes exter­nas, repro­du­ce simul­tá­nea­men­te el cono­ci­mien­to esta­dou­ni­den­se y euro­peo occi­den­tal, que nos mira des­de una pers­pec­ti­va extran­je­ra, y for­ma niños y jóve­nes que encar­nan la admi­ra­ción por el cono­ci­mien­to del opre­sor y el des­pre­cio por nues­tras cul­tu­ras y cono­ci­mien­tos. Es en este con­tex­to que se pro­du­ce la vio­len­cia que obser­va­mos en las escue­las: en los currícu­los y las prác­ti­cas, en las rela­cio­nes docen­te- alum­nos y en las rela­cio­nes entre pares. Si los ata­ques y la vio­len­cia extre­ma nos movi­li­zan, las micro­vio­len­cias coti­dia­nas se nos esca­pan. Bajo el con­cep­to de bull­ying, tra­ta­mos los fenó­me­nos socia­les y colec­ti­vos como dis­po­si­cio­nes indi­vi­dua­les, abor­dan­do lo apa­ren­te, sin abor­dar las raí­ces de los pro­ble­mas y la rela­ción entre el pre­jui­cio y la vio­len­cia. Pen­sar en la edu­ca­ción más allá de lo esta­ble­ci­do nos desa­fía a bus­car otros cami­nos: la des­co­lo­ni­za­ción del cono­ci­mien­to; una edu­ca­ción que pro­mue­va la refle­xión crí­ti­ca, la des­na­tu­ra­li­za­ción y la con­fron­ta­ción de los pre­jui­cios; la pro­duc­ción colec­ti­va de nue­vas for­mas de ense­ñan­za y apren­di­za­je; la coope­ra­ción y el diá­lo­go como prin­ci­pios. Como nos ense­ña Pau­lo Frei­re, si la edu­ca­ción no cam­bia el mun­do, el mun­do tam­po­co cam­bia­rá sin la educación,

Pala­bras-cla­ve: Edu­ca­ción, vio­len­cia, prejuicio