Foto: World Bank Pho­to Collection

Los maestros tienen apoyo por su buena relación con niños y padres de familia

1. Los maes­tros de pri­ma­ria de los años 20 has­ta 60 no podían ser racis­tas o sen­tir­se supe­rio­res a los niños y padres de fami­lia, por­que siem­pre fue­ron par­te del pue­blo pobre y explo­ta­do. Ade­más no podían sen­tir­se pri­vi­le­gia­dos por­que no se les exi­gían muchos estu­dios o títu­los ni tam­po­co se les paga­ba altos sala­rios. Sin duda en las comu­ni­da­des agra­rias –que eran domi­nan­tes en aque­llas déca­das- los maes­tros eran los más dis­tin­gui­dos, capa­ci­ta­dos y los que ejer­cían cier­to lide­raz­go posi­ti­vo entre la pobla­ción. Fue has­ta el cen­so de 1960 cuan­do se obser­va que la pobla­ción urba­na reba­só en núme­ro a la rural, aun­que las polí­ti­cas habían cam­bia­do hacia lo urbano des­de 10 años por la inte­gra­ción a la ONU y sus organismos.

2. La déca­da de los 60 repre­sen­ta en edu­ca­ción algo así como un cor­te, un cam­bio. ¿Pue­de olvi­dar­se eso que se lla­mó el Plan de once años (1959/70) que puso a andar Jai­me Torres Bodet, secre­ta­rio de Edu­ca­ción del pre­si­den­te López Mateos? ¿No se recuer­dan los nue­vos pla­nes y pro­gra­mas, los millo­nes de libros de tex­to y el enor­me cre­ci­mien­to de la matrí­cu­la esco­lar? Fue en esa déca­da y en los 70 cuan­do los maes­tros se hicie­ron más “de ciu­dad” y obli­ga­dos por la polí­ti­ca y la ideo­lo­gía, comen­za­ron a des­pe­gar­se de las comu­ni­da­des. Se abrie­ron más carre­te­ras, se mul­ti­pli­ca­ron los trans­por­tes, los maes­tros tuvie­ron que estu­diar más en la ciu­dad y el rura­lis­mo y ape­go a la comu­ni­dad se hizo menor.

3. Las carre­ras uni­ver­si­ta­rias fue­ron siem­pre de 18 años (6 de pri­ma­ria, 6 de ense­ñan­za media y 6 de licen­cia­tu­ra) pero era sola­men­te para fami­lias “pudien­tes”, es decir, para aque­llas que podían man­te­ner a sus hijos duran­te esas “carre­ras lar­gas” para pri­vi­le­gia­dos. La de los maes­tros era una “carre­ra cor­ta”: en los años 30 bas­ta­ba con la pri­ma­ria, pos­te­rior­men­te con la Nor­mal que se estu­dia­ba des­pués de la secun­da­ria (12 años), des­pués se intro­du­jo la pre­pa­ra­to­ria para con­ver­tir­la en 18 años, igual que cual­quier licen­cia­tu­ra uni­ver­si­ta­ria. La reali­dad es que si has­ta los sesen­ta “fal­ta­ban maes­tros”, al mul­ti­pli­car­se las escue­las Nor­ma­les. Por “fal­ta de pre­su­pues­to” comen­zó un ejér­ci­to de maes­tros sin empleo y de alum­nos sin maestros.

4. Muchos gru­pos de escue­la están “satu­ra­dos” o recar­ga­dos de alum­nos por fal­ta de pla­zas de maes­tros y muchas escue­las care­cen de maes­tros por fal­ta de con­tra­ta­ción. En este con­tex­to están miles de maes­tros egre­sa­dos de las escue­las nor­ma­les cam­pe­si­nas, hijos de indí­ge­nas, cam­pe­si­nos y de tra­ba­ja­do­res muy pobres –fun­da­das en los años 20, 30 y mul­ti­pli­ca­das por el Car­de­nis­mo- que al egre­sar, duran­te déca­das reci­bie­ron auto­má­ti­ca­men­te una pla­za de maes­tro para el cam­po. Hoy la situa­ción se ha agra­va­do por­que muchos pro­fe­sio­nis­tas (no maes­tros) –por fal­ta de empleo en su pro­fe­sión- han ocu­pa­do miles de pla­zas en edu­ca­ción. Por ello ante la lucha magis­te­rial con­tra la pri­va­ti­za­ción edu­ca­ti­va el gobierno pre­ten­de cesar a los maes­tros rebeldes.

5. La SEP des­cui­dó la pro­duc­ción de maes­tros; per­mi­tió e impul­só la crea­ción de escue­las Nor­ma­les par­ti­cu­la­res por­que se con­vir­tie­ron en nego­cios mul­ti­mi­llo­na­rios para empre­sa­rios y gobierno. Hoy han un regis­tro muy alto, de dece­nas de miles de maes­tros (un gran ejér­ci­to de des­ocu­pa­dos) que no cuen­tan con pla­za y que se han con­ver­ti­do en una gran pre­sión; pero al mis­mo tiem­po es un gran ejér­ci­to de reser­va que el gobierno usa para ame­na­zar a los jus­tos movi­mien­tos socia­les. Por ello el gobierno se sien­te muy fuer­te en sus ame­na­zas de ceses y des­pi­dos; pero tam­bién por ello las bata­llas de los maes­tros más cons­cien­tes, con expe­rien­cia his­tó­ri­ca no han deja­do de salir a la calle para defenderse.

6. Los maes­tros de la CNTE esta­mos com­pro­me­ti­dos con el pue­blo de Méxi­co por­que nos sen­ti­mos par­te de él, de mane­ra par­ti­cu­lar con la edu­ca­ción nacio­nal. Si Méxi­co en todos los infor­mes apa­re­ce en los últi­mos luga­res eco­nó­mi­cos, edu­ca­ti­vos y demás, no es por cul­pa de los maes­tros sino de todos los gobier­nos que jamás han cum­pli­do con los com­pro­mi­sos y pro­me­sas que hicie­ron al pue­blo. Está más que demos­tra­do que los padres de fami­lia y los estu­dian­tes están jun­to a los pro­fe­so­res en sus bata­llas, sobre todo en estos años en que el gobierno ha demos­tra­do nue­va­men­te que gobier­na a favor de los empre­sa­rios y que la situa­ción de pobre­za y mise­ria de la mayo­ría del pue­blo le impor­ta un ble­do. (11/X/16)

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