Foto: Sil­vio Bonilha

Reclu­so­rio Molino de las Flo­res
Tex­co­co, esta­do de Méxi­co a 13 de Junio de 2016.

Her­ma­nos y her­ma­nas
Com­pa­ñe­ros y compañeras

Hace rato ter­mi­nó nues­tra audien­cia No. 53 en la que pedi­mos al Juez soli­ci­te a las auto­ri­da­des de la Pro­cu­ra­du­ría que se nos pon­ga a la vis­ta algu­nos obje­tos y algu­nas mues­tras bio­ló­gi­cas en las que se apo­yó la sala Penal para emi­tir mi auto de for­mal pri­sión. Nun­ca hemos vis­to los obje­tos que fue­ron ase­gu­ra­dos en el lugar de los hechos, vere­mos si los encuen­tran. Las mues­tras se toma­ron en la necrop­sia para aná­li­sis quí­mi­co, pero en el expe­dien­te no figu­ra infor­me o dic­ta­men alguno, vere­mos si algún día lo hicie­ron. Para ellos, aun­que dichos obje­tos son invi­si­bles, inexis­ten­tes, cons­ti­tu­yen prue­bas de mi culpabilidad.

¿Cómo la ven?

Por otro lado, esta­mos en la fase final del pro­ce­so, en espe­ra de la últi­ma dili­gen­cia de recons­truc­ción de hechos. Son prue­bas irre­fu­ta­bles de la bur­da cons­truc­ción de mi supues­to deli­to y por ende, ele­men­tos feha­cien­tes de mi inocencia.

La cár­cel sigue en vilo, espe­ran­do ser cer­ti­fi­ca­da por quien sabe quién, para quien sabe qué y en bene­fi­cio de quién.

Han mejo­ra­do nues­tras con­di­cio­nes de vida, nos pusie­ron col­cho­nes, nos die­ron cajas de plás­ti­co para nues­tras cosas, redu­je­ron el núme­ro de pre­sos por cel­da y ha mejo­ra­do la ima­gen y la segu­ri­dad en gene­ral. Pero la comi­da no ayu­da, aho­ra es mucho más res­trin­gi­do el ingre­so de ali­men­tos en día de visi­ta, ya no hay don­de refri­ge­re­mos no don­de calen­te­mos lo que nos man­da la fami­lia y que dig­ni­fi­ca­ba la die­ta. Nos qui­ta­ron bol­sas con­te­ne­do­ras, ropa, cobi­jas, garra­fo­nes, úti­les esco­la­res y segui­mos uti­li­zan­do letri­nas de la cel­da por­que toda­vía no colo­can las tazas en los sani­ta­rios del dormitorio.

Sigue sien­do una cala­mi­dad nau­sea­bun­da el enfer­mar­se. Es un triun­fo con­se­guir con­sul­ta médi­ca. Te rece­tan aque­llo que debe traer la fami­lia días des­pués y para reci­bir cada pas­ti­lla hay que hacer fila duran­te una hora o más, las veces que te pres­cri­ba el médi­co. Subir al área médi­ca pasan­do las dis­tin­tas exclu­sas es un ver­da­de­ro vía cru­cis, por todo ello, no hay tra­ta­mien­to que pue­da cum­plir­se al pie de la letra así que los inten­tos por curar nues­tras afec­cio­nes desem­bo­can en frus­tra­da con­ti­nua­ción del dolor.

La otra cala­mi­dad está en el área edu­ca­ti­va con cla­ses de una hora, múl­ti­ples sus­pen­sio­nes de labo­res por la cer­ti­fi­ca­ción y en salo­nes con 20 buta­cas, nue­ve­ci­tas, pero con un gru­po (el del taller edu­ca­ti­vo para per­so­nas de bachi­lle­ra­to o más) de más de 100 inter­nos en la lis­ta y con 40 a 50 asis­ten­tes regulares.

La cer­ti­fi­ca­ción vie­ne sien­do una mez­cla de mejo­ras, simu­la­cio­nes y vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos en los cons­tan­tes y agre­si­vos cacheos, en el tra­to a la visi­ta y en el des­pro­por­cio­na­do encie­rro en las cel­das, lla­ma­das eufe­mís­ti­ca­men­te “estan­cias”.

SALUDOS A RENE TORRES BEJARANO

Con indig­na­ción me he ente­ra­do de que las auto­ri­da­des inte­ri­nas del Ins­ti­tu­to Poli­téc­ni­co Nacio­nal han des­po­ja­do de su pla­za de pro­fe­sor inves­ti­ga­dor a nues­tro admi­ra­ble com­pa­ñe­ro René Torres Beja­rano. Lo cono­cí en las reunio­nes en las que se ges­tó el Con­se­jo de Trans­for­ma­ción edu­ca­ti­va hace cua­tro años. Sus inter­ven­cio­nes y argu­men­tos refle­jan siem­pre al aca­dé­mi­co ilus­tra­do, indo­ma­ble e impe­tuo­so; beli­ge­ran­te con­tra el abu­so de poder, la injus­ti­cia y la dema­go­gia; y, sobre todo soli­da­rio con la lucha social y con la gen­te rebelde.

Las auto­ri­da­des del IPN, ins­ti­tu­ción van­guar­dis­ta en el cono­ci­mien­to cien­tí­fi­co tec­no­ló­gi­co de nues­tro país está expul­san­do de sus aulas y de su comu­ni­dad docen­te a un hom­bre insu­mi­so que acu­san de “inci­tar a los estu­dian­tes al cie­rre de sus ins­ta­la­cio­nes” y de “no cum­plir sus ocu­pa­cio­nes de docen­cia e inves­ti­ga­ción”. Acu­sa­cio­nes clá­si­cas para aca­llar al disi­den­te y para man­te­ner el con­trol tota­li­ta­rio. Que dolo­ro­so es per­ca­tar­nos que los encar­ga­dos de la evo­lu­ción pro­gre­sis­ta del pen­sa­mien­to humano, como lo es el IPN, pro­ta­go­ni­ce el oscu­ro ofi­cio de la inqui­si­ción con­tra las voces divergentes.

Des­de la cár­cel, her­mano Rene, nues­tro abra­zo, nues­tro reco­no­ci­mien­to y soli­da­ri­dad. Estoy segu­ro que las reac­cio­nes deci­di­das de pro­tes­ta y de acción, obli­ga­ran a los buro-tira­nos poli­téc­ni­cos a rec­ti­fi­car su aberración.

MÁS PROFESORES A LA CARCEL

En el mun­do feliz de Aure­lio Nuño, éste se sien­te Gulli­ver que cam­bia de uni­for­me antes de sus pre­sen­ta­cio­nes en la tele: ya de fis­cal acu­san­do de delin­cuen­tes a los líde­res magis­te­ria­les; ya de poli­tó­lo­go, repro­ban­do la afi­ni­dad de Andrés Manuel con el movi­mien­to en con­tra de la Refor­ma Edu­ca­ti­va; ya de coman­dan­te, envian­do a las tro­pas a vigi­lar a los “volun­ta­rios” pro­fe­so­res en eva­lua­ción; ya de filo­so­fo pos moderno, otor­gan­do valor supre­mo a la “cali­dad edu­ca­ti­va” que resul­ta de exa­mi­nar a los incom­pe­ten­tes men­to­res; y has­ta de can­cha­chán del lec­tor más ave­za­do de Méxi­co: Peña Nie­to, que ha orde­na­do la gran cru­za­da para que el magis­te­rio adquie­ra el nivel que recla­ma el con­cier­to inter­na­cio­nal y la socie­dad del conocimiento.

En el mun­do real, las cár­ce­les tie­nen nue­vos inqui­li­nos con expe­dien­tes car­ga­dos de deli­tos, deli­tos has­ta para rega­lar. En tan­to, los fla­man­tes comu­ni­ca­do­res de radio y tele­vi­sión se afa­nan en jus­ti­fi­car la opor­tu­na acción de la poli­cía y de los jue­ces en con­tra de los peli­gro­sos pro­fes que mar­chan en las calles exi­gien­do dialogo.

Pero la cár­cel no ten­drá la lucha.

¡Has­ta la vic­to­ria CNTE!

¡Nos fal­tan 43!

OSCAR HERNANDEZ NERI
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