Reclusorio Molino de las Flores
Texcoco, estado de México a 13 de Junio de 2016.
Hermanos y hermanas
Compañeros y compañeras
Hace rato terminó nuestra audiencia No. 53 en la que pedimos al Juez solicite a las autoridades de la Procuraduría que se nos ponga a la vista algunos objetos y algunas muestras biológicas en las que se apoyó la sala Penal para emitir mi auto de formal prisión. Nunca hemos visto los objetos que fueron asegurados en el lugar de los hechos, veremos si los encuentran. Las muestras se tomaron en la necropsia para análisis químico, pero en el expediente no figura informe o dictamen alguno, veremos si algún día lo hicieron. Para ellos, aunque dichos objetos son invisibles, inexistentes, constituyen pruebas de mi culpabilidad.
¿Cómo la ven?
Por otro lado, estamos en la fase final del proceso, en espera de la última diligencia de reconstrucción de hechos. Son pruebas irrefutables de la burda construcción de mi supuesto delito y por ende, elementos fehacientes de mi inocencia.
La cárcel sigue en vilo, esperando ser certificada por quien sabe quién, para quien sabe qué y en beneficio de quién.
Han mejorado nuestras condiciones de vida, nos pusieron colchones, nos dieron cajas de plástico para nuestras cosas, redujeron el número de presos por celda y ha mejorado la imagen y la seguridad en general. Pero la comida no ayuda, ahora es mucho más restringido el ingreso de alimentos en día de visita, ya no hay donde refrigeremos no donde calentemos lo que nos manda la familia y que dignificaba la dieta. Nos quitaron bolsas contenedoras, ropa, cobijas, garrafones, útiles escolares y seguimos utilizando letrinas de la celda porque todavía no colocan las tazas en los sanitarios del dormitorio.
Sigue siendo una calamidad nauseabunda el enfermarse. Es un triunfo conseguir consulta médica. Te recetan aquello que debe traer la familia días después y para recibir cada pastilla hay que hacer fila durante una hora o más, las veces que te prescriba el médico. Subir al área médica pasando las distintas exclusas es un verdadero vía crucis, por todo ello, no hay tratamiento que pueda cumplirse al pie de la letra así que los intentos por curar nuestras afecciones desembocan en frustrada continuación del dolor.
La otra calamidad está en el área educativa con clases de una hora, múltiples suspensiones de labores por la certificación y en salones con 20 butacas, nuevecitas, pero con un grupo (el del taller educativo para personas de bachillerato o más) de más de 100 internos en la lista y con 40 a 50 asistentes regulares.
La certificación viene siendo una mezcla de mejoras, simulaciones y violaciones de los derechos humanos en los constantes y agresivos cacheos, en el trato a la visita y en el desproporcionado encierro en las celdas, llamadas eufemísticamente “estancias”.
SALUDOS A RENE TORRES BEJARANO
Con indignación me he enterado de que las autoridades interinas del Instituto Politécnico Nacional han despojado de su plaza de profesor investigador a nuestro admirable compañero René Torres Bejarano. Lo conocí en las reuniones en las que se gestó el Consejo de Transformación educativa hace cuatro años. Sus intervenciones y argumentos reflejan siempre al académico ilustrado, indomable e impetuoso; beligerante contra el abuso de poder, la injusticia y la demagogia; y, sobre todo solidario con la lucha social y con la gente rebelde.
Las autoridades del IPN, institución vanguardista en el conocimiento científico tecnológico de nuestro país está expulsando de sus aulas y de su comunidad docente a un hombre insumiso que acusan de “incitar a los estudiantes al cierre de sus instalaciones” y de “no cumplir sus ocupaciones de docencia e investigación”. Acusaciones clásicas para acallar al disidente y para mantener el control totalitario. Que doloroso es percatarnos que los encargados de la evolución progresista del pensamiento humano, como lo es el IPN, protagonice el oscuro oficio de la inquisición contra las voces divergentes.
Desde la cárcel, hermano Rene, nuestro abrazo, nuestro reconocimiento y solidaridad. Estoy seguro que las reacciones decididas de protesta y de acción, obligaran a los buro-tiranos politécnicos a rectificar su aberración.
MÁS PROFESORES A LA CARCEL
En el mundo feliz de Aurelio Nuño, éste se siente Gulliver que cambia de uniforme antes de sus presentaciones en la tele: ya de fiscal acusando de delincuentes a los líderes magisteriales; ya de politólogo, reprobando la afinidad de Andrés Manuel con el movimiento en contra de la Reforma Educativa; ya de comandante, enviando a las tropas a vigilar a los “voluntarios” profesores en evaluación; ya de filosofo pos moderno, otorgando valor supremo a la “calidad educativa” que resulta de examinar a los incompetentes mentores; y hasta de canchachán del lector más avezado de México: Peña Nieto, que ha ordenado la gran cruzada para que el magisterio adquiera el nivel que reclama el concierto internacional y la sociedad del conocimiento.
En el mundo real, las cárceles tienen nuevos inquilinos con expedientes cargados de delitos, delitos hasta para regalar. En tanto, los flamantes comunicadores de radio y televisión se afanan en justificar la oportuna acción de la policía y de los jueces en contra de los peligrosos profes que marchan en las calles exigiendo dialogo.
Pero la cárcel no tendrá la lucha.
¡Hasta la victoria CNTE!
¡Nos faltan 43!