Reclusorio Molino de las Flores
Texcoco Estado de México a 13 de Noviembre 2016.
Estamos a punto de concluir el periodo de instrucción del juicio con que me mantiene preso el Gobierno del Estado de México desde hace más de dos años y medio. Ya está muy clara la farsa que montó la Procuraduría Mexiquense para criminalizarme bajo intereses ajenos al derecho y la legalidad.
El 7 de Noviembre pasado se llevó a cabo la audiencia número 69 y con el cúmulo de pruebas desahogadas se hizo contundente mi inocencia:
- Han declarado 22 testigos sin que alguno de ellos me acuse, incluso los padres de la occisa, y con los testimonios se acredita plenamente que estuve en lugares distintos a los del fallecimiento que se me imputa.
- Aportamos 7 peritajes: uno en medicina legal, dos en criminalística, dos en toxicología forense y dos en dactiloscopia. Con ellos se demuestra científicamente que los daños fueron autoinfringidos.
- Se llevaron a cabo 10 careos procesales con los que se evidenció tanto mi inocencia como la mala fe de las autoridades ministeriales.
- Se hicieron dos inspecciones judiciales, la primera del recorrido y trayectoria hacia el lugar de los hechos y la segunda del teléfono celular de la occisa. Pruebas irrefutables de que yo no pude haber estado junto a ella cuando pereció.
- Se practicaron 4 reconstrucciones de hechos en el trayecto y en el propio lugar de fallecimiento. Se demostró que la persona actuó sola en sitios distantes a donde yo me encontraba.
- Hicimos trámites de 28 pruebas documentales para resarcir las deficiencias que tanto el Ministerio Publico como el Juzgado, utilizaron para torcer mañosamente el caso en mi contra. Hicimos evidente que no investigaron, como era su obligación, para esclarecer el fallecimiento, sino que dirigieron todos sus procedimientos a inculparme.
- Interpusimos un recurso de apelación, dos de amparo y dos de revisión de amparo, infortunadamente no se consiguió con ellos la libertad pero pudimos modificar el auto de formal prisión que pretendía imputarme el delito de homicidio con la agravante de traición, el cual se castiga hasta con 70 años de cárcel, por el de homicidio simple, que alcanza hasta 15 años. También, el amparo federal dictaminó que se violaron mis derechos humanos y el debido proceso por haber utilizado mis declaraciones como testigo, en mi contra.
- Resultaron dos denuncias, derivadas del uso ilegal de las leyes, por un lado, se inició la averiguación 2/2015 en la Fiscalía Especializada de delitos contra Servidores Públicos, de Texcoco, por la tortura de un profesor, compañero que utilizaron para atribuirme la confesión de mi culpabilidad, y por otro, la carpeta 16/2016 en la misma fiscalía, contra el Doctor Jesús Morales Ramírez, perito de la Procuraduría que utilizó falsamente información bibliográfica para sustentar en la necropsia de ley, mi acusación de estrangulamiento. Cabe mencionar que la primera dio inicio en Diciembre de 2015 y la segunda en Enero de 2016, hasta hoy permanecen estancadas porque la Procuraduría protege tanto a los agentes ministeriales como a su perito.
La acusación que me hiciera la autoridad es que “en algún lugar, dentro del vehículo de la occisa, tuvimos una discusión violenta y al forcejear perdí el control tomándola del cuello y estrangulándola para después depositar el cuerpo en un paraje boscoso de Coatlinchan, municipio de Texcoco, Estado de México, simulando un suicidio, el día 16 de Abril de 2007”
Para fundamentar su hipótesis absurda utilizan la necropsia de Jesús Morales Ramírez y la declaración del profesor torturado y amenazado un Abril del 2009.
Hoy, con el conjunto de pruebas desahogadas han quedado demostrado lo siguiente:
- La occisa se despidió y aviso, durante la madrugada del 16 de Abril del 2007 que se suicidaría. Causo alarma a sus padres que la buscaron y la localizaron en el Colegio de Posgraduados, donde realizaba sus estudios de doctorado, pero no la pudieron convencer de que regresará al hogar. Intervino inclusive su director de tesis.
- Me mandó mensajes póstumos a mi celular, lo que me orilló a buscarla en el mismo Colegio de Posgraduados, donde me encontré con su madre a las 12:30 hrs. En ese momento recibí el último mensaje de su celular, estaba viva y se despedía de mí.
- A las 13:00 hrs. me despedí del director de tesis, la madre y el hijo de la occisa y me dirigí a buscarla. Al preguntarle a dos testigos si habían visto pasar su carro, me orientaron al lugar donde la localicé.
- La encontré muerta conectada en su brazo izquierdo a un frasco de suero que pendía sobre un árbol. Di aviso a su familia y luego al Ministerio Público. Se recogió el cadáver, se hizo la necropsia y se entregó el cuerpo de inmediato para su sepelio.
- La necropsia decretó estrangulamiento, pero tres meses después se hacen exámenes de toxicología forense dando positivo a barbitúricos y alcohol en sangre. Se extravían otros dos dictámenes que aparecieron hasta Junio de 2016, el de humor vítreo y contenido gástrico. Confirman alcohol y barbitúricos.
- Durante la averiguación previa se hicieron múltiples peritajes en criminalística, veterinaria, toxicología, dactiloscopia. Se consignó hasta 2011 pero el juez negó tres veces la orden de aprehensión por falta de elementos. El MP apeló y la Sala Penal del tribunal Superior de Justicia del estado de México en Texcoco, libra orden de aprehensión. Me aprenden el 30 de Abril de 2014.
- El cronotanatodignostico (hora de muerte) quedó establecido entre las 11:00 y las 13:00 hrs.
- EL 21 de Abril de 2009 los judiciales levantaron a un profesor de nombre reservado, frente a la Preparatoria 55, de la cual soy director desde 1988. Lo llevan al Ministerio Público de Chimalhuacán, lo torturan y amenazan de muerte a él y su familia. Lo trasladan a Texcoco y el Agente del MP Ricardo Granados Caballero le toma su declaración, le obligan a afirmar que yo le confesé durante una convivencia que había sido el estrangulador.
- En el frasco de medicamento anestesal que contiene el pentobarbital y el suero que se localizó en el lugar. No hay huellas de violencia, ni de defensa, mucho menos huellas dactilares mías.
- Se ha demostrado científicamente que la mezcla de pentobarbital con alcohol es letal y causa asfixia, con signos en el cuerpo, parecidos a la asfixia por estrangulación. El forense que practicó la necropsia nunca tomó en cuenta los exámenes toxicológicos y para justificar su omisión tergiversó la información de un libro de toxicología clínica, lo cual resulto en mentiras. No podía echarse para atrás porque incluso había ya firmado el acta de defunción como estrangulamiento.
Hermanos y Hermanas:
¿Con todo esto, se atreverá la Jueza que me juzga a mantenerme preso? ¿Seguirá manteniendo su pretensión el gobierno del estado de México?
¿Será la ineptitud, el interés oscuro, y la tortura, lo que siga imperando en mi prisión injusta?
Les pido a quienes puedan leer estas líneas que me ayuden a difundir esta ignominiosa actuación de la justicia Mexiquense y estar pendientes para que en días próximos realicemos acciones que insten al Tribunal Superior de Justicia del estado de México, a la Jueza del Primer Juzgado en Texcoco y al Gobierno Mexiquense a que respeten la ley y el derecho y me dejen en libertad.
Saludo desde mi corazón a las integrantes de la Caravana contra la Represión en México que está realizándose en las principales ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica para denunciar internacionalmente lo que pasa en nuestro país y donde se ha incluido mi caso.
¡Que florezca la libertad y se multipliquen los caminos de lucha!
¡Nos faltan 43!
¡Las queremos de vuelta a casa!
¡Hasta la victoria CNTE!
Oscar Hernández Neri
www.niunpresuntoculpablemas.org
P.D. Larga vida a la obra de Leonard Cohen.