José María Seco Martínez
Rafael Rodríguez Prieto
Universidad Pablo de Olavide. Sevilla (España)
RESUMEN
La educación cívica se encuentra en la misma base de la democracia. Todo sistema democrático que prescinda de esta necesidad acabará haciendo desvanecerse la racionalidad democrática de sus instituciones. La democracia liberal es un buen ejemplo de este debilitamiento progresivo de las estructuras democráticas. Benjamin R. Barber no tarda en referirse a ella como democracia débil. La democracia carece de plenitud sin ciudadanos formados cívicamente. Educación y democracia están indisolublemente unidas. Por eso, para este autor la regeneración de la democracia, con sus contenidos reales de participación política, pasa necesariamente por la educación. Enseñar democracia es servir a la comunidad.