Jorge Hernández Esquivel,
María Fernanda González Robles,
Gabriel Luna Serrano

Ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de Transformación Educativa

Resu­men

En esta ponen­cia se abor­da un acer­ca­mien­to a for­mas de Inves­ti­men­to de Valor del Agua en con­tex­tos de Estrés Hídri­co; deri­va­do de los resul­ta­dos del tra­ba­jo de cam­po rea­li­za­do sobre la Grie­ta en San Mar­tín Cuautlál­pan, Chal­co; fenó­meno que des­pués de inves­ti­ga­cio­nes de UNAM, UAM Y UACh, que apun­tan ver­sio­nes sobre el tipo de sue­lo vidrio­so, los efec­tos de una zona vol­cá­ni­ca y la extrac­ción des­me­di­da de man­tos acuí­fe­ros, no han emi­ti­do una expli­ca­ción que sus­ten­te la toma de deci­sio­nes de ins­ti­tu­cio­nes Guber­na­men­ta­les para inter­ve­nir en la situa­ción que pre­va­le­ce entre los habi­tan­tes de la zona, cata­lo­ga­da como la de mayor den­si­dad pobla­cio­nal en Amé­ri­ca Lati­na y pese adver­ten­cia prohi­bi­ti­va por con­si­de­rar­se zona de ries­go, sigue en cons­truc­ción y habi­tán­do­se. Revi­sión sobre los fenó­me­nos inter­pre­ta­ti­vos que dan voz a las imá­ge­nes y a los sujetos.

Estu­dio que nos ha hecho ver no solo el aspec­to Hidro­grá­fi­co en la cues­tión Éti­ca, sino el Inves­ti­men­to de Valor del Agua y las impli­ca­cio­nes de nues­tra vida, par­tien­do de la posi­bi­li­dad de hacer visi­ble lo que por su inme­dia­tez se oculta.

Hace­mos una des­crip­ción de los estu­dios y pos­tu­ras crí­ti­cas encon­tra­das, que con­tras­tan las ver­sio­nes del dis­cur­so de ins­ti­tu­cio­nes e inves­ti­ga­do­res, que en dife­ren­tes espa­cios han expre­sa­do sus per­cep­cio­nes de las cau­sas, hechos y con­se­cuen­cias vin­cu­la­das al Estrés Hídri­co, voces que se encuen­tran, dan­do sen­ti­do a lo que noso­tros lla­ma­mos el Valor del Agua, que ope­ra bajo la siguien­te taxonomía:

  • El sen­ti­do Éti­co.- invo­lu­cra la par­te míti­ca y espi­ri­tual del agua que otor­gan al hom­bre dere­chos por su natu­ra­le­za humana.
  • El sen­ti­do Mer­can­til.- toca intere­ses de cor­po­ra­ti­vos mul­ti­na­cio­na­les, empre­sa­rios y particulares.
  • El sen­ti­do del Poder.- alu­dien­do al con­trol y pose­sión que tien­de a jus­ti­fi­car­se en lo Polí­ti­co, lo Eco­nó­mi­co y has­ta en lo Cultural.

Sen­ti­dos que de for­ma inte­gral son un pre­ce­den­te para la inter­ven­ción des­de el ámbi­to edu­ca­ti­vo como un medio para hacer con­cien­cia social que gene­re un com­pro­mi­so des­de la labor docen­te; sabe­do­res que la Docen­cia impli­ca la inter­ac­ción con los estu­dian­tes y esta labor por si mis­ma con­tem­pla nue­vas visio­nes de la reali­dad social es que nues­tra pro­pues­ta gira en torno a ser cohe­ren­tes con la idea de que el agua es el ele­men­to supre­mo para la vida, “los seres huma­nos moder­nos han abu­sa­do de la tie­rra y des­trui­do su capa­ci­dad para reci­bir, absor­ber y alma­ce­nar agua” (Shi­va, 2007:17). 

Pala­bras cla­ve: Éti­ca, Estrés Hídri­co, Inves­ti­men­to de Valor del Agua.

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INTRODUCCIÓN

     El tra­ba­jo de cam­po rea­li­za­do con­sis­tió en un reco­rri­do para la iden­ti­fi­ca­ción y reco­no­ci­mien­to de la zona de la grie­ta de San Mar­tín Cuautlal­pan, duran­te éste se toma­ron foto­gra­fías y se hicie­ron entre­vis­tas con la fina­li­dad de ubi­car el sitio median­te la memo­ria de los pobla­do­res nati­vos y ave­cin­da­dos quie­nes pro­por­cio­nan tes­ti­mo­nios de el fenó­meno y las impli­ca­cio­nes que éste ha teni­do en su cali­dad de vida y en su vida mis­ma. En la inves­ti­ga­ción docu­men­tal que rea­li­za­mos al res­pec­to encon­tra­mos que el cre­ci­mien­to urbano sobre acuí­fe­ros sobre­ex­plo­ta­dos repre­sen­ta una pro­ble­má­ti­ca y ade­más el sobre­con­ce­sio­na­mien­to del agua del Acuí­fe­ro Chal­co-Ame­ca­me­ca, vía emi­sión de con­ce­sio­nes irre­gu­la­res repre­sen­ta una pro­ble­má­ti­ca aún mucho mayor para los habi­tan­tes de estos frac­cio­na­mien­tos así como para la pobla­ción del pue­blo de San Mar­tín Cuautlal­pan, lo cual se pre­sen­ta con esca­ses de agua, hun­di­mien­tos, grie­tas y sis­mos en la zona. Al igual que con otros fac­to­res han pro­vo­ca­do que se pre­sen­te dicho fenó­meno en cues­tión a indagar.

DESARROLLO

     De acuer­do a inves­ti­ga­cio­nes y notas perio­dís­ti­cas, el pri­me­ro de junio de 2009 se abrió una grie­ta en la cor­te­za del sue­lo que atra­vie­sa deba­jo de vivien­das en la uni­dad habi­ta­cio­nal Villas de San Mar­tín, entre la calle Esta­do de Méxi­co y las cerra­das de Gua­na­jua­to, Que­ré­ta­ro y Aba­so­lo. En cua­tro vivien­das se regis­tra­ron daños de con­si­de­ra­ción. Duran­te 2011, los daños estruc­tu­ra­les con­ti­nua­ron a con­se­cuen­cia de esta grie­ta; por ejem­plo en la pri­va­da Mon­te­rrey de la uni­dad habi­ta­cio­nal Villas de San Mar­tín, la pri­me­ra cons­trui­da por la empre­sa “Davi­vir” en el lugar. Ade­más, tam­bién se pre­sen­ta­ron soca­vo­nes (pro­vo­ca­dos por la acu­mu­la­ción de agua de todos los cuer­pos de agua que bajan a los cul­ti­vos ejida­les) a lo lar­go de la grie­ta que pasa por cul­ti­vos de los eji­da­ta­rios y por la cin­ta asfál­ti­ca de la carre­te­ra camino Hue­xo­cul­co-Mira­flo­res, así como Mira­flo­res-Hue­xo­cul­co. Debi­do a este fenó­meno se lle­va­ron a cabo diver­sas inves­ti­ga­cio­nes rea­li­za­das por Car­los Var­gas Cabre­ra, inves­ti­ga­dor y geó­lo­go de la Uni­ver­si­dad Autó­no­ma Metro­po­li­ta­na (UAM), afir­mó que los sis­mos en Chal­co no sólo deben con­si­de­rar­se por el dese­ca­mien­to de los man­tos acuí­fe­ros, sino tam­bién a las uni­da­des habi­ta­cio­na­les que se cons­tru­ye­ron sobre un eje vol­cá­ni­co. En otro estu­dio rea­li­za­do por la doc­to­ra Dora Carreón Frey­re, inte­gran­te del Labo­ra­to­rio de Mecá­ni­ca Mul­ti­es­ca­lar de los Geo­sis­te­mas, y el geó­lo­go Raúl Gutié­rrez Cal­de­rón, del Cen­tro de Moni­to­reo de Frac­tu­ra­mien­to del Sub­sue­lo (CMFS), ambos orga­nis­mos del Cen­tro de Geo­cien­cias de la UNAM. Los cua­les se enfo­ca­ron en la grie­ta que apa­re­ció en pri­me­ro de junio de 2009, en la zona don­de la cons­truc­to­ra Ara, edi­fi­có casas, pero esta se exten­dió has­ta el área don­de la empre­sa Davi­vir la cual cons­tru­yó tres mil 500 vivien­das ya habi­ta­das don­de afec­tó calles y casas. La doc­to­ra Carreón Frey­re expli­có que la falla geo­ló­gi­ca regis­tra­da pue­de pre­sen­tar pla­nos secun­da­rios para­le­los has­ta un área de influen­cia de 50 metros, por lo que reco­men­dó a las auto­ri­da­des en la mate­ria res­trin­gir la cons­truc­ción de infra­es­truc­tu­ra urba­na en zona ale­da­ña a la falla, al menos 50 metros a ambos lados. La espe­cia­lis­ta detec­tó que la pro­fun­di­dad esti­ma­da, median­te el estu­dio de geo­lo­gía estruc­tu­ral, es mayor de 100 metros, así como una lon­gi­tud de casi cin­co kiló­me­tros de lar­go. Perió­di­co el Sol de Méxi­co, la Jor­na­da (2012).

     Los espe­cia­lis­tas que inves­ti­ga­ron la grie­ta de San Mar­tín Cuautlal­pan refie­ren que for­ma par­te de un sis­te­ma regio­nal de fallas y frac­tu­ras con des­pla­za­mien­to late­ral, lo cual afec­ta el bor­do de la pla­ni­cie de Chal­co, por lo que reco­men­da­ron la imple­men­ta­ción de un sis­te­ma de regis­tro de acti­vi­dad sís­mi­ca en la zona, así como un moni­to­reo sis­te­má­ti­co del nivel del terreno y un cen­so de pozos de extrac­ción de agua sub­te­rrá­nea. Artu­ro Vil­chis Esqui­vel, direc­tor de Pro­tec­ción Civil del Esta­do de Méxi­co, agre­gó que uno de los moti­vos tam­bién es por la exa­ge­ra­da extrac­ción de agua, ya que los hun­di­mien­tos se han teni­do en los muni­ci­pios de Valle de Chal­co, Los Reyes La Paz, Nezahual­có­yotl, Ixta­pa­lu­ca y Ecatepec.

     A pesar de esta situa­ción, el Gobierno del Esta­do de Méxi­co, en 2008, auto­ri­zó la cons­truc­ción de las pri­me­ras 25 mil vivien­das en tie­rras de los pue­blos de San Mar­tín Cuautlal­pan y San Gre­go­rio Cuautzin­go, prin­ci­pal­men­te, a pesar que Pro­tec­ción Civil esta­tal tenía la zona cla­si­fi­ca­da como de alto ries­go. De acuer­do al Atlas de Ries­go muni­ci­pal de Chal­co, Pro­tec­ción Civil Muni­ci­pal esta­ble­ció que exis­ten “seis fallas geo­ló­gi­cas” en los pue­blos de San­ta Cata­ri­na Ayotzin­go, San Juan Tezom­pa, San Mar­tín Cuautlal­pan, San­ta María Hue­xo­cul­co, San Mateo Huitzil­zin­go y la Can­de­la­ria Tla­pa­la. En el Atlas de Ries­go muni­ci­pal se esta­ble­ció que en diciem­bre de 2006, en San Mar­tín Cuautlal­pan y San­ta María Hue­xo­cul­co hubo 26 movi­mien­tos telú­ri­cos en 11 días. El dic­ta­men del depar­ta­men­to Geo­ló­gi­co de Pro­tec­ción Civil esta­tal seña­ló que la cau­sa ocu­rrió por movi­mien­tos dife­ren­cia­les. En 2007 y 2008 no hubo movi­mien­tos o tem­blo­res. En 2009 hubo otro sis­mo, pero no se espe­ci­fi­ca la fecha ni el lugar exac­to. La empre­sa Davi­vir, una de las pri­me­ras cons­truc­to­ras que entró a Chal­co para desa­rro­llar uni­da­des habi­ta­cio­na­les, obtu­vo en mayo de 2004, del enton­ces secre­ta­rio de Desa­rro­llo Urbano, Fran­cis­co Cova­rru­bias, la auto­ri­za­ción para edi­fi­car tres mil 500 vivien­das en la zona de San Mar­tín Cuautlal­pan, con el vis­to bueno de Pro­tec­ción Civil esta­tal, a tra­vés de su titu­lar Artu­ro Vil­chis Esqui­vel, de acuer­do a la Gace­ta de Gobierno del esta­do del 3 de mayo de ese mis­mo año. Otras inmo­bi­lia­rias como SADA­SI, Ara y Geo cons­tru­ye­ron más vivien­das y se pro­yec­ta un com­ple­jo más de 25 mil casas, las cua­les fue­ron auto­ri­za­das por la Secre­ta­ría de Desa­rro­llo Urbano esta­tal. Actual­men­te, cua­tro mil 500 vivien­das de inte­rés social se encuen­tran bajo un ries­go alto des­de 2009, debi­do a la apa­ri­ción de la falla geo­ló­gi­ca de San Mar­tín; ade­más  tres mil 500 en el con­jun­to habi­ta­cio­nal Villas de San Mar­tín y 880 en Hacien­da San Juan. De igual for­ma, 26 mil 500 vivien­das se encuen­tran bajo un ries­go geo­ló­gi­co bajo; 17 mil en Héroes Chal­co, ocho mil en Pue­blo Nue­vo y tres mil 500 en Hacien­da de Guadalupe.

     En 1992, la ley de Aguas Nacio­na­les esta­ble­ce que las úni­cas con­ce­sio­nes reco­no­ci­das serán las que se ins­cri­ban en el regis­tro públi­co de dere­chos al agua (REP­DA). Inme­dia­ta­men­te, se pro­ce­sa­ron con­ce­sio­nes para usos públi­co-urbano para volú­me­nes que supe­ra­ron el dis­po­ni­ble (sien­do el volu­men de la recar­ga anual) en los acuíferos.

a).- Con­sor­cio de inge­nie­ría inte­gral, S.A de C.V casas ARA regis­tra una extrac­ción de 793,696 m³/año bajo el títu­lo 13MEX102044/26AMDA09 para uso agrícola.

b).- Geo edi­fi­ca­cio­nes, S.A de C.V casas GEO regis­tra una extrac­ción de 1,524,096 m³/año bajo el títu­lo 5MEX100186/26AMGR94 para uso agrícola.

c).- Geo edi­fi­ca­cio­nes, S.A de C.V casas GEO regis­tra una extrac­ción de 109,500 m³/año bajo el títu­lo 5MEX100187/26AMGR94 para uso agrícola

d).- Geo edi­fi­ca­cio­nes, S.A de C.V casas GEO regis­tra una extrac­ción de 576,000 m³/año bajo el título5MEX100188/26AMGR94 para uso agrícola

e).- Geo edi­fi­ca­cio­nes, S.A de C.V casas GEO regis­tra una extrac­ción de 1,360,800 m³/año bajo el título5MEX100189/26AMGR94 para uso agrícola

f).- Geo edi­fi­ca­cio­nes, S.A de C.V casas GEO regis­tra una extrac­ción de 576,000 m³/año bajo el título5MEX100190/26AMGR94 para uso agrícola

     A pesar de que el cen­so de pozos de 1990 demos­tró que la extrac­ción de aguas sub­te­rrá­neas fue mayor que el volu­men dis­po­ni­ble, se per­mi­tió el regis­tro, por par­te de las cons­truc­to­ras GEO Edi­fi­ca­cio­nes, Gua­da­lu­pe y Con­sor­cio Inte­gral (ARA), de 5 millo­nes m3/año para nue­vos “pozos agrí­co­las”, sin que estas empre­sas con­ta­ran con acti­vi­da­des agrí­co­las en la zona. A pesar de obser­va­cio­nes ofi­cia­les “por no haber ins­ta­la­do medi­do­res,” estas con­ce­sio­nes siguen vigen­tes como “agrí­co­las” has­ta la fecha, y apa­ren­te­men­te han sido uti­li­za­das en varias oca­sio­nes para “com­pro­bar la fac­ti­bi­li­dad de agua” para nue­vos con­jun­tos. Como el del eji­do de san Mar­tín cuautlal­pan bajo el títu­lo 13MEX107824/26AMGR06 para uso agrí­co­la con fecha 28/02/2007.

     Adi­cio­nal­men­te, en 2007, el Eji­do de San Mar­tín Cuautlal­pan adqui­rió una con­ce­sión “agrí­co­la” para tres pozos, inclu­yen­do un pozo nue­vo ubi­ca­do en un terreno de 100 hec­tá­reas que el Comi­sa­ria­do Ejidal había ven­di­do a GEO Edi­fi­ca­cio­nes para la cons­truc­ción de vivien­das. Fuen­te: Infor­ma­ción reca­ba­da del plan hídri­co que pre­sen­to la comi­sión de cuen­ca de los ríos Ame­ca­me­ca y la Compañía.

     Por otro lado, en entre­vis­ta rea­li­za­da a pobla­do­res nati­vos de San Mar­tín Cuautlal­pan se encon­tró que per­sis­ten las dis­cre­pan­cias entre con­sor­cios, cons­truc­to­ras y pobla­do­res para defi­nir los lími­tes terri­to­ria­les y por tan­to el uso y mane­jo de los recur­sos que estos con­tie­nen; así mis­mo en entre­vis­ta a pobla­do­res ave­cin­da­dos en la mis­ma pobla­ción y en dife­ren­tes uni­da­des habi­ta­cio­na­les se encon­tró que adqui­rie­ron vivien­das, que siguen pagan­do, des­co­no­cien­do todo lo rela­ti­vo al tema de la grie­ta y sus pro­ble­mas de extrac­ción y mane­jo del agua, pre­va­le­cien­do el sen­ti­mien­to de impo­ten­cia ante la indi­fe­ren­cia que per­ci­ben de las auto­ri­da­des fren­te al ries­go laten­te de pér­di­da de su patri­mo­nio e inclu­so de su vida por las grie­tas y los tem­blo­res  que se siguen pre­sen­tan­do en la zona; situa­ción que les ha lle­va­do, dicen, a sen­tir­se afec­ta­dos por un estrés social que entien­den como una reac­ción psí­qui­ca y orgá­ni­ca carac­te­ri­za­da por un ele­va­do y cons­tan­te esta­do de aler­ta con el fin de reac­cio­nar ante un esti­mu­lo ame­na­za­dor, para emi­tir una res­pues­ta que pue­de ser de esca­pe, enfren­ta­mien­to, evi­ta­ción o hui­da; esta­do que se rela­cio­na direc­ta y pro­por­cio­nal­men­te con el estrés ambien­tal pre­sen­te en la zona afec­ta­da por la grie­ta, que aún estan­do “tapa­da” no se ha ocul­ta­do al entorno, sino que se hace visi­ble mani­fes­tán­do­se en la voz de sus pobla­do­res y se expre­sa modi­fi­can­do con­ti­nua­men­te el entorno ambiental.

     La infor­ma­ción de cam­po y docu­men­tal encon­tra­da a par­tir del estu­dio sobre la grie­ta de San Mar­tín Cuautlal­pan apun­ta con­sis­ten­te­men­te al tema del agua, su uso, mane­jo y extrac­ción; así como las medi­das y con­se­cuen­cias que estas tie­nen en el entorno en el que se pre­sen­tan, aun­que en la prác­ti­ca se omi­tan las con­se­cuen­cias como efec­tos reales que no solo no se con­tem­plan en las pla­nea­cio­nes mer­can­ti­les sino que por lo que les repor­ta a nivel macro­eco­nó­mi­co, se ocul­tan; se atien­de la inme­dia­tez que hace visi­ble el con­flic­to, la ausen­cia o caren­cia del agua, la alte­ra­ción del medio ambien­te y de la bio­di­ver­si­dad por el abu­so de los recur­sos natu­ra­les, espe­cí­fi­ca­men­te el agua, así como la fal­ta de aten­ción e inte­rés de la polí­ti­ca, la edu­ca­ción, la empre­sa y los par­ti­cu­la­res, para los que solo repre­sen­ta un pro­ble­ma el agua, cuan­do care­cen de ella como un pro­duc­to, mate­ria pri­ma o recur­so pero no como un bien común a toda la huma­ni­dad e inva­lua­ble por los bene­fi­cios que repor­ta “la Tie­rra tie­ne sufi­cien­te para las nece­si­da­des de todos, no para la ava­ri­cia de unos cuan­tos” (Gandhi cita­do por Shi­va, 2007:15).

     El con­trol y la pose­sión del agua ha sido un medio de ejer­ci­cio de poder para quie­nes se atri­bu­yen la asig­na­ción de dere­chos jus­ti­fi­ca­dos en la ubi­ca­ción geo­grá­fi­ca como fac­tor exclu­si­vo de pro­pie­dad y en el poder eco­nó­mi­co como exclu­yen­te socio­cul­tu­ral, esta­ble­cien­do así nue­vos pará­me­tros para la mal enten­di­da demo­cra­cia que se mane­ja como pri­va­ti­va a razón de una eco­lo­gía que Shi­va lla­ma del terror por que pro­mue­ve esti­los de vida pri­vi­le­gia­dos que des­tru­yen al pla­ne­ta y ligan la demo­cra­cia eco­ló­gi­ca con la eco­nó­mi­ca al “deter­mi­nar la pose­sión y uti­li­za­ción de los recur­sos natu­ra­les, deci­dir cómo saciar su sed, cómo pro­du­cir y dis­tri­buir sus ali­men­tos, y con cuá­les sis­te­mas de edu­ca­ción y salud con­tar” (2007:14); expre­sión que pone en rele­van­cia el dere­cho de la huma­ni­dad al agua bajo el siguien­te cues­tio­na­mien­to: ¿debe con­si­de­rar­se el uso y mane­jo del agua des­de su valor míti­co espi­ri­tual?, pre­gun­ta que bus­ca hacer con­cien­cia en los hom­bres, des­de la edu­ca­ción para reco­no­cer la vin­cu­la­ción indi­so­lu­ble que se encuen­tra en la rela­ción del hom­bre con la vida, una vida que no se entien­de sin una éti­ca que no se sir­va del valor del agua sino que le reco­noz­ca al agua el valor sagra­do que “se sus­ten­ta en su papel y fun­ción como fuer­za vital para ani­ma­les, plan­tas y eco­sis­te­ma […]. Estos mun­dos nos per­mi­ten sal­var y com­par­tir el agua; con­ver­tir la esca­sez en abun­dan­cia” (2007:142,143). Un mane­jo del agua basa­do en valo­res socia­les que se impli­can en la vida del hom­bre con­si­de­ra­do como un ser social, un ser polí­ti­co  y un ser espi­ri­tual, y por tan­to como un ser inte­gral cuya con­vi­ven­cia debe estar regu­la­da para la paz.

CONSIDERACIONES FINALES

NOTAS

     La pre­sen­ta inves­ti­ga­ción reca­ba docu­men­tos pre­sen­ta­dos y publi­ca­dos por diver­sas fuen­tes y per­mi­ten sus­ten­tar la pos­tu­ra de Van­da­na Shi­va sobre el mane­jo éti­co del agua, que se pue­de fomen­tar como par­te de los valo­res en el con­tex­to educativo.

REFERENCIAS BIBLOGRÁFICAS

Van­da­na Shi­va (2007). Las gue­rras del agua: pri­va­ti­za­ción, con­ta­mi­na­ción y lucro; 2ª. Edi­ción. Siglo XXI editores.