1. Por acuerdo de la Asamblea General Representativa AGR) de la Coordinadora (la CNTE), después de más de 125 días de Paro General de Maestros, los profesores regresaron a sus escuela para impartir sus clases. Lo que en este momento me preocupa es saber si regresaron todos los maestros o se registraron cesados, tal como el gobierno propagó siempre con lenguaje autoritario y despótico. Espero que haya regresado el 100 por ciento –sin cesados y pagándoles todo lo que se les debe, así como liberando a todos los presos político/sindicales- si no fuera así con mucha más razón la CNTE está obligada a regresar masivamente a la lucha en las calles y los bloqueos, hasta que el gobierno cumpla con los maestros.
2. Los días 19, 20 y 21 deben servir para que la CNTE reúna todos los datos acerca del estado de los maestros. No debe existir ninguna medida represiva carcelaria, cese o descuento alguno. Lo único que está pendiente es la derogación de la “Reforma Educativa Privatizadora” y dentro de ella de los famosos “exámenes punitivos” que deben ser sustituidos por miles de cursos de nivelación académica en todas las zonas escolares de todo el país. A estos cursos de nivelación, a la extensión de los desayunos escolares a donde sean necesarios y al acondicionamiento de todas las escuelas del país, podría dársele el nombre de “la reforma urgente que necesitamos”. ¿Pero en dónde quedaría el negocio empresarial de la privatización?
3. La CNTE –que ha sido desde hace muchos años la vanguardia de las luchas sociales- al regresar a sus escuelas no ha abandonado sus batallas; ha sido dar un paso atrás para tomar fuerza y regresar a la lucha en mejores condiciones. Los maestros, así como todos los trabajadores, hemos aprendido que las simples cartas, oficios o peticiones no sirven de nada; que las audiencias y los llamados diálogos tampoco tienen validez alguna. Incluso parece que los bloqueos no obligan al gobierno a resolver los problemas cuando no son totales y permanentes. Hay que hacerlos combativos y poderosos Nosotros los maestros no queremos dañar a nadie, con nuestras acciones sólo ejercemos presión para que se resuelvan nuestras demandas.
4. El lunes 26 de septiembre y el domingo 2 de octubre, deben realizarse en la ciudad de México y algunos estados más, dos grandes manifestaciones para recordar a estudiantes con mucha dignidad. El 26 serán dos años de los 43 estudiantes normalistas de origen campesino desaparecidos por el actual gobierno de Peña Nieto y el 2 de octubre se cumplirán los 48 años de la matanza de estudiantes de la UNAM, IPN y otras escuelas, en Tlatelolco por el ejército del gobierno de Díaz Ordaz. Estos jóvenes, que con sus consecuentes batallas demostraron altos niveles de conciencia e insumisión, nos pusieron un ejemplo al pueblo mexicano que no debemos olvidar: luchar sin descanso y sin miedo por las transformaciones que México necesita.
5. Los muy jóvenes 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa desaparecidos, eran militantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas que agrupa a cientos de estudiantes de las escuelas internado Normales de toda la República que nacieron hace casi 100 años para preparar a profesionistas de educación. De sus aulas han salido desde los años 20 y 30 del pasado siglo, decenas de miles de profesores rurales que se integraron a la educación nacional con mucha conciencia de lucha por la justicia. Los gobiernos, por lo menos desde los años sesenta, han venido cerrando esas escuelas acusándolas de “nidos de comunistas” y las ha reducido a menos de 20 buscando transformarlas en escuelas técnicas.
6. Dado que los estudiantes con sus movilizaciones han impedido el cierre de las Normales, también han protestado por la reducción de presupuestos a su internado y se han convertido además en luchadores sociales por sus derechos, confrontándose infinidad de ocasiones con las fuerzas represivas del gobierno, por esos hechos el gobierno los ha perseguido, encarcelado, desaparecido y asesinado. ¿Qué han venido reclamando hoy? Que como hace algunos años los estudiantes de las Normales rurales, hijos de campesinos pobres y miserables, salgan con su plaza de maestros y no se les ponga a competir por una plaza con maestros urbanos porque su formación comunitaria y de escuela rural, es radicalmente diferente.
7. Los maestros egresados de Normales Rurales son los fundadores de las escuelas rurales de los años 20 y 30, así como del sistema de escuelas federales que nacieron con la SEP vasconceliana en 1921; como hijos de trabajadores del campo, los estudiantes se educaron esencialmente en la labor agraria y en la misma escuela perfeccionaron su carácter e ideología. México aún sigue conservando un alto porcentaje de escuelas de carácter rural y los egresados jamás han solicitado plazas en grandes centros urbanos en sus primeros años de ejercer la profesión. Por ello es absolutamente justo que a los egresados de las normales se les continúe otorgando una plaza de maestro, tal como han reclamado en los últimos años. (19/IX/16)