Mtro. Felipe de Jesús Tovar Sotelo

Escuela Preparatoria Oficial 132 del Estado de México

Ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de Transformación Educativa

El hom­bre está inmer­so en su con­tex­to cul­tu­ral, del cual no pue­de ais­lar­se. La comu­ni­ca­ción es pues, un pro­ce­so social per­ma­nen­te, que inte­gra múl­ti­ples modos de com­por­ta­mien­to; pala­bras, ges­tos, mira­das, mími­cas y rela­cio­nes inter­per­so­na­les. La comu­ni­ca­ción resul­ta ser un todo inte­gra­do. Su sis­te­ma cons­ta de diver­sos com­po­nen­tes que se rela­cio­nan entre sí pero que no con­vie­ne ais­lar por­que ello impli­ca­ría otor­gar­les sig­ni­fi­ca­dos incom­ple­tos. La sig­ni­fi­ca­ción real sólo adquie­re sen­ti­do cuan­do se toma el con­jun­to de todos los modos de comu­ni­ca­ción y se lo rela­cio­na con el con­tex­to (Wit­kin, 1987). En los últi­mos 20 ó 30 años el pro­ble­ma de la comu­ni­ca­ción, se ha con­ver­ti­do en uno de los más estu­dia­dos, debi­do al desa­rro­llo de las dis­ci­pli­nas psi­co­ló­gi­cas, en par­ti­cu­lar la psi­co­lo­gía social y al aumen­to de su influen­cia sobre el res­to de las ciencias.

.

 

Cuan­do se habla de comu­ni­ca­ción gene­ral­men­te pen­sa­mos en los medios masi­vos: tele­vi­sión, radio y pren­sa. Sin embar­go,  para Ojal­vo (1999)  la comu­ni­ca­ción, como com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va, tie­ne una cara mucho más amplia y diver­sa, de los pro­ce­sos que se dan, en los espa­cios más peque­ños como son el barrio,  la comu­ni­dad, la ins­ti­tu­ción y cuya esen­cia, es tan com­ple­ja y sub­je­ti­va; como la de los pro­ce­sos comu­ni­ca­ti­vos y de com­pe­ten­cia que se pro­du­cen a nivel de toda la socie­dad en común.

El uso de la noción de com­pe­ten­cias se pre­sen­ta como alter­na­ti­va a mode­los for­ma­ti­vos. Estas han sido insu­fi­cien­tes para dar res­pues­ta a las nece­si­da­des labo­ra­les y a los pro­ble­mas que depa­ra la vida, así lo refie­re Zaba­la y Arnau (2008). La noción de com­pe­ten­cia, expre­sa­da por diver­sos auto­res, tie­ne sus prin­ci­pios en posi­cio­nes uti­li­za­bles con rela­ción a lo labo­ral y admi­nis­tra­ti­vo, de las ope­ra­cio­nes que se mani­fies­tan a dia­rio en la humanidad.

La mayor par­te de los auto­res sos­tie­nen que las com­pe­ten­cias tie­nen como ante­ce­den­te una tra­di­ción labo­ral, hoy en día resul­ta más impor­tan­te ubi­car­las en la coyun­tu­ra que pro­ce­de de una con­jun­ción obje­ti­va de las polí­ti­cas públi­cas y la volun­tad ins­ti­tu­cio­nal, que deba­tir sobre su ori­gen, lo cual sig­ni­fi­ca, que si bien las com­pe­ten­cias pare­cen ser empu­ja­das en gran medi­da por el tra­ba­jo y la eco­no­mía, tam­bién es cier­to que repre­sen­tan una posi­bi­li­dad de cam­bio para la edu­ca­ción. (Den­yer, Fur­né­mont, Pou­lain y Van­loub­beeck, 2007).

La noción de com­pe­ten­cia no pro­vie­ne ni de un solo para­dig­ma teó­ri­co, ni de una sola tra­di­ción psi­co­pe­da­gó­gi­ca, su uso y apli­ca­ción espe­cí­fi­ca se da de acuer­do con las nece­si­da­des y orien­ta­cio­nes que cada autor con­si­de­ra para dar­le su uso. Esto se con­vier­te en un cam­po fér­til de nece­si­da­des de cam­bio, como un medio para lograr una for­ma­ción inte­gral, con equi­dad y para toda la vida, según  Zaba­la y otros (2008).

En el mis­mo orden de ideas, Zaba­la y otros (2008), ana­li­zan semán­ti­ca y estruc­tu­ral­men­te dis­tin­tas defi­ni­cio­nes de com­pe­ten­cia, de auto­res tan­to del mun­do labo­ral, como del edu­ca­ti­vo. Con base en ese aná­li­sis defi­nen com­pe­ten­cia como “la capa­ci­dad o habi­li­dad de efec­tuar tareas o hacer fren­te a situa­cio­nes diver­sas de for­ma efi­caz en un con­tex­to deter­mi­na­do y para ello es nece­sa­rio movi­li­zar acti­tu­des, habi­li­da­des y cono­ci­mien­tos al mis­mo tiem­po y de for­ma inter­re­la­cio­na­da”. En ese sen­ti­do, el tér­mino com­pe­ten­cia indi­ca, no tan­to lo que uno posee, si no el modo en que uno actúa en situa­cio­nes con­cre­tas para rea­li­zar tareas de for­ma exce­len­te. Por este moti­vo, las com­pe­ten­cias tie­nen implí­ci­to el ele­men­to con­tex­tual, refe­ri­do al momen­to de apli­car estos sabe­res que la per­so­na debe movi­li­zar. La com­pe­ten­cia siem­pre impli­ca cono­ci­mien­tos inter­re­la­cio­na­dos con habi­li­da­des y actitudes.

Para Perre­noud (2007), “El con­cep­to de com­pe­ten­cia repre­sen­ta una capa­ci­dad para movi­li­zar varios recur­sos cog­ni­ti­vos para hacer fren­te a un tipo de situa­cio­nes”. Entre los ele­men­tos comu­nes que se encuen­tran en la dis­cu­sión actual sobre el con­cep­to de com­pe­ten­cias sobre­sa­len: las capa­ci­da­des o apti­tu­des don­de una per­so­na pone en jue­go para hacer fren­te, así como: dis­po­ner, actuar, saber actuar, actuar de mane­ra com­pe­ten­te, o para movi­li­zar un con­jun­to de recur­sos cog­ni­ti­vos, que invo­lu­cren sabe­res, capa­ci­da­des, infor­ma­cio­nes, valo­res, acti­tu­des, esque­mas de per­cep­ción, de eva­lua­ción y de razo­na­mien­to, entre otras, que una per­so­na, movi­li­za para resol­ver una situa­ción com­ple­ja, sub­je­ti­va y de interpretación.

Al res­pec­to men­cio­na, Cis­ne­ros (1996), que la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va se mate­ria­li­za a par­tir de su con­cep­ción cómo ele­men­to impor­tan­te en el uso del len­gua­je, ya sea para la expre­sión de sig­ni­fi­ca­dos, emo­cio­nes o influen­cia; y se deli­mi­ta por las dimen­sio­nes: lin­güís­ti­ca, estra­té­gi­ca, socio­lin­güís­ti­ca y discursiva.

La com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va, posee la pecu­lia­ri­dad de que sus habi­li­da­des inte­gran­tes son nece­sa­ria­men­te eje­cu­ta­das duran­te todo el pro­ce­so social, para mos­trar el res­to de ellas en el desem­pe­ño efi­cien­te de su labor, sien­do una de las que mar­ca la cali­dad inte­gral del pro­fe­sio­nal, sien­do útil en cual­quier situa­ción don­de se apli­que cono­ci­mien­tos y habi­li­da­des pro­pios del obje­to de la pro­fe­sión, por lo que es uti­li­za­da como medio de demos­tra­ción de la com­pe­ten­cia pro­fe­sio­nal y de las dimen­sio­nes comu­ni­ca­ti­vas. Es la vía para ins­tru­men­tar la inter­ac­ción en el pro­ce­so docen­te, estan­do pre­sen­tes las teo­rías de la comu­ni­ca­ción, en Rodrí­guez (2011).

El deba­te teó­ri­co que impli­ca su abordaje

Para Lev Vygotsky (2010), el ini­cia­dor del deno­mi­na­do “Teo­ría del desa­rro­llo his­tó­ri­co cul­tu­ral de la psi­quis huma­na”, que  ser­vi­rá de fun­da­men­to teó­ri­co esen­cial en esta inves­ti­ga­ción en el pro­ble­ma del cono­ci­mien­to entre el suje­to y el obje­to del cono­ci­mien­to, se tra­ta­rá de resol­ver con el plan­tea­mien­to inter­ac­cio­nis­ta dia­léc­ti­co Suje­to-Obje­to, don­de exis­te una rela­ción de influen­cia recí­pro­ca entre ambos, dado que se trans­for­ma al obje­to y al por­ta­dor mis­mo de la actividad.

Por tan­to, según Vygotsky (2010), la rela­ción entre el suje­to y el obje­to de cono­ci­mien­to está media­da por la acti­vi­dad que rea­li­za el suje­to sobre el obje­to con el uso de ins­tru­men­tos, los cua­les pue­den ser bási­ca­men­te de dos tipos: uno el de las herra­mien­tas y otro el de los sig­nos. Cada uno de estos ins­tru­men­tos orien­ta, en for­ma dis­tin­ta a la acti­vi­dad del sujeto.

El uso del pri­me­ro pro­du­ce trans­for­ma­cio­nes en los obje­tos, están exter­na­men­te orien­ta­dos. Por otro lado, los sig­nos pro­du­cen cam­bios en el suje­to que rea­li­za la acti­vi­dad, están orien­ta­dos inter­na­men­te. Por otra par­te Vygotsky (2010), refie­re que el signo es cual­quier estí­mu­lo con­di­cio­na­do, crea­do arti­fi­cial­men­te por el hom­bre que cons­ti­tu­ye un medio para domi­nar el com­por­ta­mien­to ajeno o propio.

Por ello se asu­me la con­cep­ción de Vygotsky (2010), de la “Zona de desa­rro­llo pró­xi­mo” (ZDP), que entre otros ele­men­tos plan­tea, que es la dis­tan­cia entre el nivel de su desa­rro­llo actual que se deter­mi­na con ayu­da de las tareas que se solu­cio­nan de mane­ra inde­pen­dien­te y el nivel de desa­rro­llo posi­ble, se deter­mi­nan con ayu­da de las tareas que se desa­rro­llan bajo la direc­ción de los adul­tos y tam­bién en cola­bo­ra­ción con los con­dis­cí­pu­los más inte­li­gen­tes”.  Para hacer­lo avan­zar con vis­ta a pro­du­cir el sal­to en el desa­rro­llo, es decir, no con­for­mar­se con el nivel real, actual, sino crear con­di­cio­nes que pro­pi­cien el alcan­ce de nive­les supe­rio­res. Con ello lo que era poten­cial en un momen­to pasa a ser efec­ti­vo, sur­gien­do nue­vas zonas de desarrollo.

En el mis­mo orden de ideas, Fuen­tes (2010), men­cio­na la impor­tan­cia, de apre­ciar, que al pla­ni­fi­car, en orga­ni­zar el pro­ce­so de adqui­si­ción de cono­ci­mien­tos, y desa­rro­llar habi­li­da­des. Debe­rá pres­tar­se espe­cial aten­ción a la valo­ra­ción por par­te del docen­te,  en el inter­cam­bio gru­pal en la rea­li­za­ción de las tareas de for­ma que se apro­ve­chen posi­ti­va­men­te la uni­dad que se pro­du­ce entre el aspec­to cog­nos­ci­ti­vo y el afec­ti­vo moti­va­cio­nal, como dos ele­men­tos que inte­gran una uni­dad, y que de no aten­der­se podrán apa­re­cer insu­fi­cien­tes o de una for­ma no satis­fac­to­ria, sin lograr, que los con­te­ni­dos que se apren­dan, adquie­ran un sen­ti­do per­so­nal para el mis­mo docente.

Fuen­tes (2010), con­ti­núa dicien­do que las herra­mien­tas o sig­nos tie­nen un ori­gen social, pro­duc­to de la evo­lu­ción socio­cul­tu­ral, el ejem­plo más cla­ro es el len­gua­je. Los indi­vi­duos cuan­do entran en con­tac­to con la cul­tu­ra a la que per­te­ne­cen, los uti­li­zan y los apro­pian. En el caso del len­gua­je, pri­me­ro es usa­do con fines socia­les para influir en los demás (comu­ni­ca­cio­nes) y lue­go es uti­li­za­do para influir en uno mis­mo (len­gua­je Interno y pen­sa­mien­to ver­bal) así mis­mo suce­de en la mani­fes­ta­ción de la com­pe­ten­cia comunicativa.

Enton­ces en dicho pro­ce­so, se asu­men las carac­te­rís­ti­cas espe­cia­les y en don­de se exi­ge al pro­fe­sor ser un comu­ni­ca­dor por exce­len­cia, cono­cer y res­pe­tar los cri­te­rios de la pobla­ción con la que tra­ba­ja e inter­ac­túa, favo­re­cer la cul­tu­ra del deba­te y fomen­tar la fra­ter­ni­dad, basan­do su acción en un pro­ce­so comu­ni­ca­ti­vo efi­caz y trans­for­ma­dor. En esta situa­ción pode­mos hacer­nos las siguien­tes pre­gun­tas: ¿Cómo sería la edu­ca­ción en un pro­ce­so social, inter­ac­ti­vo, pro­ble­ma­ti­za­dor y trans­for­ma­dor, don­de el docen­te ocu­pa un papel cen­tral en las habi­li­da­des de la comu­ni­ca­ción? ¿Cómo se desa­rro­lla en los docen­tes los pro­ce­sos de com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va en la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal?

Tema: EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA COMUNICATIVA EN DOCENTES DE LA ESCUELA NORMAL DE IXTAPAN DE LA SAL

Pre­gun­ta central

¿Cómo se desa­rro­lla la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va  en los docen­tes de la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal? 

Pre­mi­sa o supuesto

La vida ins­ti­tu­cio­nal en su coti­dia­ni­dad es fun­da­men­tal­men­te un con­jun­to de inter­ac­cio­nes  per­so­na­li­za­das, por lo tan­to esto exi­ge una inver­sión pro­fun­da tano des­de el pun­to de vis­ta cog­ni­ti­vo como afec­ti­vo en las rela­cio­nes huma­nas, pode­mos  supo­ner que los pro­ce­sos for­ma­les de comu­ni­ca­ción como com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va de los docen­tes en la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal, son esca­sa­men­te  inte­gra­les  por lo que pre­do­mi­nan algu­nos pro­ce­sos infor­ma­les como la fal­ta de  habi­li­da­des ade­cua­das en dicha competencia.

Obje­ti­vo General

Inter­pre­tar como se desa­rro­lla la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va en los docen­tes de la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal.

Obje­ti­vos Particulares

Com­pren­der los pro­ce­sos de comu­ni­ca­ción como com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va en los docen­tes de la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal.

Inter­pre­tar los cono­ci­mien­tos, des­tre­zas, habi­li­da­des y acti­tu­des de la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va en la vida ins­ti­tu­cio­nal de los docen­tes, de la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal. 

Com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va como cate­go­ría principal

La com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va para (Hymes, 1996, Gal­va­ñy 2011),  es la habi­li­dad del indi­vi­duo, para comu­ni­car­se, en depen­den­cia de la situa­ción comu­ni­ca­ti­va, del papel que le corres­pon­da en el acto comu­ni­ca­ti­vo y del pro­pó­si­to que se pro­pon­ga. Para ello debe emplear sus cono­ci­mien­tos lin­güís­ti­cos, cul­tu­ra­les y socia­les y apli­car su pre­pa­ra­ción psi­co­ló­gi­ca y estra­té­gi­ca para hacer una correc­ta selec­ción de la fun­ción comu­ni­ca­ti­va apro­pia­da a la situa­ción y al tema en cuestión.

Sub­ca­te­go­rías

Com­pe­ten­cia lin­güís­ti­ca, se pue­de defi­nir como la capa­ci­dad del hablan­te para inter­pre­tar y for­mu­lar fra­ses correc­tas en sen­ti­do habi­tual y con­ve­nien­te. Impli­ca tam­bién uti­li­zar el cono­ci­mien­to ade­cua­da­men­te, que no nece­sa­ria­men­te tie­ne que ser amplio, sino apropiado.

Com­pe­ten­cia dis­cur­si­va, por su par­te, es la capa­ci­dad de cons­truir e inter­pre­tar tex­tos en su conjunto.

Com­pe­ten­cia socio­lin­güís­ti­ca, se refie­re a la rela­ción exis­ten­te entre sig­nos lin­güís­ti­cos y sus sig­ni­fi­ca­dos en cada situa­ción de comunicación.

La com­pe­ten­cia estra­té­gi­ca, es la capa­ci­dad de apli­car estra­te­gias apro­pia­das para com­pen­sar, en una situa­ción de comu­ni­ca­ción dada, defi­cien­cias en el códi­go lin­güís­ti­co u otras lagu­nas de comunicación.

Com­pe­ten­cia socio­cul­tu­ral, el cono­ci­mien­to del con­tex­to en el que se habla la len­gua meta y la capa­ci­dad de adop­tar estra­te­gias socio­cul­tu­ra­les apro­pia­das para lograr los fines comunicativos.

Com­pe­ten­cia de apren­di­za­je, es el gra­do de auto­no­mía que tie­ne el indi­vi­duo para orga­ni­zar su pro­pio apren­di­za­je. Esta depen­de de su capa­ci­dad para tomar deci­sio­nes y asu­mir res­pon­sa­bi­li­da­des, de auto­eva­luar­se y super­vi­sar su pro­pio apren­di­za­je, de par­ti­ci­par acti­va­men­te en un apren­di­za­je coope­ra­ti­vo. La didác­ti­ca de la comu­ni­ca­ción cen­tra su aten­ción en el desa­rro­llo de la com­pe­ten­cia de apren­di­za­je del comunicador.

Esta será una inves­ti­ga­ción cua­li­ta­ti­va de cor­te her­me­néu­ti­co, des­de una pos­tu­ra espe­cí­fi­ca se reto­ma­rá a los fenó­me­nos in situ, es tam­bién un méto­do que ana­li­za­rá, inter­pre­ta­rá y com­pren­de­rá,  des­de su esen­cia y en la rela­ción que exis­te entre los hechos y el ámbi­to del que emer­gen, lo que se obser­va­rá, a par­tir del cómo de su esen­cia misma.

Por lo tan­to la her­me­néu­ti­ca como méto­do a uti­li­zar, bus­ca­rá res­tau­rar los sen­ti­dos, situán­do­se en un más allá de lo que se dice, encon­tran­do la sig­ni­fi­ca­ción a tra­vés del dis­cur­so (escri­to o dicho) crea­do por otros pero encon­tran­do la for­ma y sig­ni­fi­ca­do real del pro­pio len­gua­je complejo.

MÉTO­DO SELEC­CIO­NA­DO  PARA LA INVESTIGACIÓN

El pro­ble­ma entorno a la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va se guía con o una inves­ti­ga­ción cua­li­ta­ti­va; en la mis­ma se fija­rán  obje­ti­vos gene­ra­les y espe­cí­fi­cos rele­van­tes los cua­les se cla­ri­fi­ca­rán en el tema pro­pues­to para ser inves­ti­ga­do que, per­mi­ti­rán deter­mi­nar las estra­te­gias y los pro­ce­di­mien­tos meto­do­ló­gi­cos, es decir, el obje­to de estu­dio de una inves­ti­ga­ción cua­li­ta­ti­va será la nue­va reali­dad que emer­ge de la inter­ac­ción de las par­tes cons­ti­tu­yen­tes, esta reali­dad que se dará por la rela­ción entre los ele­men­tos refi­rién­do­nos a lo que suce­de en la vida coti­dia­na de la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal. 

El enfo­que cua­li­ta­ti­vo de inves­ti­ga­ción como lo men­cio­na, Sán­chez (2010) es, por su pro­pia natu­ra­le­za, dia­léc­ti­co y sis­te­má­ti­co el cual con­si­de­ra que el cono­ci­mien­to es el resul­ta­do de una dia­léc­ti­ca entre el suje­to (sus intere­ses, valo­res, creen­cias etc.) y el obje­to de estu­dio con­si­de­ran­do así mis­mo a la comu­ni­dad docen­te por este momen­to., ya que en el trans­cur­so de la inves­ti­ga­ción por su carác­ter cua­li­ta­ti­vo pue­den sur­gen des­cu­bri­mien­tos no pro­gra­ma­dos estan­do pen­dien­te de ellos.

El mar­co teó­ri­co refe­ren­cial se debe  apli­car  y expli­car las prin­ci­pa­les inves­ti­ga­cio­nes acer­ca del de área o áreas cer­ca­nas: auto­res enfo­ques y méto­dos emplea­dos, con­clu­sio­nes e inter­pre­ta­cio­nes teó­ri­cas a las que lle­ga­ron otros auto­res que han apor­ta­do a dicho tema.

Es muy impor­tan­te pun­tua­li­zar que el enfo­que cua­li­ta­ti­vo que para López, N. F. y Pozo Ll. T. (2002), se basa en méto­dos de reco­lec­ción de datos no estan­da­ri­za­dos, no se efec­túa una medi­ción numé­ri­ca, la reco­lec­ción de datos con­sis­te en obte­ner las pers­pec­ti­vas y pun­tos de vis­ta de los par­ti­ci­pan­tes (sus com­pe­ten­cias, expe­rien­cias, sig­ni­fi­ca­dos y otros aspec­tos sub­je­ti­vos y com­ple­jos) que nos con­du­cen hacer una inves­ti­ga­ción rigu­ro­sa con res­pec­to al desa­rro­llo de la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va en la Escue­la Nor­mal de Ixta­pan de la Sal.

PRO­CE­DI­MIEN­TO METODOLÓGICO

Para ayu­dar­nos en la pro­ble­ma­ti­za­ción y estu­dio acer­ca de la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va, se inves­ti­gan refe­ren­cias de algu­nos exper­tos en el cam­po, para entre­vis­tar­los, cues­tio­nar­los y con­tar con dife­ren­tes opi­nio­nes en torno al tema. Así mis­mo se rea­li­za la bús­que­da de docu­men­tos e inves­ti­ga­cio­nes actua­les que abor­dan cues­tio­nes simi­la­res en even­tos de cor­te inves­ti­ga­ti­vo, con el pro­pó­si­to de ana­li­zar  los cues­tio­na­mien­tos y deduc­cio­nes plan­tea­das ya exis­ten­tes, como lo men­cio­na, Mar­tí­nez (2006).  

La inves­ti­ga­ción es cua­li­ta­ti­va de cor­te meto­do­ló­gi­co her­me­néu­ti­co, des­de una pos­tu­ra espe­cí­fi­ca se reto­ma­rá a los fenó­me­nos in situ, es tam­bién un méto­do que ana­li­za­rá, inter­pre­ta­rá y com­pren­de­rá,  des­de su esen­cia y en la rela­ción que exis­te entre los hechos y el ámbi­to del que emer­gen, lo que se obser­va­rá, a par­tir del cómo de su esen­cia misma.

Por lo tan­to la her­me­néu­ti­ca refe­ri­da, en Razo (2009), como méto­do a uti­li­zar, bus­ca­rá res­tau­rar los sen­ti­dos, situán­do­se en un más allá de lo que se dice, encon­tran­do la sig­ni­fi­ca­ción a tra­vés del dis­cur­so (escri­to o dicho) crea­do por otros pero encon­tran­do la for­ma y sig­ni­fi­ca­do real del pro­pio len­gua­je complejo.

El prin­ci­pal sen­ti­do será entra­mar los cor­tes meto­do­ló­gi­cos des­de la her­me­néu­ti­ca,  bus­can­do expli­car el obje­to de estu­dio des­de los refe­ren­tes encon­tra­dos y lo res­ca­ta­do en el tra­ba­jo de cam­po bus­can­do así explo­rar las rela­cio­nes del len­gua­je para des­cri­bir enton­ces así la reali­dad presentada.

Se par­ti­rá de ele­men­tos de apo­yo esen­cial para el aná­li­sis del dis­cur­so y de la his­to­ri­ci­dad de los suje­tos, como méto­do her­me­néu­ti­co con un con­jun­to de téc­ni­cas y herra­mien­tas para reco­lec­tar infor­ma­ción des­de  los rela­tos y comen­ta­rios en don­de los inves­ti­ga­dos escri­ben lo escri­to por otros para pos­te­rior­men­te inter­pre­tar el fenó­meno, toman­do en cuen­ta el momen­to his­tó­ri­co que pro­po­ne la com­ple­ji­dad del inves­ti­ga­dor, vién­do­se en el papel, de ser con­ta­do por uno mis­mo, con las pro­pias pala­bras, y la curio­si­dad de que otros lean, inter­pre­ten y com­pren­dan el fenó­meno en  el apor­te del conocimiento.

Así mis­mo se bus­can datos cua­li­ta­ti­vos que par­tan del aná­li­sis de viven­cias y pro­ce­sos de obser­va­ción no par­ti­ci­pan­te y segui­mien­to, éste impli­ca una valo­ra­ción e inter­pre­ta­ción rigu­ro­sa con­ti­nua de lo rea­li­za­do y de los datos que esto le gene­ran. El aná­li­sis de entre­vis­tas semi-estruc­tu­ra­das ela­bo­ra­das por el inves­ti­ga­dor  cons­ti­tu­ye un ins­tru­men­to com­ple­jo de inter­pre­ta­ción a pro­fun­di­dad y de los pro­ce­sos desa­rro­lla­dos, estos apor­tan ele­men­tos valio­sos a la inter­pre­ta­ción del fenó­meno en estudio.

Dise­ño de los ins­tru­men­tos para reco­ger los datos.

Por medio de entre­vis­tas semi-estruc­tu­ra­das y la obser­va­ción no par­ti­ci­pan­te,  se crea un diá­lo­go con los pro­fe­so­res, den­tro de ellas se soli­ci­ta el per­mi­so para gra­ba­cio­nes, estas dimen­sio­nes encon­tra­das son radios de espi­ral que lle­van con­ti­nua­men­te a cir­cu­lar en acción y con­duc­ta huma­na a cada uno de los inves­ti­ga­dos, en la cual el inves­ti­ga­dor ana­li­za, inter­pre­ta y com­pren­de, la inten­ción de los entre­vis­ta­dos, no dejan­do fue­ra las cate­go­rías y sub­ca­te­go­rías nue­vas que pudie­ran sur­gir en el camino inves­ti­ga­ti­vo, Gúber (2005).

Referencias

Denyer,M., Fur­né­mont, D., Pou­lain, R. y Van­loub­beeck, P. (2007). Las com­pe­ten­cias en la edu­ca­ción. Un balan­ce. Méxi­co: Fon­do de Cul­tu­ra Económica.

Fuen­tes, O. B. (2010). Pro­pues­ta meto­do­ló­gi­ca para el per­fec­cio­na­mien­to de la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va, en inglés de estu­dian­tes del cur­so de nive­la­ción de la carre­ra de inge­nie­ría agró­no­ma, asis­ti­da por pági­na web. Guan­tá­na­mo. Recu­pe­ra­do Enero, 15, 2013 de http://www.eumed.net/libros-gratis/2011c/983/Instrumentacion%20de%20la%20Propuesta%20metodologica.htm

Gal­va­ñy, M. (2011). ¿Se pue­de desa­rro­llar la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va uti­li­zan­do un jue­go didác­ti­co de mesa?  Cua­der­nos de Edu­ca­ción y Desa­rro­llo, 3  (27), s. p. Recu­pe­ra­do Mayo, 16, 2013 de http://www.eumed.net/rev/ced/27/gpmp.htm

Gúber, R. (2005). El sal­va­je metro­po­li­tano: recons­truc­ción del cono­ci­mien­to social en el tra­ba­jo de cam­po. Bue­nos Aires, Argen­ti­na: Paidós.

Hymes, D. (1996). Acer­ca de la com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va. For­ma y Fun­ción, 9.

          Depar­ta­men­to de Lin­güís­ti­ca, Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Bogotá.

López, N, F. y Pozo Llo­ren­te, T. (2002). Méto­dos de Inves­ti­ga­ción en Ecua­ción Social y Ani­ma­ción Socio­cul­tu­ral. Nue­vas pers­pec­ti­vas. Uni­ver­si­dad de Sevilla.

Mar­tí­nez, M. (2006). Cien­cia y arte en la meto­do­lo­gía cua­li­ta­ti­va. Méxi­co: Trillas.

Ojal­vo, V. (1996). Comu­ni­ca­ción edu­ca­ti­va cur­so inter­na­cio­nal, mate­rial impre­so. CEPES, UH.

Perre­noud, P. (2007). Diez nue­vas com­pe­ten­cias para ense­ñar. Bar­ce­lo­na, Espa­ña: Graó.

Razo, J. A. (2009). Meto­do­lo­gía Her­me­néu­ti­ca e Inves­ti­ga­ción Edu­ca­ti­va. Méxi­co: ISCEM.

Rodrí­guez, N. (2011). La com­pe­ten­cia comu­ni­ca­ti­va de los pro­fe­so­res de la Facul­tad de Agro­no­mía de Saba­ne­ta, Edi­ción elec­tró­ni­ca gra­tui­ta. Recu­pe­ra­do Febre­ro, 5, 2013 de  http://www.eumed.net/libros-gratis/2011b/951/index.htm

Sala­dri­gas, H. M. (2005). Coor­de­na­das cuba­nas para un fenó­meno com­ple­jo: fun­da­men­tos para un enfo­que teó­ri­co-meto­do­ló­gi­co de la inves­ti­ga­ción de la comu­ni­ca­ción orga­ni­za­cio­nal. Tesis en opción al gra­do de Doc­tor, Facul­tad de Comu­ni­ca­ción, Uni­ver­si­dad de la Haba­na, Cuba.

Sán­chez, R. (2010). Ense­ñar a inves­ti­gar una didác­ti­ca nue­va de la inves­ti­ga­ción en cien­cias socia­les y huma­nas. Méxi­co: UNAM.

Vygotsky, L.S. (2010). Pen­sa­mien­to y Len­gua­je. Bar­ce­lo­na: Paidós.

Wit­kin, Y. (1987), La nue­va comu­ni­ca­ción. Bar­ce­lo­na: Kairós.

Zaba­la, A. y Arnau, L. (2008). 11 Ideas cla­ve: como apren­der y ense­ñar com­pe­ten­cias. Bar­ce­lo­na, Espa­ña: Graó.