Rubén Madrigal Segura

Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México (ISCEEM)

Ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de Transformación Educativa

Pala­bras cla­ve: Inves­ti­ga­ción edu­ca­ti­va, prác­ti­ca edu­ca­ti­va, inno­va­ción, auto­no­mía y formación.

Introducción

El año pasa­do, pro­fe­so­res como Alfre­do Huer­ta que insis­tían cada vez que me encon­tra­ban con la idea de hacer algo rela­cio­na­do con escri­bir y publi­car. Le pedía que me man­da­ra sus ideas para inten­tar afi­nar­las y suge­rir­les la mane­ra de tra­ba­jar­lo. Pos­te­rior­men­te, otros pro­fe­so­res mani­fes­ta­ban ideas pare­ci­das a las de Alfre­do. A estos pro­fe­so­res les nacía una inquie­tud: la de hacer una inves­ti­ga­ción for­mal que fue­ra más allá del salón de cla­ses y fue­ra de ata­du­ras esco­la­res o for­ma­les ya que no son inves­ti­ga­do­res de nom­bra­mien­to y mucho menos de formación.

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En ese tiem­po tuve la opor­tu­ni­dad de cono­cer los tra­ba­jos desa­rro­lla­dos por Rafael Por­lán1 en Espa­ña y de Mar­cos Daniel Arias Flo­res2 en la UPN del Ajus­co. Tam­bién comen­za­ba a dar sus pri­me­ros pasos una Red (RETE) de pro­fe­so­res en Michoa­cán. Ade­más de cono­cer la con­vo­ca­to­ria para el con­gre­so inter­na­cio­nal sobre Redes de pro­fe­so­res en Venezuela.

En agos­to del 2012 nos reuni­mos éste gru­po de pro­fe­so­res3 para dis­cu­tir, ana­li­zar y for­ma­li­zar la crea­ción de una Red. Allí les pro­pu­se el nom­bre de la Red de Inves­ti­ga­ción des­de la Escue­la Mexi­quen­se (RIDEM). La idea cen­tral es trans­for­mar la escue­la des­de la mis­ma prác­ti­ca edu­ca­ti­va, es decir, lograr el víncu­lo indi­so­lu­ble de pro­fe­sor-inves­ti­ga­dor. La dis­cu­sión giró en torno a que sí es un tra­ba­jo más o qué cosa era eso de hacer inves­ti­ga­ción educativa.

La inves­ti­ga­ción que se gene­ra­ría al inte­rior del aula es a par­tir de los pro­ble­mas que se le pre­sen­tan al pro­fe­sor en su prác­ti­ca edu­ca­ti­va. Qué los mis­mos pro­fe­so­res apren­dan a tomar deci­sio­nes en torno a la prio­ri­dad de los pro­ble­mas edu­ca­ti­vos. A par­tir de allí, invo­lu­crar a las per­so­nas inter­vi­nien­tes en ese acto, el cual pre­sen­ta un pro­ble­ma edu­ca­ti­vo para que tomen con­cien­cia del pro­ble­ma y se bus­quen alter­na­ti­vas de solución.

Los primeros pasos

La pri­mer pre­gun­ta que sur­ge para la con­for­ma­ción de la Red ¿quié­nes pue­den for­mar par­te de la Red? La res­pues­ta no tuvo mucho que dis­cu­tir­se: todos los pro­fe­so­res intere­sa­dos en trans­for­mar su prác­ti­ca edu­ca­ti­va, es decir, no impor­ta el sub­sis­te­ma edu­ca­ti­vo, el nivel, la moda­li­dad o el tipo de escue­la. Trans­for­mar sig­ni­fi­ca para noso­tros cam­biar el esta­tus de ense­ñan­te por la de pro­fe­sor-inves­ti­ga­dor. Es decir, hace­mos inten­tos por con­so­li­dar el currí­cu­lum ofi­cial pero dis­cu­ti­do des­de una peda­go­gía en cons­truc­ción y no en una nor­ma de actua­ción pedagógica.

Ese inte­rés mani­fies­to de los pro­fe­so­res por trans­for­mar su prác­ti­ca edu­ca­ti­va, lo veo como una nece­si­dad de los mis­mos por encon­trar­le sen­ti­do a la peda­go­gía. Más allá de la racio­na­li­dad ins­tru­men­tal de ver a la peda­go­gía como un arte, una téc­ni­ca o una estra­te­gia. Más bien, creo yo, de dar­le un esta­tus epis­te­mo­ló­gi­co a la peda­go­gía. Hacien­do a un lado lo nor­ma­ti­vo-pres­crip­ti­vo para dar­le vida a la peda­go­gía cien­tí­fi­ca de cor­te experimental.

Comen­za­mos a deli­near un pun­to fun­da­men­tal en el pro­ce­so mis­mo del tra­ba­jo en la Red. La úni­ca mane­ra de trans­for­mar la edu­ca­ción es a tra­vés del tra­ba­jo con aque­llos pro­fe­so­res que desean trans­for­mar su prác­ti­ca edu­ca­ti­va a par­tir de los con­te­ni­dos de las asig­na­tu­ras del currí­cu­lum ofi­cial. La reali­dad edu­ca­ti­va sólo pue­de trans­for­mar­se por pro­fe­so­res con­ven­ci­dos de que­rer hacer­lo. En ese sen­ti­do reto­ma­mos ideas que plan­tea Gabriel Cáma­ra (2010) “el apren­di­za­je auten­ti­co nace del deseo de lograr lo que apa­re­ce desea­ble” (p. 15). Para los miem­bros de RIDEM el apren­der a ense­ñar a los alum­nos nos lle­va a un apren­di­za­je autén­ti­co de una peda­go­gía en cons­truc­ción a par­tir del deseo de impar­tir una edu­ca­ción de cali­dad, la cual para noso­tros, tie­ne rela­ción con los pro­ce­sos y los pro­duc­tos que se gene­ran en el aula.

En segui­da nos dimos a la tarea de ver qué cosas apre­mia­ban en nues­tra prác­ti­ca edu­ca­ti­va para comen­zar a poner en mar­cha las ideas. Así sur­gie­ron las pri­me­ras líneas de tra­ba­jo. La pro­pues­ta se con­cre­ta en el sen­ti­do de que para la siguien­te reu­nión se iban a pre­sen­tar los pro­yec­tos con ele­men­tos míni­mos para comen­zar a tra­ba­jar. Ade­más de que nos comen­za­mos a reu­nir una vez al mes hacien­do las reunio­nes tipo seminarios-taller.

En cada reu­nión se pre­sen­ta­ban los avan­ces y las dudas que sur­gían duran­te el pro­ce­so mis­mo del tra­ba­jo inves­ti­ga­ti­vo. Es jus­to acla­rar que al ini­cio el entu­sias­mo y el deseo de hacer algo dife­ren­te eran el motor que nos movía. Con el paso del tiem­po se fue­ron ante­po­nien­do otros intere­ses y nece­si­da­des, es decir, se pre­sen­ta una cri­sis don­de aflo­ra la racionalización.

Construyendo el camino

Una vez dado el pri­mer paso, se pre­sen­tan ideas para dar el segun­do. Los temas a tra­ba­jar en el semi­na­rio-taller que tra­ba­ja­mos mes con mes. Orga­ni­cé la dis­cu­sión de las sesio­nes sobre temas rela­cio­na­dos con la meto­do­lo­gía de la inves­ti­ga­ción y epis­te­mo­lo­gía. Algu­nas razo­nes para ello fue que la cla­ri­dad de la for­ma de pro­ce­der en el tra­ba­jo de cam­po es el sus­ten­to mis­mo de la investigación.

El saber hacer en la inves­ti­ga­ción, como ase­gu­ra Sán­chez Puen­tes es algo simi­lar al tra­ba­jo “arte­sa­nal”, es decir, se va apren­dien­do a hacer­lo en la prác­ti­ca del mis­mo pro­ce­so inves­ti­ga­ti­vo. Los par­ti­ci­pan­tes en RIDEM hacen un esfuer­zo por dise­ñar su inves­ti­ga­ción y rea­li­zar­la con sus pro­pios recur­sos cuyo eje gene­ra­dor y arti­cu­la­dor es la prác­ti­ca edu­ca­ti­va. A par­tir de un auto­diag­nós­ti­co el pro­fe­sor comien­za a vis­lum­brar varios temas. Se va tra­ba­jan­do de tal mane­ra que se eli­ge aquel que le parez­ca más intere­san­te de pro­ble­ma­ti­zar para con­ver­tir­lo en un pro­yec­to de inves­ti­ga­ción primero.

En una de las sesio­nes de semi­na­rio-taller dis­cu­ti­mos un tema que deno­mi­né “estruc­tu­ra ana­lí­ti­co con­cep­tual”. A par­tir del cual gene­ra­mos el aná­li­sis y refle­xión en torno a la “for­ma­ción para la inves­ti­ga­ción”. Des­de allí gene­ra­mos la dis­cu­sión a par­tir de sie­te ejes temá­ti­cos. ¿Cuál era la inten­sión de gene­rar dicha estra­te­gia? Pri­me­ro, ubi­car­nos en la reali­dad meto­do­ló­gi­ca de un pro­ce­so inves­ti­ga­ti­vo y cues­tio­nar­la des­de diver­sas mira­das: como pro­fe­sor, como soció­lo­go, como inves­ti­ga­dor, como pro­mo­tor de cul­tu­ra, etc. El aná­li­sis y refle­xión nos lle­va­ron a reco­no­cer que los pro­ce­sos de inves­ti­ga­ción no son fáci­les y que la cons­truc­ción del cono­ci­mien­to no se deve­la de mane­ra sim­pli­fi­can­te y en auto­má­ti­co. Como ase­gu­ra Morin el cono­ci­mien­to pue­de lle­var­nos al ries­go del error.

El error pue­de gene­rar­se al pre­ten­der que lo que hace­mos como pro­fe­sor-inves­ti­ga­dor va a ser todo un éxi­to. Lo ante­rior se deri­va de nues­tro sis­te­ma de ideas e ideo­lo­gías enrai­za­das en nues­tro pen­sa­mien­to. Para evi­tar los erro­res es menes­ter uti­li­zar la racio­na­li­dad, es decir, hay que poner en jue­go nues­tra capa­ci­dad de pen­sar, actuar y eva­luar de con­for­mi­dad con cier­tos prin­ci­pios que guíen esa racio­na­li­dad para dia­lo­gar con la reali­dad. La ver­da­de­ra racio­na­li­dad toma en cuen­ta la sub­je­ti­vi­dad y la afec­ti­vi­dad de los sujetos.

En la búsqueda de nuevos horizontes

Para los miem­bros de RIDEM, el inte­rés es fun­da­men­tal para la con­so­li­da­ción del gru­po, es decir, que­re­mos con­ti­nuar cre­cien­do, no sólo en núme­ro de agre­mia­dos, sino como pro­fe­so­res fren­te a los retos que pla­nea la edu­ca­ción de ini­cios del pre­sen­te siglo. Por ello, nos plan­tea­mos la impe­rio­sa nece­si­dad de orga­ni­zar­nos más y mejor para hacer exten­si­va la invi­ta­ción a otros com­pa­ñe­ros que ten­gan intere­ses simi­la­res al pre­ten­der mejo­rar la prác­ti­ca edu­ca­ti­va a tra­vés de la investigación.

 La Red pre­ten­de­mos regis­trar­la como Aso­cia­ción Civil. ¿Qué razo­nes nos lle­van a esa deci­sión? En la guía bási­ca para la cons­ti­tu­ción de una Aso­cia­ción Civil nos dice que “una aso­cia­ción civil es una per­so­na jurí­di­ca pri­va­da, cons­ti­tui­da por un con­jun­to de per­so­nas físi­cas (lla­ma­das socios) que, con la debi­da auto­ri­za­ción del Esta­do, se unen para rea­li­zar acti­vi­da­des que tien­den al bien común”. Ese es el sen­ti­do de cons­ti­tuir a la Red como una A.C. que los socios de la mis­ma se preo­cu­pen por el bien común de sus alum­nos y de las escue­las don­de labo­ran. Por otro lado, no pre­ten­de­mos lucrar con nues­tra actividad.

Mejor dicho, la cons­ti­tu­ción de la A.C. va con la fina­li­dad de orga­ni­zar­nos mejor para desa­rro­llar nues­tras acti­vi­da­des. Otros com­pa­ñe­ros que conoz­can nues­tra orga­ni­za­ción segu­ra­men­te mani­fes­ta­rán inte­rés por par­ti­ci­par en la Red. Aho­ra hay que sol­ven­tar otro reto más, la ela­bo­ra­ción del esta­tu­to que va a ser­vir de mar­co legal de la misma.

Con la Aso­cia­ción Civil que­re­mos lle­gar a otros rin­co­nes del Esta­do de Méxi­co. Actual­men­te, par­ti­ci­pa­mos pro­fe­so­res de dife­ren­tes muni­ci­pios del Esta­do de Méxi­co, pero que­re­mos que par­ti­ci­pen muchos más, no sólo de los Muni­ci­pios dón­de ya tene­mos pre­sen­cia, sino de aque­llos dón­de encon­tre­mos pro­fe­so­res inquie­tos y par­ti­da­rios de nues­tro proyecto.

Una nueva mirada de la actividad del profesor

La acti­vi­dad del pro­fe­sor se ha vis­to tras­to­ca­da por la car­ga de acti­vi­da­des y como ase­gu­ra Jus­ta Ezpe­le­ta (2004) las inno­va­cio­nes son una for­ma pri­vi­le­gia­da de hacer lle­gar las refor­mas a las aulas. El cam­bio del para­dig­ma del pro­fe­sor ense­ñan­te por la de pro­fe­sor inves­ti­ga­dor es una inno­va­ción, es una mane­ra de ser y con­ce­bir la acti­vi­dad del pro­fe­sor. Tam­bién es una garan­tía de que los con­te­ni­dos curri­cu­la­res van a lle­gar al aula, pero van a ser cues­tio­na­dos cuan­do se con­vier­tan en un pro­ble­ma des­de la mis­ma prác­ti­ca educativa.

El currí­cu­lum ofi­cial va a ser vivi­do por los pro­fe­so­res-inves­ti­ga­do­res como una posi­bi­li­dad de cons­truc­ción de una peda­go­gía que va a emer­ger de la vin­cu­la­ción teo­ría prác­ti­ca. La teo­ría, por un lado es el currí­cu­lum. Por otro lado, se va a teo­ri­zar la for­ma de ense­ñar aquel con­te­ni­do pro­gra­má­ti­co que pre­sen­te pro­ble­má­ti­ca para el pro­fe­so­ra­do, en su mane­ra de ense­ñar y para el alum­na­do en su mane­ra de aprenderlo.

Apren­der a pro­ble­ma­ti­zar su prác­ti­ca edu­ca­ti­va a par­tir del currí­cu­lum ofi­cial es cons­truir una mira­da epis­té­mi­ca, es decir, se rom­pe con la visión pater­na­lis­ta de que otros suje­tos tie­nen la ver­dad y la van a here­dar. Ayu­dar a for­mar­se, o mejor dicho a auto­for­mar­se a tra­vés del tra­ba­jo en una Red es una posi­bi­li­dad de asu­mir el con­trol de su pro­pia for­ma­ción. La par­ti­ci­pa­ción en la Red es un dis­po­si­ti­vo que com­par­ti­mos mutua­men­te los inte­gran­tes, con la idea cla­ra de trans­for­mar nues­tra prác­ti­ca edu­ca­ti­va, siem­pre en la bús­que­da cons­tan­te de la cali­dad de la edu­ca­ción que reci­ben los alum­nos de las escue­las mexiquenses.

Construyendo una utopía

El pun­to de arran­que fue y sigue sien­do a par­tir del inte­rés del pro­fe­sor par­ti­ci­pan­te. Par­ti­mos de una pre­mi­sa: nadie apren­de por obli­ga­ción. Todos apren­de­mos por­que que­re­mos. Lo ante­rior tie­ne una direc­ción hacia el apren­di­za­je autén­ti­co. Así lo con­si­de­ra­mos por­que no hay obli­ga­ción, sino el com­pro­mi­so con­si­go mis­mo y con una uto­pía indi­vi­dual que se con­ju­ga con la de grupo.

La segun­da pre­mi­sa de la cual par­ti­mos tie­ne rela­ción direc­ta con la cali­dad de la edu­ca­ción. Pen­sa­mos que la cali­dad de la edu­ca­ción se encuen­tra ale­ja­da de las refor­mas edu­ca­ti­vas pro­mo­vi­das por el gobierno en turno. Jun­to con lo ante­rior van los pro­gra­mas de estu­dio, los libros de tex­to, las guías comer­cia­les, entre otras cosas. La cali­dad de la edu­ca­ción se encuen­tra en la for­ma­ción del pro­fe­so­ra­do para refle­xio­nar su tra­ba­jo y problematizarlo.

Vale la pena hacer una acla­ra­ción, no pre­ten­de­mos crear intere­ses. Por el con­tra­rio, que­re­mos que aque­llos pro­fe­so­res alen­ta­dos por la trans­for­ma­ción edu­ca­ti­va, encuen­tren en RIDEM un alien­to para con­ti­nuar, de mane­ra orga­ni­za­da, en la bre­cha de la trans­for­ma­ción de la prác­ti­ca edu­ca­ti­va a tra­vés de una mira­da crí­ti­ca del pro­pio actuar del pro­fe­sor. Lo cual devie­ne en auto­cri­ti­ca que per­mi­ta refle­xio­nar sobre los pasos edu­ca­ti­vos que hemos dado y pen­sar la mane­ra de dar el siguien­te paso.

Conclusiones

Hay un dicho mexi­cano que dice “el inte­rés tie­ne pies”, esa fra­se uti­li­za­da por Gabriel Cáma­ra nos vie­ne a la medi­da en RIDEM, debi­do a que nues­tro inte­rés es mejo­rar la prác­ti­ca edu­ca­ti­va, a tra­vés de una peda­go­gía viva que tie­ne muy poca rela­ción con las pres­crip­cio­nes peda­gó­gi­cas ema­na­das de pla­nes y pro­gra­mas oficiales.

Los con­te­ni­dos curri­cu­la­res son toma­dos en cuen­ta para, gene­rar una pro­ble­ma­ti­za­ción en torno a su ense­ñan­za, es decir, nos ocu­pa­mos de la mane­ra de acer­car el cono­ci­mien­to a los alum­nos. La prác­ti­ca edu­ca­ti­va sólo cam­bia sí cam­bia la per­cep­ción del pro­fe­sor en torno a su par­ti­ci­pa­ción como tal. El pro­fe­sor apren­de que “no lo sabe todo” en la mane­ra de ense­ñar. La pre­mi­sa es “apren­der de sus alum­nos a ense­ñar­les”, es decir, apren­der cuá­les son los intere­ses que mue­ven a sus alum­nos al asis­tir a la escue­la y sobre los con­te­ni­dos de enseñanza.

La pre­mi­sa es: “todos quie­ren saber algo que pue­den ense­ñar a alguien”, es decir, res­ca­ta­mos otro dicho: “nadie apren­de en cabe­za aje­na”, uti­li­za­do por Gabriel Cáma­ra. Una vez que alguien sabe algo es capaz de trans­mi­tir­lo a su mane­ra a sus demás com­pa­ñe­ros. Lo ante­rior va en dos sen­ti­dos. El pri­me­ro, para los pro­fe­so­res que a tra­vés del tra­ba­jo en la RIDEM vin­cu­lan teo­ría y prác­ti­ca. Segun­do, para los alum­nos que una vez que logran apro­piar­se de un cono­ci­mien­to lo pue­den trans­mi­tir a sus com­pa­ñe­ros. De algu­na mane­ra somos depo­si­ta­rios de la peda­go­gía frei­ria­na con­tra la “edu­ca­ción bancaria”.

 Lo ante­rior no lle­va a un pun­to cla­ve del tra­ba­jo de la RIDEM, los pro­fe­so­res se van vol­vien­do autó­no­mos en su for­ma­ción con­ti­nua. En otras pala­bras, el pro­fe­sor está edu­cán­do­se en con­cien­cia de su hacer en la prác­ti­ca edu­ca­ti­va que le per­mi­te cons­truir una peda­go­gía emer­gen­te a par­tir de su pra­xis, es decir, la peda­go­gía deja de ser pres­crip­ti­va para dejar paso a otra que vin­cu­la teo­ría y práctica.

Referencias bibliográficas

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Ezpe­le­ta Moyano, J. (2004). Inno­va­cio­nes edu­ca­ti­vas. Refle­xio­nes en los con­tex­tos en su imple­men­ta­ción. Revis­ta Mexi­ca­na de Inves­ti­ga­ción Edu­ca­ti­va. Abril-junio vol. IX. No. 21. P.p. 403–424.

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Notas

1. La Red fun­da­da por él se lla­ma Inves­ti­ga­ción y Reno­va­ción Escolar.

2. La red Trans­for­ma­ción de la Edu­ca­ción Bási­ca des­de la Escue­la (TEBES) es todo un pro­gra­ma pro­mo­vi­do des­de la UPN del Ajus­co en la Ciu­dad de Méxi­co y que tie­ne pre­sen­cia en toda la Repú­bli­ca mexicana.

3. En esa oca­sión asis­tie­ron pro­fe­so­res ads­cri­tos a varios nive­les edu­ca­ti­vos, los cua­les son: Isaías, Vero, Mil­dred, Dia­na Kari­na, Tere, Ali­cia y Rubén.