Foto: Eneas de Troya

1. En la ciu­dad de Méxi­co los gran­des cen­tros de poder están blo­quea­dos por cien­tos o miles de uni­for­ma­dos (sol­da­dos, mari­nos, gra­na­de­ros, poli­cías fede­ra­les o esta­ta­les) que para abre­viar yo lla­mo fuer­zas repre­si­vas o fachos. Todos están entre­na­dos por mili­ta­res yan­quis, israe­lís, colom­bia­nos o mexi­ca­nos; son igua­les y se cam­bian de uni­for­mes de acuer­do a con­ve­nien­cias “lega­les” del gobierno. Nos hemos mani­fes­ta­do mil veces en Reforma/Chivatito para acce­der a Los Pinos; igual núme­ro de veces en Buca­re­li para acce­der a Gober­na­ción; de igual mane­ra lo hemos hecho en la ave­ni­da cer­ca­na al Aero­puer­to, en las ave­ni­das de Tele­vi­sa, etcé­te­ra y siem­pre nos encon­tra­mos uni­for­ma­dos, caba­llos, perros, gases lacrimógenos.

2. Los gobier­nos bur­gue­ses, por medio de sus “policías/oreja”, nun­ca dejan de tener infor­ma­ción de las accio­nes de pro­tes­ta que se pre­pa­ran. Me da risa, a la vez cora­je, ver como se dis­tri­bu­yen a las fuer­zas repre­si­vas (de todas cate­go­rías) antes de cada con­cen­tra­ción. Hace tres años el gene­ra­lo­te Mon­dra­gón creó la estra­te­gia “envol­ven­te” de encap­su­lar las mani­fes­ta­cio­nes median­te el blo­queo de sali­das late­ra­les. Sali­mos 20 mil de Tla­te­lol­co y des­de el pri­mer paso ya está­ba­mos acor­do­na­dos por 20 mil gen­dar­mes con órde­nes de dejar­nos cami­nar y regre­sar­nos don­de sali­mos, al plan­tón del Monu­men­to a la Revo­lu­ción. Los que insis­ti­mos en la calles para lle­gar al Zóca­lo nos cho­ca­mos con sol­da­dos, caba­llos, perros y gases lacrimógenos.

3. Ya Méxi­co pue­de defi­nir­se como un Esta­do mili­ta­ri­za­do. El col­mo: como a los yuca­te­cos “todo les vale un cara­jo” no se han dado cuen­ta que estas sema­nas de abril y mayo les impu­sie­ron una “Ley Escu­do” muy pare­ci­da a la Ley Aten­co” cuyo obje­ti­vo fue dis­fra­za­do como “ley anti­de­lin­cuen­cia” cuan­do la reali­dad se bus­ca some­ter a quie­nes pro­tes­ten con­tra su mise­ria o defien­dan las pocas tie­rras ejida­les que les que­dan. Colo­ca­ron en la ciu­dad de Méri­da y las gran­des pobla­cio­nes, miles de cáma­ras de vigi­lan­cia en el esta­do de Yuca­tán que lle­va por lo menos 200 años de paz. Pero me han dicho que entien­da que Yuca­tán, como pue­blo pací­fi­co, es un buen terri­to­rio para que ingre­sen narcos/políticos, trai­gan sus capi­ta­les y vivan tranquilos.

4. Por lo mucho que se habla de polí­ti­cos y nar­cos que han com­pra­do terre­nos y cons­trui­do casas en pla­yas yuca­te­cas, me han pro­pues­to que acu­da al regis­tro de la pro­pie­dad para ver a nom­bre de quien están las gigan­tes­cas casas vera­nie­gas de Celes­tún, Sisal, Pro­gre­so, Chik­xu­lub y toda la zona yuca­te­ca que empa­ta con Can­cún. La reali­dad es que ni están en el regis­tro ni tam­po­co son ton­tos esos delin­cuen­tes de “cue­llo blan­co” para que figu­ren con sus nom­bres de pila. Sin embar­go, a pesar de que figu­ren nom­bres de otros, los rumo­res acer­ca de los per­so­na­jes que en los últi­mos años han com­pra­do resi­den­cias, se extien­den. Yuca­tán que vivió 100 años de la fibra de hene­quén aho­ra es mise­ra­ble, pero vive de los res­tos que arro­jan el turis­mo y el comercio.

5. Si algu­na vez los pro­fe­so­res tuvie­ron un poco de con­fian­za en el gobierno del PRI y del PAN, hace muchos años que con razón la per­die­ron. Yo recuer­do que cuan­do ingre­sé al magis­te­rio en 1960 goza­ba de un sala­rio de 600 pesos al mes y entre los tra­ba­ja­do­res no está­ba­mos tan mal. Me alcan­za­ba para una canas­ta bási­ca y para algo más; hoy los maes­tros ganan de 6 mil a 10 mil y les alcan­za para menos por­que las mer­can­cías han aumen­ta­do por­cen­tual­men­te más que el sala­rio. Los pro­fe­so­res con sus 10 o 15 mil pesos al mes en nada se pare­cen a los 250 mil de los dipu­tados, 350 mil de los sena­do­res o 500 o 600 mil de la Supre­ma Cor­te, del INE y demás fun­cio­na­rios. ¿Y cuán­do los pro­fe­so­res se jubilen?

6. Los pro­fe­so­res –así como todos los tra­ba­ja­do­res del país- no deben tener ni un ápi­ce de con­fian­za con la cla­se bur­gue­sa que nos gobierno, ni con la cla­se empre­sa­rial o los men­sa­jes de los medios de infor­ma­ción. No se tra­ta de un odio vis­ce­ral o gra­tui­to con­tra los opre­so­res, sino de una reali­dad de toda la vida. ¿Cómo con­fiar en per­so­na­jes e ins­ti­tu­cio­nes que de mane­ra per­ma­nen­te bus­can tener­nos pisa­dos en el cue­llo para que no reac­cio­ne­mos? ¿Cómo con­fiar en las noti­cias que difun­den los medios si todas ellas bus­can des­pres­ti­giar a los tra­ba­ja­do­res para pre­pa­rar con­di­cio­nes para ser repri­mi­dos? Me pre­gun­tan: ¿Por qué los pro­fe­so­res no con­si­guen más­ca­ras anti­ga­ses y no lle­van a las mani­fes­ta­cio­nes una vari­lla o un palo para defenderse?

7. Yo recuer­do que los com­pa­ñe­ros ita­lia­nos (¿los osos blan­cos?) cuan­do nos visi­ta­ron en 2001 cuan­do la Mar­cha zapa­tis­ta, nos acon­se­ja­ron forrar bien nues­tro cuer­po y nues­tra cara para resis­tir los gol­pes de la poli­cía y de ser posi­ble luchar con­tra ella. Creo que ya no es váli­da esa sim­ple­za por­que hoy las fuer­zas arma­das tien­den a dupli­car el núme­ro de mani­fes­tan­tes y si éstos se des­cui­dan pue­de cla­var­les armas o tiros a boca de jarro. ¿Pue­de olvi­dar­se de que des­de el levan­ta­mien­to zapa­tis­ta de 1994 todas las fuer­zas arma­das han reci­bi­do escue­la mili­tar en Pana­má y los EEUU? Así que nues­tra mejor defen­sa es la lucha de masas cons­cien­tes en las calles que es, en últi­ma ins­tan­cia la que defi­ni­rá todas las bata­llas. (20/V/16)

http://pedroecheverriav.wordpress.com
alterar@gmail.com