Reclu­so­rio Molino de las Flo­res
Tex­co­co, Edo. Méxi­co a 23 de Febre­ro de 2015

Com­pa­ñe­ros y Com­pa­ñe­ras
Her­ma­nos y Her­ma­nas
Ate­nea, Tor­na y Vril.

Pasó mi ani­ver­sa­rio 49 y ese día la cár­cel se hizo un poco más deso­la­dor, las noti­cias decep­cio­nan­tes un poco más amar­gas y las penum­bras un poco más obs­cu­ras. Pero todo toma su incier­to cau­se: me abra­zan las horas sor­das leyen­do, escri­bien­do, pla­ti­can­do, ejer­ci­tán­do­me; sal­go a correr para empu­jar al tiem­po y para que no me alcan­ce el olvido.

La últi­ma audien­cia fue inú­til por­que no pudie­ron asis­tir mis abo­ga­dos; espe­ro la siguien­te el día 26, en tan­to, se enfi­la otro capí­tu­lo de mi defen­sa legal. Me ali­via­na nues­tro taller edu­ca­ti­vo, impres­cin­di­ble, edi­fi­can­te, los libros que con amor me han man­da­do Vika, Lilia, Gio­van­ni, Víc­tor, Lety, Alma, Kari­na, Clau­dia, Chu­cho, Isi­dro, Murue­ta; los men­sa­jes y car­tas de la ban­da (cada día menos) que me trae mi gran abo­ga­da; y, mis mara­vi­llo­sas visi­tas de mar­tes y sábados.

.

 

Nun­ca tuve un rega­lo más for­mi­da­ble, que no es de un día, es de todos los días, de todas las noches: el plan­tón, con­vi­te sem­pi­terno, fru­gal lec­ción de his­to­ria y éti­ca, tras­cen­den­te como un pas­tel en el que se apa­gan las velas de un sopli­do car­ga­do de deseos.

El día 18 de Febre­ro lle­gó el Visi­ta­dor Gene­ral de la Comi­sión de Dere­chos Huma­nos del Esta­do de Méxi­co, jun­to con varios abo­ga­dos; tam­bién entra­ron Lilia y César para pre­sen­ciar que vinie­ron a cum­plir el com­pro­mi­so que adop­tó el Pre­si­den­te de la CODHEM una sema­na antes por el mitin rea­li­za­do en la Ciu­dad de Tolu­ca, acto públi­co exi­to­so a cuyos par­ti­ci­pan­tes envió mi mas fra­ter­nal agra­de­ci­mien­to. Dia­lo­ga­mos con ellos los tér­mi­nos de nues­tra nue­va queja:

1.- Los Magis­tra­dos, Juez, Minis­te­rio Públi­co y Poli­cías Minis­te­ria­les, vio­la­ron mis Dere­chos  Huma­nos como lo deter­mino el Juez Quin­to de Dis­tri­to, en mi Jui­cio de Amparo.

2.- Lle­vo casi 10 meses vivien­do ten­sión y haci­na­mien­to infra­hu­mano en la cel­da de ingre­sos, cuan­do por haber sido ser­vi­dor públi­co me corres­pon­de el dor­mi­to­rio de los Ser­vi­do­res Públicos.

Me escu­cha­ron con ama­bi­li­dad y refren­da­ron el com­pro­mi­so de revi­sar el caso rápi­da­men­te. Fue­ron con­mi­go a la cel­da, pero ¡oh, sor­pre­sa! : Des­de el Lunes 16 se pre­sen­tó el Direc­tor del penal a nues­tra cel­da, pri­me­ra vez que lo hace des­de que estoy aquí; pre­gun­tó cuán­tos pre­sos había y se lle­vó un peda­zo de cable; a las ocho de la noche saca­ron a 36 inter­nos; de los 84 que esta­ban en ese par de cel­das con cupo para 10, los tras­la­da­ron a pro­ce­sa­dos; de los 42 que que­dá­ba­mos los asig­na­ron pro­vi­sio­nal­men­te a las lis­tas de otras cel­das del dor­mi­to­rio 1, de tal for­ma que en mi cel­da que­da­mos solo ocho per­so­nas; a los demás los “alec­cio­na­ron” para decir que esta­ban en otras cel­das y que eran la tira, es decir Ser­vi­do­res Públi­cos de Segu­ri­dad. Los fun­cio­na­rios de la CODHEM se lle­va­ron fotos y datos de ese mon­ta­je, de esa simu­la­ción arma­da entre cus­to­dios, jefas y Direc­ti­vos del Reclusorio.

Pero hoy todo sigue igual; sigo vivien­do en el micro­bús que no se mue­ve, vivien­do y res­pi­ran­do satu­ra­ción huma­na y hacien­do de la cel­da el hogar, estu­dio, baño, come­dor, sala, fuma­de­ro, coci­na, mula­dar, ring de lucha de box, dor­mi­to­rio sin oscu­ri­dad y sin silen­cio nun­ca, her­vi­de­ro de delin­cuen­cias e ino­cen­cias, guar­da­rro­pa y dolien­te guar­da sueños.

La espe­ra con­ti­núa y el recuer­do de mis reto­ños también.

OSCAR HER­NAN­DEZ NERI
www.niunpresuntuculpablemas.org